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España ha vuelto a convertirse este domingo en el epicentro de la respuesta internacional a la ofensiva israelí en la Franja de Gaza. El llamado ... Grupo de Madrid se reune por segunda vez en el madrileño Palacio de Santa Cruz en una cita que ha aglutinó, esta vez, a una veintena de representantes de países europeos y árabes y de otros oranismos en pos de la búsqueda de una solución definitiva al conflicto. En plena escalada bélica en la región después de que Tel Aviv haya puesto en marcha la denominada operación 'Carros de Gideón', el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, redobló la presión sobre el Gobierno hebreo pidiendo un embargo de armas internacional y sanciones individuales a «aquellos que quieran malograr la solución de los dos Estados». El máximo responsable de la diplomacia española no descartó incluir, entre ellos, al primer ministro Benjamín Netanyahu.
La reunión se produce cuando este miércoles está a punto de cumplirse el aniversario del reconocimiento del Estado palestino por parte de España, Irlanda, Noruega y Eslovenia. Un hecho que abrió una crisis diplomática entre Madrid y TelAviv y que se agudiza en un momento en el que Pedro Sánchez trata de impulsar junto a Palestina una resolución en la ONU para pedir el fin del bloqueo en la Franja de Gaza y exigir que la entrada de ayuda humanitaria se despliegue a través de ONG y no quede en manos de mercenarios, como propone el presidente estadounidense, Donald Trump.
Paralelamente, y con España, Irlanda, Países Bajos y Francia pidiendo a la Comisión Europea la revisión de los acuerdos UE-Israel y la ruptura de relaciones comerciales con Reino Unido, la presión occidental sobre Tel Aviv va 'in crescendo'. En ese contexto, Albares volvió a reivindicar ante sus homólogos árabes y europeos reunidos en Madrid la urgencia de acordar la llamada solución de los dos Estados «para que esta sea la última guerra y no otra guerra más». Esta pasa por conformar un Estado palestino «realista y viable», con Gaza y Cisjordania bajo el control de una única autoridad nacional palestina que coexista «pacíficamente» con Israel. «¿Cuál es la alternativa a la solución de los dos Estados? ¿Matar a todos los palestinos? Por supuesto que no. ¿Deportarlos a no se sabe dónde? Por supuesto que no», afirmó el ministro español antes de la cita.
Respecto a las sanciones, Albares recordó que España ya las ha impuesto a trece colonos israelíes y reiteróo que no descarta ninguna opción en cuanto a que puedan extenderse a responsables políticos. El titular de Exteriores reconoció que «cada vez más países se conmueven por las imágenes en Gaza», por culpa de lo que considera «una guerra sin sentido militar» que no sea matar a toda la población palestina o desplazarla «incluso a la Luna», ironizó. «El mismo derecho a la paz y la seguridad que tiene el pueblo de Israel, lo tiene el pueblo palestino», reivindicó.
Presente en el encuentro, el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohamed Mustafá, dio el visto bueno a la propuesta de Albares ya que confía en que Israel «escuchará» y pondrá fin a la ofensiva militar en Gaza si se imponen sanciones. «Lo que está ocurriendo en Palestina es muy triste y nos gustaría que acabara lo antes posible», señaló el dirigente árabe, que también ocupa la cartera de Exteriores, itiendo que les gustaría que Tel Aviv escuchara sus demandas de permitir la entrada de alimentos a Gaza, «detener la hambruna y detener el genocidio».
Fuentes diplomáticas españolas ponen en valor que el encuentro celebrado en Madrid haya tenido representación por parte de Gobiernos de distinto signo político y de distintos continentes. Entre las delegaciones que se dieron cita, se encontraban las de Alemania y Francia, así como otros paíeses europeos como Reino Unido, además de varias naciones árabes como Arabia Saudí o Qatar, e incluso Brasil. «Ninguno nos resignamos a que la violencia sea la forma natural de relacionarse entre palestinos e israelíes», puso en valor Albares. De hecho, durante la reunión, el ministro animó a reconocer al Estado palestino a quienes aún no lo han hecho, como es el caso de Portugal.
En general, las distintas delegaciones coincidieron en defender la urgencia de romper el «círculo virtuoso» de violencia entre palestinos e israelíes con una paz duradera que pase por el reconocimiento de Palestina. El ministro de Asuntos Exteriores noruego, Espen Barth Eide, dijo que «terminar el conflicto es mucho más que terminar la guerra, porque hemos visto durante muchos años que la violencia mata a gente, hay una pausa y vuelve otra vez». Su homóloga de Islandia, Katrín Gunnarsdóttir, expresó su deseo de que más países reconozcan a Palestina como Estado y que eso se realice en paralelo a que los estados árabes normalicen su relación con Israel, en un proceso de reconocimiento recíproco.
Por su parte, el responsable en funciones de la diplomacia de Portugal, Paulo Rangel, declaró a su llegada a la cumbre que la situación en Gaza es de «catástrofe total» y definió la reunión de Madrid como un encuentro «crucial» para preparar una conferencia prevista el 18 de junio en Nueva York sobre la solución de dos Estados.
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