Carbono

Así que era por ahorrar energía. Cada vez nos saludamos, nos sonreímos, menos. Se están perdiendo los modales pero sospechaba que era por la misma razón por la que los jóvenes sienten reparo a comprar en los puestos del mercado. Por vergüenza o falta de habilidades sociales para tratar con humanos. Cuanto más interactuamos con pantallas más nos asusta mirar a los ojos pero no sé, quizá es que la cortesía se considera un gasto superfluo en esta era de la economía de la atención.

Volviendo a las máquinas, el director de diseño de Microsoft afirma que ser educado con la IA mejora las respuestas que nos ofrece la máquina. Un simple «gracias» da contexto a la IA para intuir qué más esperamos de una consulta.

Creemos que somos más civilizados porque compramos altavoces que nos contestan y hacen recados. Pero la civilización se sustenta en usar las fórmulas que nos ayudaron a convivir y colaborar. Dar las gracias, ceder el paso, ofrecer ayuda, las personas respondemos mejor a una frase amable. Y por ahora no emite huella de carbono.