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La espiral de impactos en la industria derivada de los elevados precios que vive el mercado de la electricidad en España se cobra una nueva ... víctima en el sector de la siderúrgia vasca. Ayer, menos de una semana después de que Sidenor Basauri anunciara veinte días de parada en lo que queda de año por el «desorbitado» coste de la luz, Arcelor Mittal anunció que también pisará el freno en algunas de sus plantas; en concreto, en las englobadas en la división de Productos Largos en Europa, entre las que se cuenta la de Olaberria, donde trabajan 410 personas.
La multinacional angloindia, que no fue más allá ni quiso concretar lo que pueda suceder o no ni cuándo en Olaberria, explicó que llevará a cabo «paradas cortas y selectivas» en esas factorías.
«Monitorizamos hora a hora el coste de la luz, pues en algunos momentos es realmente alto», añadieron desde la empresa, que insistió en que la inflación de precios en el suministro eléctrico puede acabar impactando en sus resultados.
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El anuncio de esas inminentes paradas llega apenas veinticuatro horas después de que el consejero delegado de la multinacional, Aditya Mittal, criticara sin paños calientes los «elevados» precios de la luz en España durante una conferencia en Londres organizada por el diario económico 'Financial Times'.
El ejecutivo y también propietario del grupo aseguró en ese encuentro que los precios del mercado marginalista español (hoy el megavatio-hora se paga a 226,93 euros, lo que supone el sábado más caro de la historia) «hacen que sea muy difícil producir acero a un coste económico asumible».
1,4% cae la confianza empresarial en Euskadi en el cuarto trimestre, según traslada el INE.
«Hay picos en los que los precios son muy altos», subrayó el directivo, que deslizó la posibilidad de que ese lastre frene el empeño (y las inversiones) del grupo en su apuesta por la descarbonización. Al tiempo, Mittal expresó también su preocupación por el eventual impacto mediante «un efecto cascada» en los clientes del gigante del acero.
«Las paradas ya se están realizando en toda Europa, aunque no se va a desvelar qué plantas son las afectadas cada vez. Analizamos los precios a cada momento y la decisión es parar en aquellos momentos en los que el coste sea más elevado», apuntaron ayer desde la multinacional.
Sea como fuere, Olaberria tiene todas las papeletas para tener que parar, toda vez que utiliza hornos eléctricos que alimenta con chatarra. Se da la circunstancia de que la propia factoría, que produce sobre todo vigas para construcción, y esa 'gasolina' de sus hornos constituyen el auténtico motor este año del puerto de Pasaia.
Las mismas fuentes de Arcelor Mittal explicaron también que, toda vez que Olaberria entrega materia prima a la planta de Bergara, ésta (en la que trabajan 100 personas) podría verse afectada como derivada. La que está a salvo de las paradas, añadieron, es la instalación de Lesaka, que ocupa a 220 trabajadores en sendas instalaciones dedicadas a labores de galvanizado y electrofincado de bobinas de acero.
En su conferencia, el consejero delegado de Arcelor Mittal urgió a la Unión Europea a tomar cartas en el asunto y a que apruebe lo que se conoce como ajuste en frontera para proteger a los productores locales ante la llegada de acero de países donde la legislación y las exigencias medioambientales son muchísimo más laxas.
Tras el anuncio de las paradas en las plantas de la división de Productos Largos en Europa de Arcelor Mittal, la central sindical LAB cargó con dureza contra la multinacional y anunció que llevará a cabo «una defensa decidida del empleo y de las condiciones laborales en los centros de trabajo» ante ese «ataque».
LAB lamentó no haber sido informada de las paradas y aseguró que medidas de ese corte «no tienen ninguna justificación económica» en un grupo, añadió la central, que en los seis primeros meses ha obtenido un beneficio neto de 5.322 millones, «el mejor resultado de los últimos trece ejercicios». «Si quiere hacer un parón patronal, que lo pague la empresa», apuntó.
«Es la estrategia del chantaje que han emprendido las grandes multinacionales; quieren utilizar la amenaza de las paradas para que el Gobierno baje el coste de la luz y los costes laborales», apuntó la central liderada por Garbiñe Aranburu, que recordó también que «Sidenor ha repartido entre sus accionistas más de 103 millones de euros desde el año 2016». LAB –como ELA– cargó también contra el PNV por su decisión de abstenerse y no apoyar la víspera en el Congreso el decreto para abaratar la luz.
El gabinete de Pedro Sánchez ha dejado abierta la puerta a la no aplicación de los recortes previstos en esa norma a aquellas eléctricas que firmen contratos a largo plazo con la industria a precios «razonables». Precisamente, ayer, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, mostró la disposición de la eléctrica a abordar esa posibilidad.
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