«El temor es que la próxima semana no podamos recibir pienso por la huelga de transportistas»

–¿Cómo les está afectando a los productores de leche la huelga del transporte?

–No estamos teniendo ningún problema en lo que respecta a la recogida de la leche y a su entrega a la cooperativa. Nuestro gran problema sigue siendo el precio del pienso, que no podemos asumir, y en este caso sí podría haber problemas de suministro si se alarga el conflicto. Y es un elemento básico, porque las vacas no pueden alimentarse solo de pasto, hay que complementarlo con piensos elaborados.

–¿De dónde llega ese pienso?

–Fundamentalmente de Navarra y ahí el transporte juega un papel importante.

–¿Hasta cuándo tienen existencias?

–Los pedidos se suelen hacer de forma semanal. En mi caso, lo hago los lunes. Tengo existencias hasta el miércoles de la próxima semana y si hubiera complicaciones en la recepción del próximo pedido empezaríamos a tener un problema serio.

–¿Qué dimensiones tiene su explotación?

–Tenemos 70 vacas. Todos los días producen unos 2.000 litros de leche y se consumen 800 kilos de cereal.

–Además, elaboran productos derivados de la leche.

–Sí, transformamos queso, yogures y helados con la marca Mahala.

–¿Con qué personal cuentan para toda esa labor?

–Hay cuatro personas atendiendo a las vascas, veinte en la actividad de elaboración y siete en el reparto.

–¿Ese reparto lo hacen con furgonetas propias o dependen de otros?

–Tenemos furgonetas propias y por ahora no estamos teniendo problemas, porque nos están dejando hacerlo con normalidad. También es verdad que hacemos un reparto de proximidad.

–¿Qué incidencia está teniendo en su explotación la subida de los carburantes?

–El año pasado nos suponía un gasto mensual de 4.000 euros. Ahora supera los 5.000.

–¿Y están pudiendo repercutir ese aumento de costes?

–A veces es posible, pero otras veces, no. Y el aumento tiene que ser lineal. No puedes subir a unos y a otros no. No es fácil.

–Al aumento del precio de los carburantes se añade también el incremento de los costes de los piensos, la electricidad...

–Es un sobrecoste descomunal. Supone varios miles de euros más al mes. Nos está haciendo un agujero impresionante. A ver hasta cuándo podemos aguantar, porque hay que seguir pagando los sueldos y esto tiene un límite. No se puede seguir así mucho tiempo.

–Llueve sobre mojado.

–El final del año pasado fue muy duro, sobre todo por el alza de la luz, cuyo precio se dobló. Luego conseguimos equilibrar algo las cuentas gracias a la tarifa plana que se acordó. Pero ahora ha llegado lo de los carburantes...

–¿Sube todo?

–Sí, porque los piensos también se han encarecido más de un 40%. Eso implica 20 euros más en el último año. Y es un elemento con un gran peso en la facturación, y no hemos podido repercutirlo.