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La inflación y el alza de las facturas energéticas se han dejado notar el último año en Euskadi, donde los gastos de vivienda suponen ... una «carga pesada» para una de cada cuatro familias. El pago de la hipoteca, el alquiler, la calefacción y la electricidad se han convertido en un quebradero de cabeza para muchos vascos. Solo al 8,2% no les supone «ninguna carga», según los últimos datos de la encuesta de vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) del último año, publicados ayer, que recogen que aunque al 25,7% de los hogares de Euskadi les supone mucho esfuerzo económico los gastos de vivienda, es la comunidad donde menos personas están en esta situación de malestar. En Navarra, por ejemplo, son el 33,2%; en Madrid, el 36,2% y en Murcia, el 42,7%.
Entre las problemáticas más repetidas está la dificultad de mantener la casa cálida en las épocas frescas. El 20,2% de los hogares vascos no tienen una temperatura «suficientemente» templada cuando hace frío, lo que significa que no puede poner la calefacción, frente al 7,4% de 2012. La población con esta problemática ha aumentado cerca de trece puntos en apenas once años. Además, en verano y días de mucho calor, el 24,7% «no tiene una temperatura suficientemente fresca», un porcentaje que ha subido en diez puntos desde 2012, cuando se situaba en el 14,3%.
En esta situación están muchas personas que tienen necesidad de hacer mejoras de aislamiento térmico o en el sistema de calefacción pero que no cuentan con los recursos económico necesarios para poder realizarlas. Así, el 19,4% de los hogares vascos no han hecho ningún arreglo y, precisamente por ese motivo, pasan frío en los meses de invierno, si bien hay un 62,5% que, pese a no haber hecho mejoras, tienen la temperatura adecuada en su hogar. El 20,4% restante ha hecho arreglos.
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Si se analiza el nivel de satisfacción de los vascos con su vivienda, teniendo en cuenta el tamaño, precio y vecindario, hay un 3,5% que se muestra «muy insatisfecho»; un 11%, «algo satisfecho»; un 66,1%, «satisfecho» y el resto, «muy satisfecho».
Por su parte, esa misma encuesta recoge que el 9,2% de los adultos que vivían en hogares con una situación económica mala o muy mala cuando eran adolescentes, tenían en 2023 ingresos altos. Y no solo eso. El 53,1% de los adultos con situación económica buena o muy buena en la adolescencia tenía educación superior el último año, frente al 23,3% de los que tenían una situación económica mala o muy mala.
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