No gana cualquiera la Itzulia

Ayer, en la crono de Génova, solo fue superado por el mayor especialista del mundo sobre una cabra. Remco Evenepoel (Soudal) le metió 11 segundos en 17 kilómetros. Poco más de medio segundo por kilómetro. Un logro solo alcanzable por un gran ciclista que, además, está en un punto extraordinario de forma, algo a lo que ha contribuido directamente su lucha en las carreteras vascas.

En la prueba en solitario que abrió la Itzulia, en Vitoria, también fue segundo, esta vez por centésimas ante Maximiliam Schachmann (Soudal). Allí empezó a fraguar la que sería su primera general World Tour, aunque le quedara mucha tela que cortar los días siguientes. Ayer, por el contrario, terminó de rematar su segunda vuelta por etapas de la máxima división mundial después de bregar mucho y bien las jornadas anteriores. De una manera u otra, el equilibrio en el rendimiento en diferentes terrenos le ha llevado a la gloria.

Almeida se fue a su casa tras calarse la txapela en Eibar y ha reaparecido esta semana con el poso de campeón que le dejó la competición. Las rutas entre Pamplona, Lodosa, Zarautz, Beasain, Markina, Urduña, Gernika y Eibar acogieron una disputa deportiva que, además de espectáculo, sembró una condición portentosa en los ciclistas que más se estrujaron. Almeida se acaba de vestir el amarillo final en Romandía y Mattias Skjelmose (Lidl Trek) ha resultado el flamante ganador de la Amstel Gold Race. No anda cualquiera en las posiciones punteras de la Itzulia.

No pudo estar en Euskal Herria Remco Evenepoel, pero el belga ha demostrado en Romandía que ha vuelto para ser el mismo tras la grave caída sufrida en diciembre. No pudo estar con los mejores en Thyon 2000 el sábado, pero ayer demostró que ha asimilado bien la carga de una semana consecutiva de competición. Es el otro gran triunfador de la semana. Tanto Remco como Almeida se retiran de momento de las plazas pensando en el mismo objetivo: el Tour. El portugués volverá en Suiza y el belga, en Dauphiné. El primero regresará a la disciplina del gran capo mundial del ciclismo (Tadej Pogacar) mientras el segundo persigue el sueño de arrebatarle algún día ese trono.