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La ley vasca de Educación dio ayer un primer paso con la aprobación del proyecto por parte del Gobierno Vasco, aunque echa a andar lejos ... del consenso mayoritario que suscitó el pacto educativo firmado hace un año en el Parlamento. El Consejo de Gobierno aprobó el texto que perfila el futuro sistema educativo en Euskadi, que contempla un sistema único que acogerá a las redes pública y concertada, que abre la puerta a publificar centros privados y que tendrá como eje el euskera.
De hecho, el cambio del actual sistema de modelos lingüísticos por la consecución de perfiles de salida provocó ayer las primeras críticas de partidos políticos, algunos sindicatos y entidades como Kontseilua. El proyecto de ley ni siquiera nace con un acuerdo cerrado entre los dos socios de gobierno, PNV y PSE. Los socialistas aprobaron el texto para permitir que avance su tramitación, explicaron, pero mostraron diferencias en cuestiones de fondo que piden que se corrijan.
El consejero de Educación, Jokin Bildarratz (PNV), defendió ayer en la presentación del proyecto de ley que el texto que se ha remitido al Parlamento Vasco para su tramitación es «fiel y leal» al acuerdo histórico que se alcanzó el 7 de abril de hace un año y que contó con el 90% del apoyo de los grupos parlamentarios, ya que fue rubricado por PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos-IU. Pero de un año a esta parte ese consenso se ha ido resquebrajando, por lo que el Gobierno deberá hacer un esfuerzo para recuperarlo en el Parlamento.
El proyecto de ley recoge el modelo de la educación vasca para los próximos años, que será «de calidad, integradora, con igualdad de oportunidades, con la escuela pública como pilar fundamental, euskaldun y con una firme apuesta por la innovación», según Bildarratz.
Es precisamente en materia lingüística donde han surgido los primeros problemas. Su socio de gobierno, el PSE, no ve bien que la ley no recoja los modelos lingüísticos (A, B y D). El consejero de Educación aseguró que «no desaparecen», pese a reconocer que no se citan en ninguno de los 101 artículos del proyecto de ley. Insistió en el nuevo concepto de perfiles de salida, que serán del B2 en euskera y castellano al término de la enseñanza obligatoria, y del B1 en inglés. Además, explicó que cada centro educativo deberá desarrollar su propio proyecto en base a su «ecosistema lingüístico». «Las familias serán las que elijan los modelos educativos, y a partir de ahí serán los propios centros los que eleboren su propio proyecto lingüístico», manifestó. Los tres modelos, recalcó, «están vigentes, siguen vigentes y seguirán vigentes».
El futuro de la escuela pública es otro de los aspectos sensibles. Desde los sindicatos critican que se mantiene la dualidad de redes, en la que sale perjudicada la escuela pública. ELA ya avanzó que «la movilización y la huelga serán imprescindibles» para combatir este texto.
El proyecto de ley iniciará ahora los trámites que marca el Parlamento Vasco para poder convertirse en norma de obligado cumplimiento, 30 años después de la anterior ley educativa. En el Ejecutivo esperan que se pueda aprobar antes del final de esta legislatura (julio de 2024). «Pese a las elecciones municipales y forales, el Parlamento sigue trabajando, no está en tiempo electoral», dijo Bildarratz, para quien el de ayer fue «un día muy especial».
En cuanto a las diferencias con respecto a lo adelantado en el borrador presentado hace siete meses, lo cierto es que no hay prácticamente variaciones. Dos redes de enseñanza bajo un mismo paraguas, gratuidad de la educación, compromiso de la concertada de ajustarse a lo que le marque la ley, fin de la segregación, el euskera como eje y la cultura vasca son sus principales líneas. La novedad más destacada es que se abre la puerta a la publificación de los centros concertados que lo soliciten. Estos son algunos de los aspectos más relevantes.
Servicio público vasco de educación.Es el paraguas bajo que estarán los centros financiados con fondos públicos, la escuela pública y la red de centros concertados que se regirán por los principios de «no discriminación y transparencia». No podrán tener ánimo de lucro y deberán garantizar la libertad sexual y de género y priorizar el euskera.
Centros públicos. El pilar del sistema educativo vasco es la escuela pública. Bildarratz anunció que tendrá «la prioridad absoluta para los próximos 8 años» en cuanto a ejercicio presupuestario. Se pondrá en marcha el Consejo escolar de la escuela pública vasca, donde se analizarán sus principales necesidades.
Centros concertados. Por primera vez una ley regula la vida de los centros concertados cuya enseñanza será gratuita. Estarán sujetos a auditorías y tendrán preferencia los que atiendan a poblaciones escolares de condiciones económicas desfavorables.
Gratuidad. La enseñanza será gratuita en todos los centros que reciban financiación. Los centros concertados no podrán cobrar cuotas en este sentido y en las actividades o extraescolares que quieran hacerlo deberán contar con el visto bueno de la istración, que las hará públicas a través de su página web.
Publificación de centros . Se abre la puerta a desarrollar una normativa que permita integrar los centros privados en la titularidad pública.
Euskera. El sistema educativo vasco se define como plurilingüe e intercultural con el euskera como «eje vertebrador», cuyo uso se reforzará. Se establece el perfil de salida B2 al finalizar la ESO para euskera y castellano, y un B1 para un idioma extranjero (inglés). Los centros deberán elaborar su propio proyecto lingüístico según su propio entorno. Y se promoverá la capacitación en idiomas del profesorado y en euskera del personal no docente.
Presupuesto. La viabilidad de la ley dependerá de los presupuestos que se destinen a Educación. La memoria económica que acompaña al proyecto advierte que ponerla en marcha «precisaría de un esfuerzo presupuestario muy importante, sobre todo en los tres primeros ejercicios». Así, el ejercicio presupuestario en la red pública ascendería en este 2023, sin inversiones, a 1.001 millones de euros, y para la concertada sería de 680 millones, un 2,4% más que el año pasado. El salto se produce para el año que viene con un incremento del 6,4%, que vuelve a crecer un 3,4% en 2025. La estimación apunta a que en 2027 el ejercicio se mantendrá estable con respecto a un año antes y bajará un 33,3% en 2028.
Contrato programa. . Se considera prioritaria la autonomía de los centros educativos, que contarán con su propio proyecto educativo. Pueden estar sujetos a un contrato programa para desarrollar un proyecto concreto.
Freno a la segregación. Se impulsará un Pacto contra la segregación escolar con la comunidad educativa. El proceso de matriculación obliga a los centros que reciben financiación a reservar plazas para el alumnado vulnerable.
Consejo asesor sobre condiciones laborales. . En un año se crearía el consejo asesor sobre condiciones laborales. Tendrá carácter consultivo y en él estarán representados las principales patronales de la red concertada y los sindicatos del sector.
Religión. El sistema educativo vasco es laico. No se permitirá el adoctrinamiento.
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