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Lucas Irigoyen
Lunes, 26 de mayo 2025, 02:00
El aumento de socios de las EPSV supone multiplicar por cuatro la cifra registrada en 2023, cuando fueron 4.261 más. En este comportamiento han ... influido una serie de factores que, combinados, han terminado por formar la un cuadro de alicientes perfecto. Por un lado, el ahorro en muchas familias vascas generado desde el confinamiento, por otro, la ligera mejora en el tratamiento fiscal a estas figuras y, por último, el avance de las EPSV de empleo.
La liquidez de muchos hogares que mientras los tipos de interés estuvieron al alza se dirigió a amortizar pagos de hipoteca, ahora ha buscado los planes de pensiones. Un flujo que sigue creciendo hacia figuras también como fondos de inversión. De hecho, los bancos, tras identificar esta situación, han insistido con su política comercial para captar estos recursos y redirigir a estas herramientas el ahorro de sus clientes.
Así, entidades como Kutxabank aumentó entre el 1 de abril de 2024 y el de este año en 3.120 millones el dinero destinado a fondos de inversión y planes de pensiones. Un 9% más, lo que le ha puesto a la cabeza del mercado nacional con una cuota del 7,4%.
En el caso de Laboral Kutxa, la segunda entidad financiera en número de clientes de Euskadi, los llamados recursos de fuera de balance –agrupan fondos y planes de pensiones– crecieron el pasado año un 15,5%.
Otro de los factores, aunque en menor medida, que ha mejorado el atractivo de las EPSV han sido las condiciones fiscales. La reforma que las diputaciones presentaron en noviembre pasado han sido aprobadas este mes, pero con efectos retroactivos a 1 de enero. Es decir, que los contribuyentes conocían desde el principio de año que además de la reducción en el IRPF por las aportaciones, podrían deducirse entre un 10% y un 25% por esas cantidades en las EPSV de empleo.
El tercer catalizador ha estado en la generalización progresiva que atraviesan las EPSV de empleo, aquellas en las que aportan empresa y trabajadores. La más relevante en Euskadi es Geroa, la firma guipuzcoana que se extiende en la negociación colectiva a todos los sectores por el patrocinio de la patronal Adegi y los sindicatos. En el último año ha crecido en 8.117 titulares. El peso del sector público sigue siendo más que relevante. Las istraciones públicas vascas y sus sociedades públicas siguen siendo uno de los motores principales del empleo. Así, han incorporado a 4.091 personas más. Pero también se está notando la activación de nuevas figuras, como la EPSV de los autónomos, o la de sectores como el de la construcción que han incorporado un plan de pensiones de empleo en su convenio de Bizkaia y Álava.
En total, las EPSV de empleo acumulan 546.295 socios, por 623.891 los planes de pensiones individuales. Estos últimos, eso sí, llevan perdiendo titulares en los últimos años. Una tendencia que, en la última década, ha dejado siempre saldos negativos, pero que la dinámica del último ejercicio también ha cambiado. Así, los vascos con un plan de pensiones en su banco han crecido en 5.079.
En cuanto al patrimonio, el primero de abril pasado ascendía a 29.827 millones, una cantidad que descontadas las aportaciones y los rescates, arroja una rentabilidad en el primer trimestre de 2025 prácticamente plana con un 0,20%. Y es que en los tres primeros meses del año se ha notado el impacto de los tipos de interés en los valores de renta fija. Además, en cuanto a los mercados, marzo fue un mes especialmente volátil. La rentabilidad interanual, en cambio, fue superior al 3%.
La bajada de los tipos de interés ha tenido consecuencias que se han repetido como un patrón en la banca. La primera es que los ingresos por los intereses que cobran en los préstamos se han reducido tras dos años de fuertes subidas. En ese nuevo escenario, en el que se prevé que el precio del dinero permanezca en el entorno del 2%, se hace clave para el negocio el volumen, aumentar el número de clientes y crecer. Es una de las líneas que guía la actuación de las entidades para los próximos años. La segunda es aumentar la gestión del ahorro de los clientes fuera del balance, es decir, llevando ese dinero a fondos de inversión y planes de pensiones. Estos productos ofrecen a los bancos unos ingresos fijos por las comisiones de gestión al margen de la evolución de los tipos de interés.
Así, junto a la liquidez que tienen muchas familias, el crecimiento de las aportaciones a los planes de pensiones se ha incrementado en gran medida. Es lo que ha provocado que, tras una década de pérdidas de clientes, en el último año se hayan incrementado en 5.079 socios en Euskadi. Una cifra que rompe una tendencia marcada por el envejecimiento de la población y la cancelación de muchos de estos planes al llegar a la jubilación.
Según se recoge en la estadística de la Federación de EPSV, en total hay 623.891 planes de este tipo en Euskadi. La entidad que más ha elevado el saldo de sus planes ha sido Caixabank con 7.873 más, haciendo un total de 66.492 clientes. La siguiente en crecimiento es la mutua Surne, con un crecimiento de 2.111 clientes y un total de 6.962. En cualquier caso, el liderazgo absoluto del mercado es de Kutxabank con 257.000 clientes, seguida por Caixabank que, con esos 66.492 clientes, deja en la tercera posición a BBVA con 56.000 socios de una EPSV individual. Le siguen Lagun Aro con 48.000 y Santander con 41.000.
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