Oinatz Bengoetxea, el recambio que nunca se rinde

Es la séptima ocasión consecutiva que el leitzarra ocupa su plaza y puede que no sea la última. Jugará con Aranguren un partido vital para sus opciones de clasificarse para el playoff. Después de ocho jornadas disputadas ocupan la penúltima plaza de la clasificación, igualados a un punto con Jaka y Martija, y necesitan sumar para no verse descolgados y sin opciones antes de tiempo.

Oinatz regresó al Parejas tras haber quedado fuera de los ocho elegidos por su empresa para luchar por las txapelas. Sus rectores argumentaron en la presentación del campeonato que se trataba de una decisión meramente deportiva, para dar paso a pelotaris jóvenes como Peña II, que se estrenaba como titular, aunque en la trastienda de esa medida se especulaba que podía haberle pasado factura su protagonismo dentro del comité de pelotaris de Baiko que se declararon en huelga en defensa de sus reivindicaciones y que luego recibieron el respaldo unánime de sus compañeros de Aspe.

Bengoetxea VI llevaba dieciséis participaciones consecutivas en el Parejas desde que debutó en 2005 arropado por Beloki. Campeón una década después con Untoria -el zaguero najerino, ahora en las filas de Aspe, sustituyó a Aretxabaleta por lesión- al derrotar en la final del Bizkaia de Bilbao a Berasaluze II y Zubieta (7-22), ya se había hecho a la idea de que tendría que seguir la competición desde casa y la llamada para sustituir a Artola le ha devuelto al primer plano de la actualidad pelotazale.

En la última edición formó pareja con Mariezkurrena II y fue apartado en la décima jornada de la liguilla de cuartos por bajo rendimiento. Su puesto lo ocupó Víctor, que ya no sigue en el cuadro de la promotora bilbaína a la espera de que sea repescado. En su misma situación se encuentra Laso. A sus 36 años -debutó el 5 de octubre de 2002 en el Labrit de Pamplona-, le queda uno más de contrato con Baiko y la hora de colgar el gerriko está cada vez más cerca.

Oinatz Bengoetxea se estrenó en la tercera jornada con una derrota en Amorebieta ante Peña II y Albisu (18-22). Tampoco le sonrió la fortuna en la siguiente al caer ante Elezkano II y Zabaleta en el Santanape de Gernika (14-22). Ni en Mallabia en la quinta frente a Ezkurdia y Ladis Galarza #(19-22). Pero la racha negativa cambió en un partido a vida a muerte contra Jaka y Martija en Zeanuri, donde se impusieron por la mínima (21-22). Significaba el primer punto, una inyección de moral después de una travesía en el desierto. Pero efímera.

Siete días después volvió a doblar la rodilla en Idiazabal frente a Altuna III y Mariezkurrena II (17-22) y el sábado en el Bizkaia de Bilbao cayó también (22-16) ante Olaizola II y Rezusta después de plantar batalla hasta el ecuador del partido. Su balance es de una victoria y cinco derrotas, pero en todos los partidos ha demostrado seguir manteniendo su gen competitivo. Nunca se rinde, aunque los partidos se tuerzan. Es algo que lleva en la sangre.

Hay datos que lo corroboran. Artola y Aranguren no lograron pasar del cartón dieciséis en sus dos primeros partidos -en su debut se quedaron en doce-, mientras que desde la inclusión del leitzarra los marcadores han sido más apretados -diecisiete, dieciocho y diecinueve-. Cerca de la victoria aunque se quedaran finalmente varados en la orilla. Pero el nivel de compenetración de la pareja ha ido a más a medida que han transcurrido las jornadas. Van sumando como pareja, pero el lastre que arrastran pesa mucho. Puede que demasiado.

También hay que tener en cuenta que el leitzarra lleva como guardaespaldas a un debutante como titular. Aranguren disputó tres partidos en la última edición como suplente de Urrutikoetxea en dos ocasiones, la última en la liguilla de semifinales, junto a Olaizola II y otra por Ander Imaz en la liguilla de cuartos acompañando a Artola. Su balance fue de dos victorias y una derrota. Su rendimiento le sirvió para hacerse un hueco entre los grandes en 2021 -la ausencia de Mariezkurrena II, al que Baiko no le renovó el contrato- también tuvo su peso a la hora de incluirle entre los participantes.