
Secciones
Servicios
Destacamos
Fernando Segura y clara alba
San Sebastián
Jueves, 12 de agosto 2021, 06:37
Buenas noticias para los exportadores. La debilidad del euro frente al dólar conlleva que nuestros productos sean más competitivos a la hora de entrar en ... Estados Unidos frente, por ejemplo, a los asiáticos. Esta coyuntura resulta especialmente favorable para Gipuzkoa, que tiene en aquel país su cuarto mejor cliente mundial, solo superado por Francia, Alemania y Reino Unido. Tanto es así que, según los datos del Icex, en 2019 las ventas de nuestras empresas a EE UU alcanzaron los 520 millones de euros, un récord histórico, frente a unas importaciones de 66 millones, lo que supone un índice de cobertura del 782%. Los principales productos exportados fueron la máquina herramienta, válvulas para fluidos y componentes de automoción.
El año pasado el impacto de la pandemia se dejó sentir. Las ventas bajaron a 388 millones de euros (-25%), quebrando una tendencia ascendente que, salvo en 2017, no conocía interrupción. Las importaciones, sin embargo, se incrementaron hasta los 75 millones (+14%). El año pasado los sectores que tiraron fueron la máquina herramienta (36 millones), las armas de caza y deportivas (31,7 millones), la maquinaria eléctrica (28 millones) y los componentes para automoción (26 millones). En el capítulo de importaciones resulta curioso que el principal producto adquirido sea la carne de abadejo de Alaska para elaborar surimi (8,6 millones). Le siguen los desechos de aluminio (5,8 millones) y de cobre (5 millones).
Tras el lógico pinchazo de 2020, el presente ejercicio apunta a la recuperación de las ventas de Gipuzkoa al país liderado por Biden. Los datos acumulados hasta mayo indican un aumento del 22% (192 millones) respecto al mismo periodo del año pasado, con un descenso de las importaciones del 4,8% (32 millones). En estos cinco meses vuelve a ser la máquina herramienta la que lidera las ventas (25,8 millones, con un alza del 85%).
Entre las compañías exportadoras guipuzcoanas se encuentran, según el Catálogo Industrial y de Exportadores del País Vasco, algunas de las grandes firmas industriales del territorio, como Ampo, Ikusi, Alcorta Forging Group, Bombas Azkue, CAF, Copreci, Danobat, Forjas Irizar, Guascor, Ulma, Hine, Indar, Korta, Irizar, Mondragon Assembly, Ojmar, Ecenarro, Egaña, Fagor Industrial y Fagor Automation.
192 millones exportó Gipuzkoa a EE UU hasta mayo, un 22% más que el mismo periodo de 2020
25 millones ha exportado hasta mayo el sector de la máquina herramienta, el más dinámico
Si ampliamos el foco a Euskadi, los datos son muy similares a los de Gipuzkoa. Estados Unidos también supone el cuarto principal destino de las ventas de la comunidad autónoma, que alcanzaron los 1.360 millones en 2020 (-24%). Las principales partidas fueron los combustibles y carburantes (231 millones), componentes para máquina herramienta (90,8 millones) y los suministros para automoción (54 millones).
No obstante, el impacto positivo de la debilidad del euro frente al dólar tiene también su cara negativa. Euskadi es importador neto de combustibles fósiles y de otras materias primas que se compran en dólares. Por tanto, la 'foto' final tendrá lunares.
Los diferentes ritmos de salida de la crisis están marcando una nueva tendencia en el mercado de divisas internacional. El dólar ha recuperado terreno y lleva semanas sacando músculo frente al resto de divisas ante la perspectiva de que la la recuperación económica en EE UU marque el inicio de la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal (FED).
Aunque el rebote económico ha comenzado a coger tracción también en Europa, se espera que su salida del túnel sea algo más lenta que al otro lado del Atlántico. Y esa fortaleza del billete verde se traduce de inmediato en un euro débil que este miércoles tocó mínimos del año situando su cruce en 1,1715 dólares. Esta hubniera sido su novena sesión consecutiva de caídas en un agosto que estrenó muy cerca de los 1,19 dólares. Sin embargo, al cierre de los mercados bursátiles, el dólar 'aflojaba' al conocerse que la inflación de julio en EE UU se mantuvo en el 5,4%, tras subir solo un 0,5%.
Esta contención en la subida de precios da un mayor margen de maniobra a la FED en los plazos para poner en marcha el conocido como 'tapering' (el fin de su programa de compra de deuda de 120.000 millones de dólares al año) sin dañar la recuperación. Más adelante, llegaría la primera subida de tipos de interés (que también beneficia al dólar), coincidiendo con la puesta en marcha del millonario plan de infraestructuras de Joe Biden aprobado esta semana en el Senado estadounidense. Así que, aunque el dólar rompió ayer su racha alcista, los expertos anticipan que su 'poderío' frente al resto de divisas se mantendrá en los próximos meses.
Hay que tener en cuenta que la actual tendencia entre ambas monedas no se produce tanto por una posible falta de confianza sobre el euro como por la firme apuesta por el dólar ante las buenas perspectivas de recuperación que han dejado los últimos datos de crecimiento en el país y, sobre todo, del mercado laboral, con la creación de 943.000 nuevos puestos de trabajo en julio.
Aunque la FED tiene margen para decidir el futuro de su política monetaria, varios de sus ya se han manifestado a favor de iniciar la retirada gradual de las medidas expansivas desplegadas para hacer frente a la crisis. Unos estímulos económicos y fiscales sin precedentes que apuntan a que los hombres de Jerome Powell, presidente del organismo, querrán ir preparando al mercado a partir de septiembre para una posible 'marcha atrás' de los incentivos. Y esa perspectiva es la que está empujando al alza al dólar frente a las monedas de otras economías cuyos bancos centrales tardarán algo más de tiempo en seguir este camino.
Pase lo que pase en el corto plazo, los analistas de Bankinter sí prevén que la tendencia alcista del dólar se mantenga en los próximos meses. Así que, si se mantienen los cruces actuales, este sería el año más débil para el euro desde 2018. Y, ¿qué impacto tiene eso en el bolsillo de los consumidores? Lo cierto es que, como la propia moneda, un euro a la baja tiene su cara y su cruz. «La zona euro es un exportador neto, por lo que un euro más débil es una buena noticia para la economía», explica Edoardo Fusco Femiano, analista de mercados de eToro. Es decir, un euro débil serviría para afianzar la competitividad exterior. Del mismo modo, y de cara a la temporada de verano, una moneda barata también incrementa el atractivo de un país para los turistas extranjeros, claves en la recuperación de un sector pilar de la economía española.
Por otro lado, «los consumidores europeos se verían afectados por el aumento de los precios de las materias primas, en particular el petróleo y el gas natural», advierten desde eToro. Y España importa muchas materias primas que se negocian en dólares. Aunque en este punto los consumidores sí se verían afectados, desde eToro consideran que un euro/dólar más débil «tendrá un impacto limitado en términos de poder adquisitivo».
En su último informe de perspectivas, los analistas de Bankinter coinciden en al recordar que el dólar también pierde algo de atractivo como activo refugio en un entorno en el que ya existen menores incertidumbres gracias, por ejemplo, a una alta efectividad de las vacunas. «Por último, la política exterior de EE UU más transparente y menos beligerante (menores aranceles) contra Europa, se traduce en un mayor desahogo para el euro», insisten para remarcar que esta tendencia al alza del billete verde en ningún caso se desbocará.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.