«Pongo a los compositores en contexto casi de manera futurista»
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El músico islandés actúa hoy por primera vez en Donostia en un recital en solitario en el Teatro Victoria Eugenia PianistaEs la última revolución del piano. Tiene 38 años, llega de tocar con la Filarmónica de Bergen en el Festival de Edimburgo, así como en ... Copenhague, Wiesbaden y Bremen. Tras pasar por Donostia, el pianista Vikingur Olafsson irá directamente al Festival de Lucerna y al Baltic Sea de Estocolmo.
– En alguna ocasión, se han referido a usted como el 'Glenn Gould de Islandia'. ¿A qué atribuye que le hayan puesto esa etiqueta?
– Creo que es algo que tiene que ver con vivir en el siglo XXI, con ser un artista joven con todo el peso de la historia. A mí no solo me han comparado con Gould, también con Michelangeli, pero cada pianista es diferente y es imposible ser como ellos. Creo que es un juego mediático y hay que disfrutarlo. Yo solo quiero ser Vikingur Olafsson, Nadie puede ser Gould ni sonar como él. Y lo mejor que puedes hacer como intérprete es buscar tu sonido.
– Con el lanzamiento de su álbum en 2018 con obras de Bach se convirtió en artista exclusivo del sello Deutsche Grammophon. ¿Hasta qué punto el apoyo de esta discográfica ha influido en su carrera?
– Siempre he querido estar seguro de elegir mi repertorio y tengo que trabajar para que mi sello discográfico respete mis decisiones y elecciones. Deutsche Grammophon siempre me ha apoyado. Es importante estar de acuerdo con la gente con la que trabajas tan de cerca.
– Se han referido a usted como un «pianista increíblemente brillante». ¿Le afectan las críticas?
– Las críticas me preocupan como a cualquiera que está en la primera fase de su carrera. Todavía me acuerdo de las primeras que tuve. Desde entonces ha pasado mucho tiempo y estoy agradecido a la gente que ha escrito sobre mi música, independientemente de que les guste lo que hago o no. Pero en realidad es algo secundario. Durante años no he leído las críticas, ni siquiera las buenas, porque si las lees, también tienes que leer las malas y yo prefiero ser crítico conmigo mismo. Lo más importante es cuestionarse a uno mismo, estar seguro de lo que haces, grabarte, escucharte y ser tu propio crítico.
– Ha ofrecido recitales en las salas más prestigiosas de Europa y ha triunfado en Japón y Estados Unidos. ¿Cuáles diría que son las claves de su éxito?
– Es una buena pregunta. Mi éxito vino lentamente. Soy de Islandia, un país muy bonito pero que no deja de ser una isla pequeña, con poca gente y no se conoce a muchos solistas y directores internacionales, así que he tenido que hacer el camino despacio y labrarlo concierto a concierto. Empecé en 1994 tocando para poca gente en Islandia, en sitios en mitad de la nada. Hasta 2014 las cosas no empezaron a despegar y de repente vino todo a la vez. Una vez tuve este debate con el pianista Alfred Brendel. Yo me quejaba de que no me salían conciertos y me dijo que en 15 años tendría éxito de repente. Y siempre recordaré sus palabras: tómate tiempo para llegar al éxito.
– Una de sus señas de identidad es su originalidad a la hora de elaborar programas. ¿Qué persigue en el momento de diseñarlos?
– Aprendí mucho dirigiendo un festival de música en Islandia. Me aportó mucho para entender el contexto de la música, cómo la experimentas. Me gusta contextualizar mis recitales y grabaciones. Pongo a los compositores en contexto casi de manera futurista, yendo hacia detrás y hacia delante. Crear estas conexiones es lo realmente interesante para mí.
– En el concierto que ofrecerá en Donostia hoy lo hace. Ofrece obras de Mozart, Galuppi, Carl Philipp Emanuel Bach, Cimarosa y Haydn.
– Así es. Mi deseo es crear un diálogo entre diferentes compositores con Mozart como eje central enmarcando los últimos diez años de su vida, cuando cambió tanto su estilo: Mozart experimentando sobre Bach, haciendo polifonía, trabajando con contrastes más grandes, abriendo el siglo XIX al periodo romántico que vendría después... porque Mozart era romántico en espíritu. Lo que quiero es ofrecer algo nuevo con un contexto, también tocando bien, claro, pero que la gente salga con algo nuevo que no ha tenido antes y puede que conectando ideas. Ese es mi sueño.
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