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La plantilla dele Real Unión durante un entrenamiento en el Stadium Gal. Real Unión Club
Real Unión

Un proyecto fracasado obligado a reformularse

Siete entrenadores en los últimos tres años y casi cinco millones de gasto en el último ejercicio no han evitado el descenso del Real Unión a 2ª RFEF

Bruno Parcero

San Sebastián

Lunes, 26 de mayo 2025, 07:13

El descenso del Real Unión a 2ª RFEF en Lezama ha confirmado el fracaso del proyecto deportivo puesto en marcha en el verano de 2022 por la familia Emery y liderado desde la dirección deportiva por Mikel Bengoa. Tres años después, aquel ambicioso objetivo de llevar al club a la Segunda División ha quedado sepultado por la realidad que dicta que la próxima temporada el equipo competirá en la cuarta división del fútbol estatal como hizo en el siglo pasado por última vez. Toca resetear y reformular el proyecto deportivo para que el paso por la 2ª RFEF sea lo más corto posible.

Unai Emery tomó el control del club en junio de 2021 y lo hizo heredando a Aitor Zulaika en el banquillo, a quien en septiembre de ese mismo año se renovó hasta el 30 de junio de 2023, y a Gorka Etxeberria en la dirección deportiva. Juntos habían logrado clasificar contra pronóstico al Real Unión para disputar la nueva 1ª RFEF y desde el club se tomó la decisión de no entrar como elefante en cacharrería. Aquella primera campaña en la nueva y exigente categoría se saldó con 60 puntos y un octavo puesto que le dejó a solo dos de disputar el playoff de ascenso.

Sin embargo, y pese al buen rendimiento, el club decidió prescindir de Etxeberria y otorgar al gasteiztarra Mikel Bengoa plenos poderes. Aquella campaña estuvo marcada en su inicio por una plaga de lesiones que se llevó por delante a Zulaika en la jornada 13. David Movilla, su sustituto, apenas estuvo otros 13 partidos y fue Iñaki Goikoetxea quien salvó al equipo del descenso gracias a cuatro victorias y dos empates en las últimas seis jornadas.

Lo lógico parecía dejar a 'Goiko' en el banquillo, pero la apuesta fue Fran Justo, avalado por su brillante trayectoria en el Arenteiro. En noviembre, el club renovó dos temporadas mas a Bengoa y días después anunció la entrada del grupo V Sports que lidera el Aston Villa FC, lo que trajo consigo cambios importantes. En diciembre el técnico gallego fue cesado con el equipo en mitad de tabla, dejando para el recuerdo una surrealista rueda de prensa en la que Igor Emery trató de explicar la decisión: «Es un cambio inesperado que llega dentro de un proceso que está incluido en el convenio que hemos firmado con el Aston Villa. El proceso se ha acelerado más de lo esperado», dijo, agradeciendo la labor de un cuerpo técnico que había «puesto en marcha una dinámica de trabajo profesional, a la altura de lo que buscábamos en el Real Unión». Y una última frase para el recuerdo: «Si algún equipo piensa en apostar por Fran Justo y su cuerpo técnico, no se va a equivocar».

El error, visto lo visto, fue la llegada desde Birmingham de Iñigo Idiakez, un técnico sin apenas experiencia en la categoría que duró 13 jornadas en las que logró dos victorias y 12 puntos sobre 39 antes de ser nuevamente cesado para traer de vuelta a Justo, que logró salvar la categoría de milagro y gracias al tropiezo del Sabadell.

Esta última campaña, y con un gasto presupuestado de 4.721.165 euros tras la última ampliación de capital para lograr «un proyecto deportivo fuerte y ambicioso que por fin nos abra las puertas de la liga de fútbol profesional y permita a la entidad reverdecer viejos laureles», según anunció Igor Emery en la Junta de diciembre, Bengoa confeccionó una plantilla con jugadores caros y de nivel, pero corta. Apostó por Mikel Llorente como técnico, pero duró 15 jornadas. Para sustituirle se volvió a recurrir a la estructura del Aston Villa y llegó Albert Carbó que no ha podido evitar que tres años y siete entrenadores después, el proyecto puesto en marcha con Mikel Bengoa como cabeza visible termine con el Real Unión en 2ª RFEF y con la incertidumbre sobre su futuro instalada entre la gente que trabaja en el club.

El descenso cambia la situación contractual de varios jugadores

El descenso va a obligar al Real Unión a reestructurar su plantilla para reducir su coste pese a que con algún jugador las conversaciones para renovar estaban avanzadas. Los recientemente renovados Sergio Benito y Alberto Quintana tienen en sus nuevos contratos cláusulas que les permiten romper su vinculación en caso de descenso. Iñaki Olaortua y Joan Puig tienen contrato hasta 2026. Iker Bilbao, Sergio Santos e Iván Ayllón finalizaban su vinculación este 30 de junio, aunque tenían una temporada más opcional, mientras que el resto finaliza su contrato en algo más de un mes, si bien alguno de ellos podría optar por continuar incluso en 2ª RFEF.

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