El paso atrás de Merino, clave
LA OPINIÓN DE... ·
La decisión de Imanol de retrasar al navarro para apoyar a Zubimendi dio a la Real el control del partido, que se consolidó después del golSecciones
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LA OPINIÓN DE... ·
La decisión de Imanol de retrasar al navarro para apoyar a Zubimendi dio a la Real el control del partido, que se consolidó después del golNadie esperaba que el Levante saliera sin Morales y De Frutos, aunque sí lo hicieron con dos delanteros emparejados con los centrales de la Real para impedir las subidas al ataque de los dos laterales al mismo tiempo, desactivando ese recurso tan utilizado por la Real y, a la vez, cerrando espacios por dentro. La idea del equipo visitante era clara: aprovechar las contras y el espacio en torno a Zubimendi, que se quedaba solo para cubrir mucho campo, con Merino y Silva por delante. La respuesta de Imanol a este problema fue la clave del partido.
El entrenador de la Real decidió baja a Merino a la altura de Zubimendi. Ese paso atrás del navarro resultó determinante, porque giró la inercia del partido. Si hasta entonces había habido ocasiones en ambas mitades del campo, a partir de este movimiento el mando del encuentro pasó a manos de la Real. Los blanquiazules lograron evitar las superioridades que buscaba el Levante en esa zona y el partido se estabilizó, después de haber tenido fases de mucha ida y vuelta, para beneficio local. Ese cambio de tendencia se consolidó con el gol.
El tanto de Barrenetxea llegó en una jugada afortunada, pero confirmó en el marcador lo que empezaba a verse en el campo tras el cambio de posición de Merino. El momento también fue oportuno, en el minuto 42, psicológico.
El segundo tiempo fue totalmente diferente. La Real estuvo mucho más cómoda y el Levante anulado. Los blanquiazules estuvieron sólidos en defensa, cerrando los espacios que le gustan al Levante. El equipo estuvo muy bien estructurado atrás. Bien posicionado y sin problemas. Hubo tiempo para contemplar los buenos minutos de Robert Navarro y de Sorloth. Interesantes las expectativas que generan ambos.
El movimiento clave de retrasar a Merino fue lo que inclinó el partido, junto al gol. El entrenador del Levante también fue consciente de ello y metió en el campo a Morales y De Frutos, pero fue en vano. La Real les cerró sus vías de ataque, les obligó a jugar fuera de los sitios desde los que les gusta hacer peligro y si hasta el gol la balanza pudo haberse decantado para cualquier lado, tras el tanto de Barrenetxea no hubo más que un dominador, la Real.
La victoria es importante. Por los puntos, por supuesto, pero también por lo que dice de la evolución del equipo. Desde el partido del Camp Nou ha sido palpable. Ayer, los cambios hicieron que el equipo fuera a más, no fueron algo protocolario. Eso significa que hay plantilla con recursos. La Real tiene buen equipo.
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