No era un ovni, era un misil francés

Entre tanta expectación, hubo teorías de todo tipo. Mientras algunos hablaban de basura espacial, hay quienes vinculaban este impactante fenómeno a un nuevo paso de satélites Starlink de SpaceX, una de las compañías de Elon Musk, que ya el 18 de julio formaron un gran tren de luces sobre todo en el cielo del sur de la península. La gran mayoría asoció el paso de ese objeto a la lluvia de estrellas de las Leónidas, que van a estar entre nosotros hasta el próximo 2 de diciembre si bien su pico máximo de observación se produjo la madrugada de ayer.

Sin embargo, la confirmación llegó después. La Dirección General de Armamento de Francia (DGA) confirmó que se trataba de un ensayo de misil balístico que, al desintegrarse, produjo la nube en expansión que fue visible en muchos puntos.

La propia DGA informó en su cuenta sobre el lanzamiento del misil.

La luz provocó mucha sorpresa entre los guipuzcoanos que ayer se percataron del fenómeno. Tres chicas que han compartido su experiencia con este medio relatan que eran sobre las siete y media de la tarde cuando lo observaron desde el barrio donostiarra de Gros: «Estábamos en la plaza Nafarroa Behea. Alucinamos, porque no supimos qué podía ser. Duró unos 10 o 15 segundos. Iba en línea recta, de izquierda a derecha. Era como una bola de fuego. Hubo un momento en que bajó la luz y emitió como un halo o aro de luz, luego continuó moviéndose con menos luz y de repente desapareció».