La jocosa loa de Berto Romero a un besugo que se zampó en el Saltxipi de Donostia: «Lo recuerdo mejor que a la cara de mi fallecido padre»

Los humoristas Berto Romero y Andreu Buenafuente fueron dos de los protagonistas del primer fin de semana del pasado Festival de Cine de San Sebastián. Llegaron para presentar su nueva serie 'El Otro Lado', en una experiencia que han calificado como «magnífica, aunque no comimos mucho». En tono de humor, ambos han hecho un resumen de su paso por San Sebastián y el Zinemaldia en su programa de radio de la Cadena Ser 'Nadie sabe Nada'.

Andreu Buenafuente reconoció que durante el fin de semana «nos trataron muy bien. Pero no comimos mucho», añade. «Teníamos mucho trabajo y ahora han intentado la 'comida cóctel', que no es ni cóctel ni comida. Yo pasé hambre el fin de semana», reconoce en el último programa de 'Nadie sabe Nada'. Por ello, ambos humoristas están de acuerdo en que el «el siguiente viaje a San Sebastián tiene que ser solo para comer».

(A partir del minuto 26:20 de la emisión)

Eso sí, pese a no tener mucho tiempo en esta ocasión para hacer un recorrido gastronómico por la capital guipuzcoana, Berto Romero sí que reconoce que le ha dejado marcado uno de los platos que comió en un local donostiarra: «El sábado comí un besugo en el 'Saltxipi', ¡que lo voy a recordar toda mi vida! Recuerdo el besugo y practicamente no recuerdo la cara de mi padre que falleció hace años. Se me ha quedado grabado», explicaba de forma jocosa Romero en antena.

Berto Romero recuerda también su llegada al Zinemaldia y un error que todavía le pesa. «Cogí el avión a las seis de la mañana y llegué dormido al Maria Cristinta. Cuando salí había gente apostada que quieren fotos y autógrafos. No me informé de eso. Llegué dormido, sucio, quería tomarme un café y ducharme. Yo no sabía lo que era eso y me metí directamente para dentro», narra. Después llegaron las actrices de la serie, que sí se pararon a hacerse fotos y firmar autógrafos. «Eva Ugarte y María Botto saludaron y allí había un cámara grabando. Y luego miré las imágenes que sube el Festival de las llegadas y aparecen todos firmando y yo con la cabeza baja entrando al hotel. Y en la habitación pensé: 'Ya la has cagado'», añade.

Por eso, se quiso redimir al día siguiente. «El sábado, que no tenía nada que hacer, me paré a firmar, a hacer fotos... pero ya no había cámara grabando, ya que la que vale es la primera llegada. Y ahí lo di todo. Le daba vueltas a que la gente iba a decir que 'mira que rancio es el puto Berto'... pero bueno, hay parte de ranciedad y parte de equívoco».

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