Eibar

Adquirido el número 16 de Arragueta cuyas obras comenzarán en octubre

Con esta adquisición, se desbloquea definitivamente un ambicioso proyecto de transformación urbana que permitirá la creación de una nueva conexión peatonal entre Arragueta y Bidebarrieta.

Entre las previsiones municipales están las de iniciar la regneración de Arragueta «para el mes de octubre».

La adquisición de este inmueble no es un hecho aislado, sino la culminación de una estrategia de intervención urbana que lleva años gestándose. La demolición del número 16, junto con la ya ejecutada de los edificios contiguos, el 15 y el 17, permitirá liberar un espacio estratégico que servirá para generar un paso más fluido, accesible y seguro para peatones, facilitando así la movilidad entre dos zonas clave del centro urbano.

El alcalde Jon Iraola ha calificado este avance como un momento crucial. «Con esta adquisición cerramos una etapa fundamental. Ahora sí, podemos afirmar que estamos listos para transformar esta zona histórica de Eibar. Esta intervención no solo mejora la movilidad, sino que refuerza la identidad y calidad urbana de la ciudad».

El proyecto global de reurbanización, que contará con una inversión de más de 1.033.000 euros, está incluido en los presupuestos municipales de 2025. Según ha confirmado el Consistorio, las obras podrían comenzar antes de finalizar el año, una vez que se culmine la demolición y se lleve a cabo el correspondiente proceso de licitación.

Las obras previstas abarcan el tramo de la calle comprendido entre Arikitza y Urkizu, e incluyen medidas de mejora integral del entorno urbano.

Entre las actuaciones más destacadas figura el ensanchamiento de aceras, que llegarán hasta los tres metros en algunos puntos, permitiendo una circulación peatonal más cómoda y segura. La calzada, por su parte, se renovará con asfalto impreso de apariencia adoquinada, un acabado que aúna estética tradicional y funcionalidad moderna. La intervención contempla también la renovación de las infraestructuras subterráneas, así como la modernización del alumbrado público, con la instalación de luminarias más eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Asimismo, se incorporará nuevo mobiliario urbano, con bancos, papeleras y elementos de diseño que mejoren la habitabilidad del espacio.

Pero más allá de las cifras y los aspectos técnicos, el proyecto tiene un fuerte valor simbólico. Arragüeta es una calle cargada de historia, que ha sido testigo de la evolución urbana de Eibar durante décadas. Su transformación no solo responde a una necesidad práctica, sino también al deseo de recuperar un espacio para la ciudadanía, dotándolo de nuevos usos y de un diseño más humano y accesible.

En esta dirección,Iraola apuntó que «el objetivo es claro: hacer de Eibar una ciudad pensada para las personas, donde los espacios públicos sean cómodos, seguros y fomenten el encuentro. Esta intervención responde a una demanda histórica de los eibarreses y eibarresas, y es una muestra de que seguimos avanzando hacia un modelo urbano más habitable».

El proyecto forma parte de una visión más amplia de ciudad que prioriza la sostenibilidad, la movilidad peatonal y la calidad del espacio público. En este sentido, la actuación en Arragueta podría servir como modelo para futuras intervenciones en otros barrios y calles de Eibar.