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Ana Barandiaran
Domingo, 24 de diciembre 2023, 08:20
Han pasado casi cuatro años desde que el covid irrumpió en nuestras vidas y el Gobierno desplegó los ERTE (suspensiones temporales de empleo) para proteger a los trabajadores, que podían cobrar el paro durante los meses que sus empresas permanecían cerradas o a medio gas. El recuerdo queda ya lejano pero el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se lo ha reavivado a casi 15.000 vascos a los que ha enviado cartas para reclamar los excesos de prestaciones cobrados en esos expedientes por errores en su comunicación y tramitación.
Noelia, higienista dental, es una de ellas. «Me ha llegado una carta en la que me exigen devolver 390 euros por 'la percepción indebida de las prestaciones por desempleo'. Al parecer es por el ERTE en el que estuvimos mes y medio nada más estallar la pandemia. A otros compañeros de la clínica dental en la que trabajo también les ha llegado», explica. En el caso de Juan, un piloto de Binter Canarias, la cosa es más grave porque le reclaman más de 4.000 euros por el mismo concepto.
En total, según los datos a los que ha tenido EL CORREO, el SEPE ha abierto 16.781 expedientes por este motivo en Euskadi a un total de 14.781 beneficiarios. La cantidad reclamada asciende a casi 14 millones de euros, lo que arroja una media de 944 euros.
El motivo de que haya tantos expedientes es que durante la pandemia se dio la orden de agilizar al máximo las tramitaciones de los ERTE para que los trabajadores pudieran cobrar el paro cuanto antes. La situación era de emergencia máxima, inédita, y había un gran colapso en los organismos públicos. Nunca antes habíamos sufrido una pandemia de este calibre. No había un precedente sobre el que apoyarse y tomar decisiones.
«Se dio prioridad a la rapidez a costa de la exactitud, conscientes de que a posteriori habría que hacer depuraciones. Lo importante era que los ingresos de los trabajadores no se vieran afectados y conseguimos que la prestación les llegara en un lapso de tiempo muy corto», argumenta Denis Itxaso, delegado del Gobierno central en el País Vasco. «El volumen de trabajo fue extraordinario con un número de beneficiarios elevadísimo y por esto, actualmente, todavía se están depurando expedientes», añade.
Cabe recordar que en Euskadi se llegaron a contabilizar 200.000 trabajadores en ERTE en la primavera de la pandemia. Era una herramienta que ya existía en la legislación laboral, pero que se adaptó a las circunstancias con los llamados 'ERTE covid' o de fuerza mayor, que podían tramitarse en cinco días y permitían a las empresas exonerarse las cuotas a la Seguridad Social.
La normativa que los regulaba salió el 18 de marzo de 2020 y su gestión supuso un enorme reto para las empresas. «Tuvimos que tramitar un ERTE de urgencia para el 90% de nuestros clientes. Fue una carrera contrarreloj», recuerdan en la Asesoría Algorta. «En esa época el SEPE no te permitía ni hacer rectificaciones. Era un caos. Por eso están llegando ahora reclamaciones. Los organismos públicos tienen cuatro años para regularizar los pagos. La Seguridad Social también está depurando las bases de cotización de entonces», explica Guillermo Gumb, presidente del Colegio de Graduados Sociales de Bizkaia y socio del despacho Estudio Jurídico.
Las reclamaciones se deben a diferentes motivos como haber seguido abonando la prestación a un trabajador que ya había salido del ERTE, regularización a posterior de los días afectados por el expediente, adecuación de los porcentajes de jornada...
El SEPE da un plazo de 10 días para presentar alegaciones. Otra cuestión a tener en cuenta es que los beneficiarios de las prestaciones tributaron por ellas en el IRPF y, en consecuencia, tienen derecho a pedir una rectificación en Hacienda.
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