Euskadi impone las condiciones más duras del Estado para contratar un VTC

En estos meses, las partes han tenido tiempo de analizar al detalle las particularidades del decreto que se prevé aprobar antes de fin de año, con mucha más premura tras la entrada de la variante Uber en Bilbao, «una opción que no estaba contemplada» como remarcó ayer la directora de Planificación del Transporte, Janire Bijueska.

En estos meses se han producido movimientos relevantes, sobre todo en Cataluña. El Govern estableció en febrero en 15 minutos la precontratación mínima de los VTC. Eso provocó la huida de Uber de dicha comunidad al considerar ese plazo -y también la imposibilidad de utilizar la geolocalización- como excesivo. No abandonó la comunidad otra plataforma, Cabify, que ha seguido operando y ha sufrido la restricción aún más importante impuesta por el Ayuntamiento de Barcelona.

El consistorio de Ada Colau acordó en mayo elevar a una hora la precontratación de los VTC, una medida recurrida en los tribunales por una compañía del sector, y que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña suspendió cautelarmente en julio al entender que se trata de una regulación que les parece «contraria a la libertad de empresa y discriminatoria».

Esa concatenación de hechos ha sido analizada por el Ejecutivo vasco y ha sido decisiva a la hora de reducir a la mitad -de 60 a 30 minutos- la antelación en la contratación de los VTC que se incluirá en el próximo decreto. Aun así, esa precontratación será la más dura de todo el Estado (en Madrid, por ejemplo, no existe esa obligación).

En la reunión de ayer, liderada por al viceconsejero de Transportes, Antonio Aiz, y la directora de Planificación del Transporte, Janire Bijueska, asociaciones de Taxis y representantes de VTC analizaron la nueva realidad, después de que Uber haya aterrizado ya en la capital vizcaína y haya realizado operaciones en todo el territorio -los taxistas de Gipuzkoa afirman que aquí no se han registrado todavía viajes-. El Gobierno Vasco se mostró favorable a incrementar el uso de las nuevas tecnologías en los modelos de negocio tanto de taxis como de VTC en un mercado que considera que «hay espacio para ambos». Todas las partes mostraron su interés en aprobar próximamente el Decreto que regulará todo tipo de servicios.

Las características del decreto son prácticamente las mismas que las presentadas en el acuerdo de febrero, a excepción de la ya mencionada precontratación que se ha revisado a la baja. Los VTC no podrán circular por las vías públicas en busca de clientes y tampoco podrán ser geolocalizados por los interesados a demanda.

El Gobierno Vasco solicitará además la colaboración de ayuntamientos y diputaciones forales en las tareas de inspección y control del cumplimiento de la normativa vigente en materia de ordenación del transporte terrestre. Eso sí, también hay que tener en cuenta que los propios consistorios tienen competencia para poder diseñar regulaciones propias como ya ha planteado Barcelona, aunque de momento ningún consistorio ha mostrado tal intención.

El presidente de la Federación Vasca del Taxi, Borja Musons, pidió ayer tras la reunión que los agentes de tráfico de los distintos municipios vascos y de la Ertzaintza «actúen de oficio y hagan cumplir la normativa» a las plataformas digitales como Uber que ya operan en Bilbao. Los taxistas denuncian que durante el pasado fin de semana estos vehículos han incumplido la normativa estatal «en lo relativo a la prohibición de captar clientes en la vía pública». «Tenemos plena confianza en las istraciones y el las leyes y por eso pedimos que a estos señores (en referencia a Uber) cumplan la ley», señaló Musons.