Cambio brusco de tiempo: de una mañana calurosa a una tarde con aviso amarillo por tormenta, lluvia y granizo

Mayo se está despidiendo con su mejor cara en Gipuzkoa. Los últimos días están siendo soleados y calurosos, un clima que se agradece cuando van llegando los meses centrales del año. Sin embargo, aunque el calor ha apretado durante la mañana, al mediodía ha entrado la bruma en la costa provocando una caída de la temperatura de unos seis grados en menos de media hora. A medida que avance la tarde se espera que este cambio se agudice aún más ya que la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet, ha activado a las 14.00 horas el aviso amarillo por tormentas y granizo tanto en la costa como en el interior del territorio, aunque sin riesgo de galerna. A este aviso se suma el de posibles precipitaciones de Euskalmet a partir de las 15.00 horas.

Las temperaturas, que ya se dispararon ayer, han seguido al alza durante toda la mañana de hoy. En Donostia se han llegado a los 30,1 grados de máxima, mientras que en el interior se han rozado los 32º. Se preveía una mañana calurosa. De hecho, a las 08.40 horas de esta mañana Mutriku, con 29,2 grados, marcaba la sexta temperatura más alta de la península, por detrás de Badajoz, y municipios de Almería y Sevilla. Curiosamente, a media mañana, el mercurio ha experimentado un bajón, hasta situarse en los 18,2 grados a las 12.40 horas en esta misma localidad, según las mediciones de Aemet.

Los valores han comenzado a descender de forma generalizada a mediodía. Así por ejemplo, en San Sebastián, los termómetros a las 14.20 horas marcaban 20,4 grados, casi diez menos que a las 11.20 de la mañana. Este bajón térmico se ha notado tanto en la costa como en el interior. En Zumarraga por ejemplo, los termómetros marcaba 30,8 grados a mediodía, pero a las 14.00 horas ya habían bajado a 23º. En Oiartzun, se ha pasado de los 29,5 grados (11.50 horas) a los 22,1º (14.30), según los datos de las estaciones de Euskalmet.

Durante la tarde, la previsión apunta a que «la inestabilidad crecerá y se formarán nubes de evolución que podrían descargar en forma de chubascos, sin descartar tormentas». El calor seguirá siendo protagonista, de hecho, las temperaturas se han estabilizado tras el citado descenso, pero cabe la posibilidad de que el día termine con lluvia, tormenta y granizo si se cumplen las previsiones de las agencias de meteorología.

Los termómetros marcaron ayer máximas de hasta 33 grados en Arrasate y 32 en Aretxabaleta y Beasain. En las zonas de interior donde más subió el mercurio los guipuzcoanos optaron por los ríos a la espera de la apertura de las piscinas, que este año llegarán más tarde que el calor.

A falta de playas, estos espacios naturales se llenan de niños y niñas en el interior, representando la opción más refrescante hasta la apertura de las piscinas municipales.

Para mañana sábado se espera una bajada de las temperaturas. Las máximas en la costa rondarán los 23 grados pero en el interior seguirán sin bajar de los 30°. La nubosidad será más densa en la vertiente cantábrica, aunque se despejarán en las horas centrales del día. Por la tarde las nubes volverán a ocupar los cielos y es posible que se produzcan algunos chubascos tormentosos aislados, sobre todo en el interior.

El fin de semana terminará por torcerse el domingo. Aemet prevé una bajada de temperaturas general en todo el territorio. Tanto en la costa como en el interior las máximas se situarán más cerca de los 20 grados que de los 30 –21° en la costa y 24° en el interior–. La probabilidad de chubascos aumentará considerablemente, llegando a ser de carácter tormentoso en la zona sur de Gipuzkoa.

El mes de mayo se despide con calor y cielos despejados, y junio dará inicio al verano con nubes y chubascos que se prolongarán hasta los primeros días de la próxima semana.

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