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En Segura y Azkoitia, estos días previos a Semana Santa se viven con «mucho estrés y ajetreo». Toca limpiar las figuras sagradas, pulir cualquier imperfección y sacar brillo a los trajes de soldado romano, entre otras muchas tareas. Es «muy importante cuidar los detalles» de una festividad con siglos de historia en el territorio, aseguran algunos de los protagonistas. Ambas localidades, junto a Hondarribia y Pasai Donibane, son de los pocos lugares de Gipuzkoa donde se mantiene la tradición de celebrar procesiones centenarias.
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El nerviosismo con el que cada uno de los protagonistas afronta estos días varía mucho. Jon Agirre, por ejemplo, volverá a representar a uno de los hombres más importantes del Jueves y Viernes Santo de Segura, donde la tradición se remonta a hace más de 300 años: el capitán del ejército romano. «Este año voy a hacer 30 en este cargo. Empecé con apenas 19 años como capitán, pero antes había estado cinco como romano tocando la corneta». De hecho, él cogió el relevo de su tío como capitán cuando este falleció. «Me sorprendió que pensaran en mí por lo joven que era. Mi padre y mi hermano también participaban, pero me lo pidieron a mí», apunta. Por entonces era uno de los novatos y escuchaba las anécdotas de los mayores. Ahora, «casi sin darme cuenta», se ha convertido en uno de los veteranos.
Aun así, cada paso «sigue siendo especial». En parte por el honor de llevar unas prendas con mucha historia. «Los romanos llevamos trajes que se trajeron a Segura desde París allá por 1900. Son prendas muy especiales, aunque un tanto incómodas». La vestimenta pesa 13 kilos, pero para Jon, lo más difícil de llevar es el casco. «Es bastante estrecho. Los que lo llevaron antes que yo solían poner periódicos para que estuviera algo más acolchado. Yo esto no lo sabía hasta que un año me dio por meter la mano y saqué un periódico que databa de antes de la Guerra Civil. Con eso nos podemos hacer una idea de las cosas que ha tenido que ver ese casco», bromea.
El tiempo ha pasado y la manera en la que se vive la procesión en el pueblo también ha cambiado. La fe «ha ido a menos», pero la Semana Santa en Segura se sigue viviendo de manera «muy especial». «No somos muchos, algo más de 1.500 habitantes, y casi 300 colaboran en estos días. Es el encanto de los pueblos pequeños, que si todos no ponen de su parte para que estos actos salgan adelante, no salen», subraya Agirre.
Sus 30 años como capitán de los romanos le han servido para no necesitar de mucha preparación de cara al día grande, pero no es igual para el resto de compañeros. «Saldremos doce romanos. Seis haremos de guardas y, del resto, cuatro tocarán la corneta y dos el tambor. Estos llevan ensayando dos días a la semana desde hace un par de meses. El resto, por suerte, llevamos varios años juntos y conocemos los pasos. Haremos un ensayo el jueves por la mañana, repasaremos los movimientos que tendremos que hacer y ya. Ventajas de la experiencia».
A poco más de 30 kilómetros, en Azkoitia, la emoción en estos días previos también está disparada. Aunque hay procesiones celebradas en la villa que datan del siglo XVI, en 1924 se le dio un nuevo impulso a la Semana Santa y se incorporaron ocho pasos a los cuatro existentes. Así, la de este año se trata de la fecha del centenario.
Y Luis Sudupe, más conocido por los vecinos azkoitiarras como 'Egurrola', ha vivido desde dentro los treinta últimos años. «Vino el párroco para pedirme que hiciera del arcángel San Miguel y me juró que sólo sería por esa vez. De eso hace ya 29 años», recuerda entre risas. A sus 72 años sigue viviendo con «ilusión y nervios» estos días tan especiales para la villa. La gran espada que portará, el escudo o las alas ya son una extensión más de su cuerpo, pero esta larga experiencia vivirá su final este Viernes Santo. «Este año no tenía pensado participar. Ya tengo una edad y será mi última vez. Es momento de dar un paso al lado», asegura. Para su alegría, parece que el legado seguirá en la familia. «Mi sobrino me ha dicho que le gustaría hacerlo. Ha estado varias semanas ensayando y le ha gustado, pero le sigue asustando un poco dar el paso. Es normal. Encarnar a uno de los personajes más importantes de la procesión asusta, pero ojalá se anime el año que viene. Me haría mucha ilusión», reconoce.
En el paso, Luis -o mejor dicho, el arcángel San Miguel- estará acompañado del arcángel San Gabriel, representado por un niño, y un grupo de ángeles. «En todo este tiempo he visto a muchos chavales que empezaron haciendo de ángeles hace décadas y que ahora son auténticos señores. Es una de las cosas más emocionantes que me llevo tras todo este tiempo», apunta. La emoción del momento puede convertirse en un arma de doble filo para él y sus acompañantes. «Habrá mucha gente y uno no se puede distraer. Hay que estar muy atento al ritmo que marcan los 'armatus' para hacer los pasos en el momento exacto. Cualquier fallo puede echarlo todo a perder», reconoce. Tras todo este tiempo, se ha convertido en una figura histórica más de la Semana Santa azkoitiarra. Sin embargo, algunos amigos se atreven a bromear con su fidelidad al cargo. «'¿Este año también vas a salir? ¿No te cansas?', me dicen. Yo sé que lo hacen de broma, porque son los mismos que luego me dicen que, después de tantos años, lo sigo haciendo muy bien. Ese tipo de comentarios son los que me han seguido animando a participar año tras año», matiza.
Segura: Jueves Santo. 17.00 horas. Celebración de la Última Cena en la iglesia parroquial. 18.15 horas: procesión. Viernes Santo. 18.15 horas, procesión.
Azkoitia. Miércoles Santo. Recogida en la parroquia de tallas y esculturas de las iglesias y capillas de la localidad. Viernes Santo. 16.00 horas. Celebración de la Pasión y Muerte del Señor. Procesión. 21.30 horas, procesión del Santo Entierro.
Hondarribia. Viernes Santo. 17.00 horas. Celebración de la Pasión. A continuación, descendimiento y procesión. Domingo de Resurrección. 10:30: Misa de Resurrección con la caída de romanos y 'Ttopara'.
Pasaia Donibane. Viernes Santo. 20.00 horas. Procesión del Santo Entierro.
Donostia. Viernes Santo.08.00 horas: Vía crucis al Cristo de la Mota del monte Urgull.
Sólo hay una cosa que preocupa a Luis y a otros muchos azkoitiarras: la previsión meteorológica, que estos días previos se convierte casi en el único tema de conversación de quienes participarán en los pasos de Semana Santa. Las previsiones para los próximos días apuntan a días soleados con algunas nubes, pero sin lluvia. «Son fechas que tenemos marcadas en el calendario y mucha gente trabaja desde hace meses para que la festividad se desarrolle de la mejor manera. Sólo esperamos que la lluvia no haga acto de presencia para fastidiarnos la celebración y podamos disfrutarla», ruega Luis.
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