Jonan Fernández (LABI): «No sabemos por qué estamos peor que otras comunidades»

- ¿En la reunión que mantuvo el LABI el pasado viernes se esperaban lo que iba a ocurrir la madrugada del domingo?

- Había preocupación y creo que podemos decir que lo que se ha visto en Euskadi ha sido menos de lo que nos temíamos. En todo caso, la preocupación continúa y hay que evitar que de día, pero especialmente de noche, haya agrupaciones de personas, que no se guarde la distancia de seguridad y que no se utilice la mascarilla.

- ¿Lo del fin de semana demuestra el cansancio de una parte de la juventud por las restricciones que sufren?

- Es evidente. Ese cansancio es comprensible, pero es fundamental pedirles un esfuerzo más. Estamos en un momento crucial, si en unas semanas conseguimos bajar la tasa de incidencia y logramos incrementar la vacunación, probablemente podremos empezar a pensar que podemos abrirnos a una nueva etapa. Aunque comprendemos ese agotamiento, el llamamiento a mantener las medidas básicas es fundamental.

- ¿Esta nueva etapa significa menos restricciones?

- Sí. Sin que esto suponga echar las campanas al vuelo y generar expectativas antes de tiempo, nadie quiere mantener las restricciones porque sí. Tienen que ir vinculadas a un nivel de riesgo en la transmisión del virus. En la medida en que este nivel vaya decreciendo, algunas restricciones se van a poder aligerar. Cuando hablamos de una nueva etapa estamos hablando de una etapa que nos permita recuperar espacios de mayor libertad, pero para llegar a eso tenemos que lograr que la transmisión del virus haya bajado mucho y que la vacunación se haya incrementado mucho.

- ¿Esperan un aumento de contagios en los próximos días tras lo ocurrido el domingo?

- No lo sabemos todavía. Si fuese así lo tendríamos que ver a finales de la próxima semana, pero a día de hoy es difícil saberlo.

- ¿En caso de que haya un aumento de contagios qué herramientas tienen para frenarlos?

- Tampoco hay fórmulas mágicas. Sabemos que los expertos nos dicen que el nivel de riesgo se reduce en la medida en que las agrupaciones de personas son menores y en que evitamos espacios interiores mal ventilados, usamos la mascarilla y mantenemos la distancia social. Estas son las reglas básicas que hay que cumplir. Ahora tenemos limitaciones de tipo jurídico para adoptar algunas medidas que creemos que son eficaces y que estaban siendo eficaces, como el llamado toque de queda o las agrupaciones de personas. Las que ahora están en vigor son las del decreto del pasado viernes, que establecen limitaciones a la actividad comercial, hostelera y de eventos sociales y culturales. Esas son las herramientas que tenemos.

- ¿Tienen margen para endurecerlas más?

- Siempre hay margen para apretar más. Esperemos que no sea necesario, que se mantenga la tendencia, que es descendente y a buen ritmo. Ningún indicador señala un cambio a corto plazo, y con ello me refiero a unos cinco o siete días, pero si esto cambiase, si viésemos que los indicadores empiezan a modificarse, tendríamos que pensar qué posibilidades tenemos de aplicar un mayor rigor en las medidas.

- El Gobierno central ha dicho que cada comunidad autónoma tiene mecanismos legales para aprobar restricciones.

- Contamos con mecanismos legales pero son limitados como se está viendo y, además, en cada comunidad son diferentes. Nosotros tenemos los que tenemos a partir del fin del estado de alarma y de la resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. No queremos entretenernos ni enredarnos en polémicas ni marear a la sociedad. Queremos dar una perspectiva clara. Ahora tenemos un decreto en vigor que establece claramente lo que se puede y no se puede hacer y, además, hay una serie de medidas que consideramos que son recomendables. Eso es lo que tenemos, es el principio de legalidad y en eso nos vamos a centrar sin perder tiempo en lamentaciones ni en discusiones.

- Estos días los ciudadanos han asistido confusos a un desbarajuste judicial.

- Genera perplejidad, pero no está en nuestra mano modificar las cosas. Nosotros tenemos que acatar las resoluciones judiciales, que es lo que hemos hecho. Nos hubiera gustado estar en otra situación, con otro marco, pero de momento eso no ha sido posible. No queremos tampoco contribuir a la controversia sino lanzar mensajes claros a la sociedad. Nosotros hemos hecho lo que hemos podido para que el estado de alarma se prorrogara unas semanas más, que es algo que nos parecía necesario. No ha podido ser, pues con lo que tenemos ahora vamos a hacerlo lo mejor posible.

- ¿Qué segunda dosis van a poner a los que ya han recibido una primera de AstraZeneca?

- Ahí somos partidarios de no actuar unilateralmente, de tratar de atender las recomendaciones de las autoridades europeas y buscar el consenso en el Consejo Interterritorial de Salud. Eso es lo que haremos. Ahora se ha decidido prorrogar unas semanas más la decisión e intentaremos que se adopte con el más alto grado de evidencia científica, es decir, que se tome la decisión más segura. De lo que estamos seguros es de que va a haber segunda dosis para quienes han tomado la primera de AstraZeneca y que cuando se decida cuál se va a inyectar será porque es la que más seguridad científica ofrece.

- ¿La elevada incidencia de contagios en Euskadi en esta cuarta ola significa que algo se ha hecho mal?

- Hay que ser honesto a la hora de reconocer lo que se sabe y lo que no se sabe. Nuestros expertos de la comisión técnica del LABI repiten en casi todas las reuniones que es mucho lo que se sabe sobre el Covid pero es mucho lo que no se sabe. Muchas veces les planteamos preguntas como por qué Valencia estaba a principios de febrero con 1.400 de tasa de incidencia y ahora está por debajo de 60.

- ¿Qué contestaban?

- No hay una respuesta clara a la pregunta de por qué estamos un poco peor que otras comunidades autónomas. Lo que sí sabemos es que las medidas de contención y prevención limitan el crecimiento exponencial de la transmisión y que si no las tuviéramos la situación sería muchísimo más grave, eso es lo que sabemos.

- ¿Por qué en Gipuzkoa ha habido tantos contagios?

- Esta pregunta nos la hemos hecho nosotros. No lo sabemos.

- ¿Qué verano nos espera?

- No debemos pensar que va a ser el de 2019, pero si en estas próximas tres o cuatro semanas lo hacemos bien todos, si conseguimos que la vacunación suba, será un poco más desahogado que la situación que tenemos ahora.

- ¿Y si no?

- Si tuviéramos un cambio de tendencia brusco, algún factor imprevisto, alguna variante que desconozcamos, algo que cambiara las previsiones, tendríamos que adaptarnos a esa circunstancia, pero nuestra hipótesis en este momento es que vamos a conseguir los dos objetivos de reducir la transmisión a mínimos y llevar a máximos la vacunación.

- ¿La inmunidad de grupo está cerca?

- Los expertos dicen que se alcanzará cuando como mínimo esté el 70% de la población vacunada y eso puede darse durante el verano o después, depende de la disponibilidad de las vacunas.

Jonan Fernández reconoce que en el LABI «hay cansancio acumulado», pero añade que podemos estar «al principio del fin». «Eso nos da energía», dice.

- ¿Está cansado después de tantos meses?

- La tensión que nos toca vivir es muy alta, tenemos que atender a presiones, acusaciones, a veces hasta a insultos, pero debemos intentar tomar decisiones equilibradas y atendiendo a lo principal, que son las recomendaciones de la gente experta. Por supuesto que hay cansancio acumulado, pero nos encontramos en un momento interesante. Podemos estar al principio del fin y eso nos da la energía que hemos podido perder.

- ¿Le miran bien los camareros cuando se sienta en la terraza de un bar?

- Tampoco soy muy asiduo, pero no he tenido ningún problema.

- ¿Qué sienten cuando después de varios días de descensos comienzan a subir de nuevo los contagios? ¿No es desmoralizador?

- Se vive con ansiedad. La tendencia ascendente significa más hospitalizaciones, más UCIs, mas fallecimientos y más medidas restrictivas, y todo ello es más sufrimiento.

- ¿Son conscientes de que cada decisión que toma el LABI se mira con lupa en la calle, de que todos están pendientes de lo que hacen?

- Somos conscientes de ello y también de que son decisiones difíciles. En algunos momentos lo que hacen es tratar de regular lo que es parte de la vida cotidiana de las personas. Es muy difícil regularlo todo, siempre hay alguna contradicción, algún vacío, porque es imposible regularlo todo en un decreto de diez páginas. Siempre hay excepciones, dudas y preguntas, hay que asumir esto.