Peio Etxeberria: «He acabado con los saboteadores que atacaban mi cabeza»

- ¿Cómo está la mano derecha?

- Bien. Empezaré a probar esta semana y a ver qué tal me encuentro. El partido de la segunda jornada contra Artola e Imaz se endureció un montón y me entró una pelota. Pero tengo tiempo para recuperar la mano y llegar bien a la final.

- ¿Le ha dejado secuelas el golpe que dio con los nudillos al murete del Labrit?

- Está bien. Me ha quedado una marca. He arrastrado dolores porque con el golpeo de la mano a la pelota cuesta más curarse. No lo noto en caliente.

- La coz de una yegua le desplazó un nudillo...

- De la otra mano.

- Segunda final de la temporada tras la del Cuatro y Medio.

- Ni en sueños... Cuando empezó el Campeonato de Parejas no había superado aún lo sucedido en el Cuatro y Medio. He jugado a gusto con Zabaleta. Nos hemos compenetrado desde el primer momento. Creo que esa ha sido una de las claves de poder llegar hasta aquí.. Jose es el mejor zaguero, pero hay que saber jugar con él.

- ¿Cuesta acompañarle?

- Hay que hacerse a jugar con el que más pega. Más en mi caso porque mi esencia ha sido entrar muchísimo. Quizá por momentos he abusado, pero también he sabido dejarle las buenas.

- ¿Formar pareja con el de Etxarren le obliga a cambiar su estilo de juego?

- Me toca a mí acoplarme a un pelotari con años de experiencia y que viene de jugar numerosos campeonatos y finales.

- Vuelve a encontrarse con Altuna III en la final.

- Estoy con muchas ganas de jugar esa final, de disfrutar de ella, en el Navarra Arena y ante nuestra gente. Contra el mejor de los últimos tiempos. Ha vuelto a demostrarlo. El domingo solventaron bien un partido complicado.

- ¿Qué lectura extrajo de la final del Cuatro y Medio?

- Me pudo el momento. Nunca había disputado una final ni había salido a un frontón con tanta gente y tantos compromisos. Jokin llegó a 22. No estuve a la altura de mi rendimiento en el torneo. Me ha servido para aprender.

- Dicen que se aprende más de las derrotas que de las victorias.

- Estaba sobrepasado por los nervios. Después tuve la oportunidad de ver los momentos previos y el calentamiento y me di cuenta de que estaba sobreexcitado.

- ¿Ha realizado algún trabajo específico a nivel mental tras lo sucedido en la final de la jaula?

- Aquello me sirvió. En el momento no fui consciente. Más adelante me di cuenta de que estaba pasadísimo. Fue empezar y meterme los tres primeros saques. Me agarroté. La lectura debe ser que se trata de un partido más.

- ¿Le gusta el Navarra Arena?

- Sí, más que el Bizkaia.

- ¿Qué final imagina?

- Va a ser el partido más duro que hemos jugado en el presente Campeonato. Nos costará mucho sacarlo adelante. La ilusión va a poder con todo. Sería bonito terminar con la txapela.

- Apenas se han quejado del material en este Campeonato.

- Es lo que hay. Está bien poner límites por arriba, pero creo que también hacen falta por abajo. En el último partido contra Artola e Imaz en el Labrit tuvimos en los últimos tantos una pelota nuestra que no andaba mucho pero tenía peso. Zabaleta fue el único que la meneaba. Los partidos se endurecen y las manos aguantan lo que aguantan. Por el bien de los pelotaris, de los pelotazales y de todos, hace falta poner límite por abajo.

- ¿Viajan juntos a los partidos?

- No, vamos por separado, cada uno con su familia. Me gusta ir con mi madre cuando puede y con Paco Caballero. También Jose va con la familia.

- Empezaron con derrota en Azkoitia. ¿Fue su peor partido?

- No quiero restar méritos a Ezkurdia y Tolosa porque ambos firmaron una gran actuación. Yo ni siquiera me había recuperado aún de la final del Cuatro y Medio. Entre las emociones y la tensión no estaba centrado. A partir de ese momento hemos sumado mucho, sobre todo en momentos difíciles.

- ¿Qué ha cambiado del Peio Etxeberria debutante de la pasada edición al actual?

- Cuestión de madurez. Pretendemos que un pelotari esté jugando finales a los 20 años y es muy difícil. Depende de la personalidad de cada uno, de la capacidad de amoldarse. En mi caso no hay nada especial que haya cambiado. Es verdad que la vida avanza. Creo que casarme y tener familia me ha venido bien. Estoy feliz en el día a día.

- ¿Es autoexigente?

- Siempre lo he sido. De todas maneras, si algo he hecho bien los últimos meses ha sido no automachacarme. Antes me costaba repetir un buen partido donde había jugado bien. Últimamente he acabado con los saboteadores que atacaban continuamente mi cabeza. He dado un paso adelante en el aspecto mental.