«Tengo el gusanillo de jugar el Manomanista, pero hace falta tiempo»

– ¿Cómo ha amanecido?

– Genial. Me he despertado tranquilo y me he puesto a contestar todos los mensajes que tenía pendiente después de ganar. He salido a andar por el monte, a por setas. He comido y he venido a las entrevistas para estar con vosotros.

– ¿Mucha paliza?

– No tanto, la verdad. Ahora me explico. Cuando me he pegado palizas como las del domingo suelo notarlo más al segundo día cuando empieza el entrenamiento que el día posterior. Ahora te ves como recuperado, veremos en la primera sesión. Si no no me hubiese dado el paseo que me he dado. No se me han subido las bolas ni nada.

– El domingo dijo que empezó bloqueado.

– Quizás me expresé mal, creo que empezamos de maravilla. En algún momento del partido sí que me sentí más bloqueado, cometimos algún error y ellos acertaron. Nos apretaron mucho al final. Veíamos que ese último tanto nos estaba costando mucho hacer y Peio empujó mucho como pareja. Había que insistir y pelear.

– En una final de 90 minutos y 801 pelotazos... ¿No se cayó ninguno, no?

– Solo he visto el último tanto y veo a los cuatro cansados salvo a Peio, que de movimientos estaba más fresco. Se notaba la paliza del partido, y la tensión.

– ¿Influyó el material en el tramo final?

– No. Había fases en las que sacaron una pelota e hicieron una tacada. Nosotros también mantuvimos alguna pelota, eran todas buenas y creo que se quedó una sin utilizar.

– ¿Tanto peso coge la pelota?

– Sí, en cuanto bota después del seis hay que dejarle a la pelota más metros que en otros frontones. Coge un bote grande, largo, coge peso desde que bota hasta que le das. Hicimos un par de entrenamientos y es clave acostumbrarse rápido.

– Hizo siete tantos hechos, más que ninguno.

– Bueno, no he visto el partido. Ni estadísticas ni nada. Cuando estaba comiendo he visto el último tanto. La final del año pasado tampoco la he visto, algún día me animaré. No sabía lo de los siete tantos, pero está genial. Es difícil que un zaguero haga tanto daño, eso quiere decir que Peio me dejó buenas pelotas. Pillé a los contrarios cansados.

– ¿Corrió mucho?

– Sí, la verdad. Jokin y Julen te intentan mover siempre en la cancha, te quieren sacar de tu sitio de confort. Con Jokin adelante tienes que cubrir todas las esquinas del frontón. Echa la pelota donde no está el contrario. Tratas de ayudar a Peio, pero también cubrir atrás.

– ¿Se ve ahora más completo?

– Con la izquierda tengo confianza cuando le doy de aire. Me suelo plantar en el cuadro cinco y seis y pienso que no voy a fallar. Tengo que salir con esa confianza porque da resultado. De piernas me encuentro igual que siempre, a veces estás más parado por lo que sea. No tengo la percepción de verme más completo, me veo como siempre. Esto va por rachas. A veces pegas y a veces se te encoge el brazo.

– ¿Ganar así sabe mejor?

– A mí sí, sin duda. Las anteriores finales las había ganado con más ventaja y esta la verdad que la he disfrutado más por cómo fue. Pasó como en el fútbol. Se disfruta mucho más ganar una final a los penaltis que no 3-0 de manera fácil. Todos los futbolistas se ponen a correr. Tuvimos esa sensación.

– ¿Qué valoración hace?

– Estoy contento con cómo me están yendo los últimos años. El grupo que hemos formado en Ororbia es clave, estoy feliz con ellos. Cada vez que entreno voy contento, con ganas de ver a los compañeros. Eso es clave para tener buenos resultados. Es importante tener un entorno sano.

– Ha ganado las cinco txapelas con cinco delanteros diferentes. ¿Qué le dice eso?

– Pues le doy valor, me lo tomo como un objetivo y desafío. Tener un compañero nuevo, estar cuatro meses con él, llegar lejos y si se puede pues ganar.

– Algunos pelotazales le quieren ver en el Manomanista, pero de verdad.

– ¡Y en el Cuatro y Medio! Al final el calendario está muy comprimido y no hay tiempo para preparar campeonatos. Los delanteros en el físico, movimientos que te pide el mano a mano y la jaula lo tienen más entrenado. ¿Zagueros? Muchos ya podían jugar muy bien, la verdad. Pero hace falta tiempo de preparación que por lo que sea no hay, no parece que tampoco lo vaya a haber.

– ¿Se lo plantea? O caer pronto en el Parejas o no jugarlo...

– Hubo un año que preparé muy bien el mano a mano, en el 2021. Me encontraba bien, con Danel campeón, acababa siempre bien y entre semana hacía saques y cosas del mano a mano. Ibas tan bien que te lo podías permitir. Con las fechas que hay, con la competencia... Hay muchos pelotaris de la empresa que se han quedado fuera. Han competido bien. Hace unos años redujeron el número y no queda otra. Es una pena porque gusanillo sí tengo. Es un campeonato que te motiva a pelear como uno más y me gustaría intentarlo.