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Cada Primero de Mayo lleva su sello, pero éste pasará a la historia por estar marcado en letras mayúsculas por la pandemia del coronavirus ... . Una crisis sanitaria que obliga a los sindicatos a sustituir la calle por ventanas y balcones y echar el resto por las vías telemáticas, salvo alguna excepción. Porque no quieren renunciar a que esta fecha se convierta en una jornada reivindicativa. Y más, cuando la crisis sanitaria está impactando de lleno en el ámbito sociolaboral.
La huella de la crisis sanitaria por el coronavirus va a ser profunda en todos los aspectos, lo que ha movido a los sindicatos a dar pasos más allá de los habituales. Es el caso de las centrales nacionalistas que, por primera vez en muchos años, volverán a compartir una imagen conjunta, con una campaña que anima a colgar en los balcones un cartel colorista con la 'M' y el '1' sobre un arcoiris, en un intento de lanzar un mensaje esperanzador ante el drama del Covid-19. Una campaña en la que ELA y LAB van de la mano de ESK, Steilas, Etxalde e Hiru, dando así continuidad a la huelga general del pasado 30 de enero.
Pero a partir de ahí, los dos principales sindicatos nacionalistas convocan actos por separado, con mensajes de sus respectivos líderes por vía telemática y vídeos que animarán la jornada. Con todo, la central abertzale no renuncia a tomar las calles y ha organizado una movilización itinerante, que se concreta en una caravana de coches que recorrerá centros de trabajo de sectores esenciales para reconocer su labor y criticando los espacios de la patronal y de las entidades financieras.
Por su parte, CC OO y UGT vuelven a celebrarlo de forma conjunta, con una manifestación virtual en las redes sociales a partir de las 13:00, cuando colgarán el hastag #YoSoyPrimeroDeMayo. Será, dicen, unamanifestación on-line. UGT también incluirá conciertos on-line a través de su página web y CC OO colgará un vídeo con un mensaje con motivo de esta jornada y de homenaje a los trabajadores esenciales durante la pandemia.
Pero más allá del formato, los cuatro sindicatos prácticamente coinciden en las líneas generales de sus reivindicaciones, que pasan por una idea central, que es «situar a las personas en el centro de las políticas» y que «nadie se quede atrás». Por ello, reclaman que se refuercen los servicios públicos, que se reconozca y dé valor a los cuidados, que se han revelado esenciales, y que se incida en la protección social, precisamente para que no se agranden las desigualdades tras la pandemia.
En consonancia, piden también un cambio de modelo productivo y social y que las recetasde esta crisis no sean las mismas que se adoptaron en la recesión de 2008.
A partir de ahí, llegan los lemas y los matices. ELA defenderá en este 'Primero de Mayo, más que nunca: lo nuestro, lo esencial, lo de tod@s'. Considera que esta crisis ha dejado patente «el fracaso del copitalismo y la necesidad de respuestas colectivas. Así, defiende avanzar en una transición social, feminista y ecologista. LAB también reivindica poner a la vida en el centro, «por encima de los intereses del capital», y aboga por «otra politica fiscal más redistributiva y decidir aquí, en Euskal Herria, la configuración de un modelo propio».
Finalmente, CC OO y UGT, además de exigir «más y mejor empleo», ponen el foco también en Europa, a quien le exigen un mayor protagonismo, «con una verdadera herramienta unitaria de inversión y una iniciativa fiscal coordinada».
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