Los atropellos mortales aumentan un 33% en el último año

«Todos tenemos una sola vida», ha escrito esta semana Rick Zabel, hijo del gran sprinter Erik Zabel, para concienciar de la seguridad en carretera tras escapar con heridas superficiales de un accidente que sufrió contra un coche mientras entrenaba cerca de su casa en Alemania. No corrieron esa misma suerte las dos víctimas guipuzcoanas fallecidas ayer en León ni su hijo, que sobrevivió y que vivirá marcado por esa tragedia. Tampoco las 44 personas que el año pasado perdieron la vida cuando iban a pedales, se entrenaban para una carrera o simplemente disfrutaban de un deporte con cada vez más aficionados que se echan a la carretera.

El peligro de ser un colectivo vulnerable sobre ruedas exige el máximo respeto por parte de todos los que comparten la vía. Pero no parece que con la actual normativa sea suficiente. El repunte de ciclistas atropellados mortalmente -que se disparó un 33% en el último año, al pasar de 33 a 44 víctimas mortales en España- responde a diferentes factores, pero las asociaciones y la propia DGT tienen claro que hay que endurecer las sanciones.

El nuevo director de la DGT, Pere Navarro, que vuelve al frente del organismo, se ha encontrado sobre la mesa la reforma pendiente que anunció el anterior gobierno, con el exministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, a la cabeza. La propuesta plantea que la pena de cárcel por atropello a un ciclista pase de los cuatro años de prisión, que contempla el Código Penal en la actualidad, a nueve años. El mensaje de 'tolerancia cero' ante las infracciones en carretera ha calado. Accidentes como el ocurrido el año pasado en Oliva (Valencia) tiñeron de luto las carreteras. Seis ciclistas, todos amigos, habían salido a entrenar como cada domingo. Aquel 7 de mayo una conductora que circulaba borracha y drogada arrolló al grupo. Dos de los ciclistas perdieron la vida. Otros tres sufrieron heridas graves. El sexto se libró de la peor parte. La conductora, de 28 años, fue detenida. Dio positivo en el control de alcohol y drogas, y se le imputaron dos delitos de homicidio imprudente, además de otros tres de lesiones.

Los accidentes mortales de ciclistas arrollados por vehículos salpican las carreteras con demasiada frecuencia. En abril de este año, otro suceso sacudía las conciencias. Una conductora arrolló con su todoterreno a un pelotón de nueve ciclistas, todos extranjeros. En un primer momento, la mujer fue detenida inicialmente por imprudencia grave y lesiones y quedó en libertad, pero tras el fallecimiento de uno de los ciclistas, fue arrestada de nuevo. El primer test demostró que iba drogada.

En Euskadi, el porcentaje de ciclistas implicados en accidentes de tráfico en las carreteras vascas casi se ha triplicado en una década. «La probabilidad de fallecer o resultar herido si se tiene un accidente de tráfico en carretera es seis veces superior si se va en bicicleta que si se viaja en un turismo», señaló un estudio elaborado por la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco. Otro dato que invita a la reflexión: entre 2015 y 2017, se produjeron 77 heridos graves y dos muertes en accidentes con ciclistas implicados en Euskadi. La mayoría de los siniestros se concentran en los fines de semana, cuando se registra la mayor actividad cicloturista. El ministerio del Interior sigue firme en endurecer las medidas para frenar el número de víctimas y que se respeten las normas de tráfico.