«Pase lo que pase en el juicio Mikel no va a volver, que es lo que queremos»

El 11 de enero de 2020 el donostiarra Mikel Manzano y su amigo Xabier Telletxea murieron en un accidente múltiple en la N-121-A, a la altura de la localidad navarra de Olagüe. Esta semana la Audiencia de Navarra celebra el juicio contra el conductor que provocó el fatal siniestro, para quien la Fiscalía pide 6 años de prisión y las acusaciones particulares 12. La familia de Mikel está siguiendo cada jornada del juicio con «mucho dolor, pero fuertes, es nuestro hijo y tenemos que estar», asegura su padre, que comparte nombre con su hijo. «Pase lo que pase en el juicio Mikel no va a volver, que es lo que queremos. Eso sabemos que no lo vamos a conseguir», insiste. Su deseo es que esta semana de juicio «acabe pronto, para poder pasar página, estamos cansados».

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, la noche anterior al accidente el encausado había consumido anfetaminas y apenas había dormido, y esa mañana se desplazó desde la localidad navarra en la que residía a Hondarribia, donde pasó el día pescando y consumió nuevamente anfetaminas.

Al terminar su jornada de pesca, A.M.L. se puso al volante de su vehículo, un Mitsubishi Montero, para regresar a su domicilio, pese a estar afectado por el consumo previo de droga y al cansancio derivado de no haber descansado la noche anterior, lo que «constituía un grave riesgo para la circulación». El Ministerio Público sostiene que el acusado «conducía irregularmente» su vehículo todoterreno y que antes de provocar el choque mortal ya había invadido el arcén derecho y posteriormente el carril izquierdo a la altura de las Ventas de Arraitz, según un testigo que circulaba por detrás.

Según prosigue el relato del Ministerio Público, en el punto kilométrico 20 de la N-121-A el acusado invadió el carril contrario, colisionando contra el vehículo en el que viajaban los dos fallecidos, el donostiarra Mikel Manzano Altuna y Xabier Taberna Tellechea, de 19 años y de Igantzi. Los dos jóvenes fallecieron en el lugar y un tercer ocupante del turismo resultó herido. Otras tres personas sufrieron heridas de diversa consideración en el accidente, ya que el turismo BMW en el que viajaban las víctimas mortales llevaba un remolque que perdió la carga e invadió el carril contrario, chocando contra un camión articulado que circulaba sentido Pamplona. Además, un turismo con tres ocupantes no puedo evitar chocar contra la parte delantera del BMW que conducía Mikel.

El Fiscalía entiende que los hechos narrados son constitutivos de un delito de conducción bajo la influencia de las drogas, dos delitos de homicidio por imprudencia grave y tres delitos de lesiones por imprudencia grave, por los que solicita una pena de seis años de prisión.

Desde el día del accidente el padre de Mikel ha insistido en la peligrosidad de la N-121-A, que registra una gran mortalidad. ««Por desgracia le ha tocado a mi hijo, pero mañana puede ser el de otro».

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