Abre en Elgoibar el centro de Competencias IIOT

Todo ello conlleva el reto de formar profesionales capaces de afrontar estos nuevos cometidos, ya sea atrayendo a jóvenes que quieran introducirse en estos campos o recualificando a trabajadores veteranos. Con este fin se ha creado en el seno del Instituto de Máquina Herramienta (IMH) de Elgoibar el Centro de Competencias IIOT, en asociación con la empresa Ikusi. El objetivo es formar anualmente 200 profesionales de alto nivel para que se integren en las pymes.

Ixaka Egurbide, director gerente de IMH, explica que en Gipuzkoa hay una necesidad clara de dotar de una mayor tecnología a las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, añade que la demanda «todavía solo es latente, porque las pymes están muy centradas en la fabricación, en las piezas, en el corto plazo y en responder al cliente. Nosotros tenemos que provocar que se dé esa transición de forma natural».

Fernando Asenjo, director Comercial de Ikusi, señala que el sector de la máquina herramienta se encuentra en un momento «muy interesante», tanto desde el punto de vista de los fabricantes como de los profesionales que las utilizan. «Está en el punto ideal para madurar hacia la explotación del dato, por eso se dan los ingredientes perfectos para desarrollar un centro de competencias. Se trata de formar a los alumnos con una visión más cercana al mercado».

Egurbide incide en que la empresa guipuzcoana ahora y en el futuro seguirá fabricando piezas y máquinas, pero subraya que la rentabilidad que se pueda lograr de ese proceso «es muy mejorable a través del análisis de la información que generan esos equipos. Queremos ayudar en esa evolución». En esa misma línea, el directivo de Ikusi señala que la necesidad de dar este salto «la identificamos clarísimamente. Este centro quiere resolver esta carencia para que seamos capaces de explotar la información para fabricar más rápido, con mejor calidad, con menos costes o identificar dónde hay un problema antes de que se produzca».

Egurbide resalta la importancia de recualificar a los trabajadores en activo. «Serán necesarios nuevos perfiles y a su vez tenemos que incidir en la transformación de las profesiones existentes. El mecatrónico de hoy no es el mismo que el de 1980 ni que el de dentro de cuatro años. Sin embargo, la mecatrónica seguirá existiendo, porque las máquinas hay que montarlas y realizar el mantenimiento. No es una profesión nueva, pero se le aplicará la inteligencia artificial, la realidad aumentada y virtual, entre otras tecnologías».

El diagnóstico de la situación es claro, pero surge la duda sobre si los jóvenes quieren realizar este tipo de estudios. El director gerente de IMH responde que sí hay cantera, aunque reconoce que habría que animar a las chicas a realizar este tipo de formación que, por otra parte, garantiza el trabajo para quienes la finalizan. El problema, señala Egurbide, no radica tanto en la falta de vocaciones como en una natalidad a la baja.

El centro abierto en colaboración con Ikusi incidirá en la formación de estudiantes del grado de ingeniería dual, máster en fabricación digital, postgrados de especialización analítica de datos y fabricación aditiva, así como en el alumnado de formación profesional y continua.

La necesidad de contar con nuevos perfiles la vive Ikusi en sus propias carnes. «Los más complicados de encontrar –explica Asenjo– son los que requieren un conocimiento tecnológico muy especializado en sectores relacionados con los aeropuertos, las carreteras o los ferrocarriles. Este último, al igual que en la máquina herramienta, ha llegado a un punto en el que la eficiencia a través de la tecnología está despuntando. Esta demanda latente se está convirtiendo en demanda real. Sudamos tinta para encontrar personas que conozcan bien, por ejemplo, los procesos de mantenimiento ferroviario y que estén dotadas de habilidades tecnológicas en el entorno de la conectividad, la ciberseguridad y el procesamiento de los datos».

Añade que el sector de la máquina también se precisa de estos conocimientos porque las grandes multinacionales tiran de la cadena y están forzando a sus proveedores a incorporarse a estas tecnologías.

Asenjo cita un informe de Confebask en el que se señala que entre 2016 y 2020 el número de empresas que no encuentran personal cualificado aumentó del 50% al 80%. «Si a este dato le añadimos que la natalidad va a la baja, estamos ante la tormenta perfecta», concluye el directivo.

En una economía globalizada, las empresas se la juegan ante competidores de primer nivel. ¿Contamos con profesionales y compañías que puedan batirse en esos escenarios? Egurbide responde que sí. «En el aspecto educativo, el nivel del País Vasco en FP y en ingenierías es muy bueno. Ahora mismo tenemos en IMH a once estudiantes del máster de ingeniería mecánica de la Universidad de Burdeos formándose aquí en fabricación aditiva. Por lo que respecta a las empresas, contamos con firmas de máquina herramienta líderes en determinados nichos que compiten con alemanes o japoneses».

No obstante, Egurbide ite que, al margen de las empresas señeras, es preciso que las pymes realicen la transición desde el dominio de los procesos que han acreditado con creces «a un mundo digital que ya es real, con el que convivimos nosotros y nuestros hijos, y que va a afectar a la productividad. De ahí la necesidad de capacitar profesionales».