A. A.
Sábado, 23 de diciembre 2023, 10:11
En cualquier deporte para imponerse al líder de la competición hay que completar un partido excepcional y también tener una dosis de suerte. Y este viernes el GBC dispuso de ambas cosas. Arrasó en un inicio al líder, el San Pablo Burgos, en Illunbe, con hasta 21 puntos de diferencia, pero el final resultó de infarto. La grada se echó las manos a la cabeza cuando a falta de 8 segundos para el final Micah Speight se levantó desde la línea de tres con el marcador 80-78. Y lo que pasó después resulta prácticamente inexplicable.
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El balón salió con una trayectoria casi perfecta, cayó sobre el aro y comenzó a girar. La bola parecía que entraba, después que salía y ahí se mantuvo la tensión durante casi dos segundos. Con medio esférico fuera de la canasta y medio dentro pero sin tocar la red, el balón no paró de girar. Hasta tres 'corbatas' o giros completos en el aro dio el balón. Los banquillos y la grada contenían la respiración sin saber la trayectoria que iba a tomar la pelota que finalmente, caía fuera de la canasta y no podía ser palmeado por ningún jugador visitante. 80-78 final y la grada resoplando.
El tiro salió cara para el GBC y cruz para el Burgos. Por así decirlo, la lotería se quedó en Illunbe, donde el líder cayó por segunda vez esta temporada y los de Odriozola escalan posiciones en la tabla hacia el sueño de regresar a la ACB.
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