El comportamiento de la recaudación de impuestos en la recta final del año tuvo un comportamiento mejor de lo esperado. El Consejo Vasco de Finanzas, que ha reunido este viernes en Vitoria al Gobierno Vasco, las Diputaciones forales y Eudel, en representación de los ayuntamientos, certificó el cierre de los ingresos de las Haciendas y su correspondiente reparto entre las instituciones. Y pese a que el impacto de la pandemia es evidente por la paralización de la actividad económica y las medidas adoptadas en forma de aplazamientos en el pago de los impuestos, finalmente el golpe no es tan acusado como el registrado en primavera ni tampoco como el previsto en octubre.
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En la reunión de hoy se ha certificado que las Haciendas forales recaudaron el año pasado 13.949 millones de euros –ver tabla adjunta–, 1.520 millones menos que en 2019, lo que supone un retroceso del 9,8%. La bajada se explica por un descenso en los impuestos directos (4,1%) e indirectos (14,8%), con especial incidencia en Sociedades, que grava los beneficios empresariales, al retroceder un 20%.
La caída recaudatoria es tremenda, pero lo que sucede es que es mejor que la estimada en octubre. Entonces, las instituciones vascas cifraron en 13.411 millones su previsión de ingresos. De esta forma, la recaudación obtenida ha superado en 537 millones esa estimación.
El consejero de Economía del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, recordó que de los 537 millones de esa recaudación adicional, al Ejecutivo autonómico le corresponden unos 288 millones –el 70%–, y que el resto, unos 249 millones, debe repartirse entre las diputaciones. El peso que Gipuzkoa tiene en Euskadi ronda el 33,3%, por lo que según ese cálculo nuestro territorio dispondrá de 84 millones más que lo esperado. Un alivio en tiempos del Covid. No hay que olvidar que los ingresos vía impuestos en Gipuzkoa llegaron a desplomarse un 25% en pleno confinamiento y al final lo han hecho menos de un 8%.
Azpiazu destacó que esta mejora del comportamiento de la recaudación en los últimos meses del año es una «buena noticia», que refleja que la economía «ha respondido mejor de lo que pensábamos». Por ello, subrayó que estos recursos adicionales aportarán «solidez» financiera al Gobierno Vasco, algo especialmente importante porque el año pasado se agotaron prácticamente todos los «remanentes» del Ejecutivo para poder atender a las necesidades derivadas de la pandemia.
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El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, destacó, por su parte, que en la situación actual, es necesario consolidar la «confianza», con el fin de poder afrontar un «relanzamiento» de la economía que espera que pueda resultar «muy importante».
El Consejo Vasco de Finanzas (CVF) también acordó ayer la liquidación del Cupo –la suma que Euskadi paga al Estado por las competencias no transferidas– y que asciende a 1.038 millones de euros, 91 más que el año anterior. A su vez, se estableció el importe que las diputaciones deben abonar al Gobierno Vasco en concepto de aportaciones del ejercicio de 2021, una suma que asciende a 9.217 millones, de los que Gipuzkoa inyecta 3.073 millones.
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Finalmente, el CVF también acordó la liquidación del Fondo General de Ajuste del año pasado por un importe de 56,8 millones, que se destinarán en su totalidad a Álava. Esta bolsa se creó para paliar el déficit que sufren Álava y Gipuzkoa entre su recaudación y la aportación que realizan para sostener el presupuesto del Ejecutivo de Vitoria en virtud del peso que les atribuye la Ley de Aportaciones –la norma que regula el reparto de los recursos económicos entre las instituciones vascas–.
El Gobierno Vasco y las diputaciones forales tienen «bastante avanzada» la nueva Ley de Aportaciones, que esperan aprobar «cuanto antes», según afirmó ayer Pedro Azpiazu. La actual norma lleva prorrogada desde 2012, aunque el consejero afirmó que las discrepancias en torno al reparto de recursos, «en caso de existir», no serían «insalvables», sino «todo lo contrario».
Respecto al debate en torno a la modificación del actual sistema tributario, Azpiazu reiteró que «no es el momento» de cambiarlo, pero anunció que las instituciones ya han comenzado el proceso de reflexión en el Órgano de Coordinación Tributaria. Las primeras conclusiones podrían empezar a plantearse «a lo largo de este año».
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