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París ardió ayer tras el histórico triunfo del PSG en la final de la Champions League ante el Inter de Milán (5-0). El ... primer gran título continental de la entidad gala, dirigida desde el banquillo por el asturiano Luis Enrique Martínez, desató la locura -de forma literal- en las calles de la capital gala, en la que se produjeron innumerables disturbios que provocaron más de 500 detenciones policiales. Clara Mendizabal, una joven donostiarra que trabaja en París, vivió in situ «una noche de absoluta locura».
«No vi el partido, pero lo sentí como si se jugara debajo de mi casa... Y eso que vivo en un décimo», relata a DV esta guipuzcoana que se mudó a Francia en 2018 para estudiar. Vive en un piso en el distrito 12 de París, cerca de la glorieta de la Nation, y cuenta que «hay un bar abajo en el que siempre dan el fútbol. Con cada gol se escuchaban unos gritos tremendos y se lanzaban mogollón de petardos, fuegos artificiales... La gente estaba como loca, de verdad».
Tras siete años en Francia, Mendizabal incluso se atreve a decir que «lo de los fuegos artificiales de ayer fue algo que yo no había visto jamás. ¡Ni siquiera el día de la Fiesta Nacional de Francia (el 14 de julio)!». La muchedumbre que se concentró en su barrio, alejado del centro de París, los petardos, los fuegos artificiales, los gritos, la tensión que se respiraba en el ambiente... Todo ello propició que esta joven donostiarra optara por no salir de casa y hacer un plan de sábado noche hogareño. «Me entró un poco de miedo porque en las calles se estaba liando una enorme», asegura.
Clara Mendizabal
Donostiarra en París
Una vez que la final terminó con la apabullante victoria del Paris Saint Germain, la euforia y la emoción se dispararon, dando lugar al descontrol. «Cerré las ventanas de todo el piso porque empezaron a saltar fuegos artificiales por todas partes y no quería que entrara ningún cohete a casa. En la calle se escuchaba un barullo tremendo con las bocinas de los coches, petardos, gritos...», recuerda Mendizabal, que se fijó en cómo «la Torre Eiffel se iluminaba con cada gol del PSG... Y fueron cinco».
Con más cuidado todavía tuvo que andar una de las amigas de esta donostiarra, también residente en la capital sa, ya que «ella vive en Los Campos Elíseos y por culpa de la que se estaba armando ayer por la noche no pudo llegar hasta su casa. Se tuvo que ir a dormir a casa de otra amiga».
París ha sido el epicentro de los alborotos tras la final de la Champions League con un total de 491 detenciones. Las autoridades informan de un total provisional de 320 personas que han acabado arrestadas y pasado a disposición judicial, 254 de ellas en la capital sa. En total, 192 personas han resultado heridas y dos han fallecido a consecuencia de incidentes ocurridos durante las celebraciones, si bien todavía se está investigando si están directamente vinculadas a las mismas. Además del joven de 17 años asesinado en Dax, otro hombre ha muerto en París arrollado por un vehículo cuando circulaba en bicicleta por las calles de la capital sa.
Según las últimas cifras oficiales 22 de las fuerzas de seguridad resultaron heridos, así como siete bomberos. Preocupa especialmente un agente de Policía que se encuentra en coma inducido tras haber sido alcanzado por un petardo durante las celebraciones en el departamento de La Mancha, en el noreste de Francia.
Las autoridades también han confirmado 692 incendios, incluidos 264 vehículos y asalto a una zapatería, que se ha saldado con la detención de unas 30 personas tras la intervención policial. Varios comercios a lo largo de Los Campos Elíseos han constatado daños materiales, así como en Annemasse (Alta Saboya), Pau (Pirineos Atlánticos) y Nantes (Loira Atlántico).
Asimismo, han tenido lugar varios accidentes de tráfico, incluyendo atropellos como el ocurrido en Grenoble, cuando el conductor de un BMW acabó arrollando a cuatro peatones, dos hombres de 17 años y dos mujeres de 23 y 46 años, de la misma familia. El conductor abandonó su vehículo y huyó por miedo a ser linchado por la multitud, según ha informado el periódico 'Le Dauphiné Libéré'. Pocos minutos después se entregó a la policía, que lo detuvo inmediatamente. Uno de los heridos se encuentra en estado grave.
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