La sentencia del caso De Miguel complica la estrategia electoral del PNV ante Bildu

El discurso del PNV pasa por mantener un desmarque radical ante los condenados, que en su día fueron suspendidos de militancia del partido de forma provisional, tras un cambio de los estatutos internos, y que, ahora, después de la sentencia firme, serán expulsados como afiliadosn. Dos de ellos, además, que han sido inhabilitados como funcionarios públicos, deben dejar sus responsabilidades como gerente de la sociedad pública Hazi, en el caso de Alfredo de Miguel, y contable del parque tecnológico de Álava, en el de Koldo Otxandiano. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, destacó ayer que la sentencia deja claro que la organización jeltzale no está implicada. «No era una trama del partido y el PNV no tiene ninguna responsabilidad política», aseguró.

No obstante, en la oposición se considera que el PNV va a tener que esforzarse para que ese mensaje sea creíble. Tanto EH Bildu como Elkarrekin Podemos han presentado sendas preguntas en el Parlamento Vasco para su respuesta por escrito. El parlamentario Josu Estarrona, de EH Bildu, ha preguntado a la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, sobre el puesto de trabajo que hasta ahora ocupaba De Miguel en Hazi. De ahí que pregunte cuál es el puesto de trabajo que desempeñaba, cuáles eran sus responsabilidades, a cuánto ascendía su sueldo, cuándo ha dado conferencias o cursos y en nombre de quién ha recibido premios. Estarrona, además, se preguntó ayer «cuántos 'De Migueles' hay o ha podido haber».

Desde Elkarrekin Podemos, Iñigo Martínez Zatón ha registrado una pregunta al lehendakari para conocer qué opinión le merece que De Miguel haya representado al Gobierno Vasco en reuniones oficiales de la UE. Laportavoz parlamentaria de la coalición morada, Miren Gorrotxategi, acusó al PNV de «fomentar el amiguismo». El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, pidió «a la sociedad vasca que castigue al PNV» en las urnas.

En el PNV se respira una relativa tranquilidad ante estos movimientos. iten que el PSE, su socio, no ha hecho sangre del asunto, lo que evita una mayoría parlamentaria que visualice su aislamiento. El líder del PSE, Eneko Andueza, mostró ayer su confianza en que se haga efectiva la destitución de De Miguel y Otxandiano. «Ya no hay excusas», aseguró.