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Miércoles, 5 de junio 2024, 02:00
La preparación, gestión y desarrollo de la Evaluación de Bachillerato para el a la Universidad (EBAU) –antigua Selectividad– que en Euskadi se celebra entre hoy y el viernes, es un proceso largo y complejo. Comienza en el inicio mismo del curso, involucra a mucha gente y exige grandes dosis de control, con procesos y episodios propios de una novela de misterio.
Para que cada uno de los 13.433 alumnos que se presentan este año en el País Vasco (4.511 de ellos en Gipuzkoa) tengan puntualmente en su mesa cada uno de los folios con las preguntas en el momento que corresponde, ha sido necesario imprimir cerca de 800.000 exámenes.
4.511 alumnos se presentan este año a la EBAU en Gipuzkoa. En Euskadi son 13.433.
40 tribunales con unos 800 profesores conforman la estructura encargada de la corrección.
28 de febrero, como tarde, se presentan los exámenes a la comisión de cada asignatura.
Una cifra tan elevada se debe a la creciente optatividad que envuelve esta prueba. Al hecho de que cada alumno realiza entre 5 y 9 exámenes se suma la estructura más flexible que se impuso durante la pandemia, cuando se aumentó la capacidad de elección para el alumnado y, este año, la aplicación de la última ley educativa (Lomloe), que ha aumentado el número de asignaturas optativas a un total de 30, diez más que el curso pasado. Además, en otra vuelta de tuerca en esa línea, los estudiantes pueden optar este año por realizar el examen de Historia de España o el de Historia de la Filosofía. El objetivo de tanta copia es evitar que un alumno no pueda realizar su examen porque no tiene el papel con las preguntas.
Jon Torres
Dtor. de a la Universidad
Las fotocopias de los exámenes se imprimen el fin de semana anterior a la realización de la prueba (en este caso los días 1 y 2 de junio), y desde entonces se han guardado en una sala cuya localización se niega a revelar Jon Torres, director de a la Universidad y, como tal, coordinador principal de todo el proceso.
Una sala secreta, explica el también profesor de la UPV/EHU, para la que existen solo seis llaves de , una para cada miembro de la comisión organizadora de la EBAU. Esta está formada por tres representantes del departamento de Educación del Gobierno Vasco y por los tres coordinadores de los campus de la universidad pública vasca (Gipuzkoa, Bizkaia y Álava). Son las seis únicas personas que pueden entrar a esa cámara.
Los exámenes salieron ayer de esa sala en vehículos de la Universidad hacia cada uno de los tres campus. Ahí los recogieron los 40 tribunales que conforman los comités examinadores. Son estos los encargados de custodiarlos hasta que se reparten a los alumnos y, una vez cumplimentados, de recogerlos y corregirlos. Cada tribunal está compuesto por un presidente, un secretario, y al menos un vocal por cada asignatura. La mitad de los es designado por Educación y la otra mitad, por la UPV/EHU.
Hasta llegar a hoy se ha seguido un largo camino que se inicia en septiembre. A comienzos de curso se forma un equipo de coordinación para cada materia formado por un profesor de Bachillerato y otro universitario, ambos «de contrastada experiencia».
Son estos los que tras analizar las normas y directrices del Ministerio –que define el curriculum y marca cómo debe ser la estructura básica de la EBAU–, y reunirse durante semanas con profesores y centros de Bachillerato para contrastar la adecuación del programa educativo vasco y de lo que se imparte en las aulas a esas instrucciones, realizan una propuesta de examen. Esta debe ser entregada «antes del 1 de marzo» a la ya citada comisión organizadora de cada asignatura, que revisa y valida la proposición. El examen queda guardado en soporte informático hasta su impresión física días antes de la prueba.
Torres subraya que, en su caso, guarda los exámenes en un ordenador sin conexión a internet para evitar intrusiones externas.
Con 40 tribunales de varios , Torres apunta que hay «unos 800 profesores» encargados de corregir los exámenes de Selectividad en Euskadi. A cada uno de ellos le toca «una media de 100-150 pruebas», aunque la cifra «difiere mucho en función de la asignatura que se trate, ya que depende del número de alumnos que se presenten a cada materia».
Cada tribunal recoge los ejercicios entregados por los jóvenes aspirantes a universitarios y, una vez corregidos, la nota se mete en el sistema. Las notas se publicarán el próximo jueves, día 13, a las 12.00 horas.
Un día después, y hasta el martes 18, se abre el plazo en el que un alumno puede solicitar la revisión de un examen si no está de acuerdo con la nota. Esa segunda corrección corre a cargo de un profesor distinto al primer evaluador. Esa nueva nota se publica el día 25.
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Elisa Belauntzaran e Izania Ollo | San Sebastián
Miguel González | San Sebastián y Oihana Huércanos Pizarro
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