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alejandro scherk
Jueves, 3 de diciembre 2015, 18:03
Fundada en 1849 por Charles Pfizer y Charles Erhart, la compañía farmacéutica Pfizer es la mayor de su sector en Norteamérica y la segunda del mundo, detrás de la suiza Roche, con una plantilla mundial de 78.300 personas. El grupo se subdivide en tres grandes áreas: los productos farmacológicos innovadores; el área de vacunas, oncología y salud y los productos globales establecidos. Los productos que fabrica y comercializa son innumerables, incluyendo antiinflamatorios, analgésicos, vacunas, suplementos dietéticos, genéricos diversos, inyectables o biosimilares. Algunas de sus marcas más conocidas son Advil para el dolor; la atorvastatina, fármaco que reduce los niveles de colesterol en sangre y que bajo diversos nombres comerciales es el más vendido en España; y la mundialmente famosa Viagra, lanzada en 1998.
Con un valor en bolsa de 200.000 millones de dólares, Pfizer va a comprar Allergan, otro gran grupo farmacéutico norteamericano con un valor en bolsa de unos 120.000 millones de dólares que desarrolla productos genéricos y otros fármacos en Norteamérica y Europa, además de ser el fabricante de botox. Además de la consolidación del sector, tendencia generalizada no solamente entre las grandes compañías farmacéuticas sino también en la mayor parte de actividades, la principal ventaja competitiva de esta operación, valorada en unos 160.000 millones de dólares, es el ahorro fiscal, al poder trasladar la sede del grupo fusionado a Irlanda, donde la tasa impositiva es de solamente el 12,5 por ciento, algo que ha despertado recelos y oposición a nivel político en USA.
Pfizer ofrece 11,3 acciones propias por cada acción de Allergan. Esta fusión entre Pfizer y Allergan es la segunda mayor de la historia, solamente por detrás de la fusión entre los gigantes de de las telecomunicaciones alemán Mannesmann y británico Vodafone, en una operación valorada en unos 172.000 millones de dólares y realizada en 1998. El grupo resultante de esta fusión está valorado en unos 300.000 millones de dólares.
Carteras de nuevos productos
Pfizer, como el resto de compañías farmacológicas, tiene un problema de 'pipe-line' (cartera de nuevos productos potenciales en investigación),algo que se debe a un triple motivo: los costes crecientes de desarrollar y lanzar un nuevo fármaco al mercado; los mayores controles establecidos por las autoridades sanitarias, siendo conocidos la estrecha vigilancia y seguimiento de los nuevos desarrollos de fármacos por parte de la agencia europea y especialmente por la FDA americana (Food&Drug istration); y la creciente competencia de los fármacos genéricos, que suelen acabar con hasta el 80 por ciento de las ventas de los medicamentos novedosos cuando expiran sus patentes.
Los motivos arriba expuestos explican un cierto declive en las ventas de las grandes farmacéuticas, que requieren fusionarse o adquirir firmas pequeñas y exitosas de biotecnología para compensar este decrecimiento que están sufriendo en la actualidad. Hasta el mes de septiembre de este año, Pfizer ha facturado un 4,6 por ciento menos que en el periodo enero-septiembre de2014, y sus ganancias netas han caído casi un 10 por ciento. Tomando el tercer trimestre estanco, los ingresos totales caen menos, solamente un 2,2 por ciento, pero el beneficio neto disminuye más, un 20 por ciento. En cambio, el balance de la compañía está saneado, con un nivel de deuda neta testimonial y una buena posición de caja, algo que cambiará tras la adquisición anunciada, que creará el mayor grupo farmacéutico mundial.
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