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Cuenta Jokin Altuna que Abel Barriola le comentó tras la semifinal ganada a Laso que podía retirarse ya con lo que ha conseguido. No está ... por la labor el amezketarra de 29 años, quien esquiva la autocomplacencia y busca la motivación en el día a día de los entrenamientos. Su próximo reto es ganar a Artola el domingo 1 de junio para calarse su cuarta txapela en el Manomanista.
– Sexta final del Manomanista y sexto rival distinto.
– No había pensado en eso hasta ahora. Pues sí. Me gusta jugar contra adversarios diferentes. Estoy ante una final bonita, única porque no se presentará otra vez.
– Seis finales del Manomanista y ocho del Cuatro y Medio. La diferencia es pequeña.
– Jugué la primera del Cuatro y Medio con 20 años y la del Manomanista con 22. Mano a mano me costó adquirir un poco más de pegada. Se juega más en largo que en la jaula. Disputé ocho finales seguidas del Cuatro y Medio, un dato reseñable, pero no me siento mejor en esa distancia que en toda la cancha.
– Son números de veterano...
– Barriola me dijo el sábado en Donostia que mi carrera ya sería increíble si la diese por terminada ahora mismo. Nunca miro atrás. También es cierto que le doy mayor valor ahora que a los 21 o 22 años. Entonces crees que vas a ser pelotari toda la vida y no te pasa por la cabeza hasta cuándo vas a seguir. A los 28 o 29 ya eres consciente de que el tiempo pasa rápido. También es un campeonato menos, una opción menos, y quiero aprovechar cada ocasión que se presenta.
– Nadie ha ganado dos txapelas seguidas desde 2013. Está ante la oportunidad de romper esa racha.
– Ojalá lo consiga. No por el dato, sino porque el año pasado salió bien y tengo una ilusión tremenda de repetir. Cuando empecé soñaba con ganar una, pero no tantas. Tener tres ya supone algo grande. Estoy con mucha ilusión y noto esa misma esperanza a mi alrededor.
– Ese dato demuestra la dificultad que supone retener el título.
– Ya ganar una txapela es complicado. En mi caso, este año he terminado pronto el Parejas pero el calendario, por regla general, no da tregua. Hay que superar muchas pruebas a lo largo de la temporada.
– La alternancia...
– Uno puede ganar dos veces seguidas y estar sin vencer ninguna txapela los cinco años siguientes. Otro puede proclamarse campeón un año sí y otro no durante un periodo largo. Hay que valorar al pelotari en un tramo de doce-quince años. Prefiero ganar cinco txapelas en tres años que firmar el triplete en uno y pasar en blanco los dos siguientes. Esto es una carrera de fondo. Lo más difícil es mantenerse.
– Esta temporada venía de caer en semifinales del Cuatro y Medio y de decir adiós al Parejas en la primera fase. ¿La falta de resultados suponía mayor presión para el Manomanista?
– Cuando acabas rápido una competición, quieres marcarte objetivos en el día a día, encontrar motivación. Soy consciente de que siempre no voy a llegar a las tres finales y a ganar dos, como sucedió la temporada pasada. He tenido de todo a lo largo de mi carrera, aunque quizá no haya pasado ningún año en blanco. Llegaba con ganas a este Manomanista y creo que he ido a más.
– ¿Existe riesgo de caer en la autocomplacencia?
– En mi caso no. Me hace ilusión ir a entrenarme a diario y coincidir con los compañeros. Disfruto un montón y suelo estar más centrado en el día a día que en el palmarés. Es lo que me da resultados. Sé cuál es el camino.
– ¿Dónde encuentra la motivación?
– En la preparación, en los retos... Acabé tocado el primer partido de este Manomanista. Creía que llegaba bien y perdí contra Larrazabal. Recibí la primera en la frente y se me puso cuesta arriba. He podido darle la vuelta.
– La reacción empezó contra Zabala en el Atano III.
– En los últimos años nadie me ha dominado tan fácil como Zabala en la primera parte de aquel partido. Tuve que pegar pelotazos desde el siete y medio. Sabía que no iba a estar tan dominado contra Darío. Tampoco frente a Laso si pasaba a semifinales. Ganar ese encuentro me dio mucha fuerza.
– Disputó su primer Manomanista en 2015. ¿En qué ha cambiado estos diez años?
– Ya jugaba en Primera por aquella época, pero entonces había muchos pelotaris mejores que yo. Me pilló Jaunarena y me ganó fácil. Yo no he visto hacer a ningún otro lo que consiguió Irribarria con solo 19 años. No es normal poseer semejante pegada a esa edad. He ido poco a poco hasta hacerme a la modalidad.
– Le salió todo en la semifinal contra Laso.
– Quería hacer lo mismo contra Larrazabal en el estreno, pero no me salió. Las piernas, los brazos y las ideas no están igual todos los días. No puedes controlar eso. En el 5-0 sabes que estás bien, pero desconoces que vas a adelantarte 15-0. Tienes días en los que te ves fuerte en el calentamiento, empieza el partido y el rival te pasa por encima.
– ¿Se aprende a controlar los nervios?
– Sí. Por ejemplo, a no agobiarte los días que duermes mal. La semana de la semifinal dormí bien el viernes. En cambio, la noche del miércoles y la del jueves me despertaba cada dos por tres. Tenía ganas de que llegase el partido. Se me hace larga esa espera entre el último entrenamiento y el partido.
– Catalogaron el Altuna-Laso como final anticipada. ¿Significa que está hecho lo más difícil?
– Final anticipada... y 22-9. Finalistas son quienes lo merecen. Artola ha llegado con total merecimiento, fruto del trabajo que ha realizado. Ya lleva dos añitos a un nivel alto con regularidad.
– ¿Tiene la sensación de que el saque influye demasiado en esta modalidad?
– Más que antes sí. También en el cuatro y medio. Demasiado en mi opinión.
– ¿Existe solución?
– Algunos dicen que se ha mejorado al adelantar la falta del siete al seis y medio. El saque alternativo no es solución. A veces el saque está en tu poder y lo desaprovechas. Haces el tanto y ¿para qué te sirve? ¿Para empezar atrás el siguiente? Lo que hay que modificar es el tema de los tiempos.
– ¿Entre tanto y tanto?
– Eso es. Dices algo a los jueces y responden que el reglamento no recoge nada al respecto, que no está en su mano. Por ejemplo, vería bien poner un minuto de margen entre el final de un tanto y el inicio del siguiente. Si ves que no llegas, pide descanso.
– En la pala ponen un cronómetro de control a la vista de los pelotaris y del público.
– Me parece bien. Es un tema a estudiar. Imagino que habrá que tener en cuenta también las retransmisiones de televisión.
– Durante el Campeonato de Parejas se quejó del material. ¿Qué le ha parecido el del Manomanista?
– Mejor. Sin embargo, no me gusta el que veo en los teloneros de parejas. El del domingo en el Ogueta me pareció pésimo. El ritmo, la salida, el bote... El zaguero devuelve del cuadro ocho al siete. Es una pelota que parece de frontenis, sin gracia.
– Artola afirma que los duelos con Altuna se le hacen distintos porque mira al público y ve al vecino, al de la tienda...
– Sales a calentar y casi todos son conocidos. Gente de nuestra edad y nuestro entorno, pero también mayor. Amigos suyos han ido con los míos a numerosas finales para apoyarme y sé que muchos amigos míos se alegran de que Iñaki sea finalista. Estoy seguro de que el día de la final andarán juntos en el Casco Viejo de Bilbao.
– ¿La considera especial por enfrentarse a Artola?
– Claro que jugar contra Iñaki es especial, pero estoy acostumbrado a enfrentarme a él todo el año. Por supuesto que prefería que se clasificara él para la final, y así lo manifesté. Pero no afronto a los partidos pendiente del rival. El reto es mejorar año a año y desplegar mi juego. Todos los partidos son una prueba para mí.
– ¿Qué ira de Artola?
– Es muy disciplinado. El otro día dijo que ha disfrutado diez años de la pelota... Durante ese tiempo ha vivido momentos duros y ha salido de ellos. Me acuerdo de haberle visto jugar un partido de Segunda en Urretxu hace dos o tres años. Me parecía increíble. Siguió entrenando con la misma intensidad. Él ha dado la vuelta a la situación. Iñaki sabe que me alegro un montón de sus éxitos.
– ¿Conocerse tanto es bueno con vistas a la final?
– No va a ser una final distinta para mí. El año pasado nos encontramos en la semifinal y en el Parejas jugamos un partido al todo o nada. Quien ganaba era finalista. Magnificamos todo con las finales. Artola es mi rival. Sea Laso, Artola o cualquier pelotari el que está enfrente, salgo a hacer mi partido. Iñaki no me va a dar cinco tantos porque nos llevamos bien y tampoco es mi intención cedérselos yo.
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