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El paso de un satélite Starlink cruzando la constelación del Águila, Altair es la estrella brillante cerca del centro. Juan Antonio Aldunci (Aranzadi)
Astronomía

El peligro de los 8.000 satélites que surcan el cielo

Los científicos muestran su preocupación por el aumento de cuerpos artificiales en el espacio, como los Starlink, que entorpecen la observación y alertan de una escalada a la que nadie le está poniendo freno

Beñat Arnaiz

San Sebastián

Lunes, 27 de noviembre 2023, 09:07

El misil avistado el pasado fin de semana en el cielo de Gipuzkoa fue un episodio más de los objetos artificiales que empezamos a ver con cada vez más asiduidad. Un fenómeno curioso que resulta espectacular para el ciudadano pero que está poniendo en jaque a la astronomía. Eduardo Zubia (Donostia, 1967), divulgador de Aranzadi y postgraduado en la Universidad Paris Diderot en Astrofísica y Tecnologías Espaciales pone voz a la preocupación existente entre los profesionales, «que están llamando la atención antes de que el problema se escape de las manos».

Empezando por lo más reciente, el misil francés, ite que «nunca había visto uno», por lo que se trata de un caso aislado, y que él mismo lo vio mientras preparaba el equipo para hacer una observación. «Vi una cosa rara por el norte y cuando volví a mirar más tarde había una especie de nube. Me imaginé que podía ser algún cohete militar por la zona de la que venía, de las Landas, donde tienen un campo de tiro».

Lo que sí es cotidiano son los satélites. «Los ves todo el rato, a cualquier lugar que mires al cielo de noche». Los más populares son los Starlink, los de la empresa de Elon Musk, pero Zubia advierte de que «los astrónomos profesionales están preocupados», defendiendo que «observar el cielo es también un patrimonio que estamos sepultando»...

Número de objetos en funcionamiento y cuerpos de cohetes en el espacio, por órbita

Órbita

terrestre alta

Órbita terrestre geoestacionaria

Órbita

terrestre baja

Órbita terrestre media

Total: 11.754

450

939

967

10.000

9.398

8.000

Total: 4.357

316

348

6.000

465

3.228

4.000

2.000

0

1958

1970

1980

1990

2000

2010

2022

Fuente: United States Space Force (2023)

Número de objetos en funcionamiento y cuerpos de cohetes en el espacio, por órbita

Órbita

terrestre alta

Órbita terrestre geoestacionaria

Órbita

terrestre baja

Órbita terrestre media

Total: 11.754

450

939

967

10.000

9.398

8.000

Total: 4.357

316

348

6.000

465

3.228

4.000

2.000

0

1958

1970

1980

1990

2000

2010

2022

Fuente: United States Space Force (2023)

Número de objetos en funcionamiento y cuerpos de cohetes en el espacio, por órbita

Órbita terrestre geoestacionaria

Órbita terrestre media

Órbita

terrestre baja

Órbita

terrestre alta

Total: 11.754

450

939

Total: 4.357

967

10.000

316

9.398

348

8.000

465

3.228

6.000

4.000

2.000

0

1958

1970

1980

2000

2010

2022

1990

Fuente: United States Space Force (2023)

La astronomía es una ciencia «particular» en la que no se pueden hacer experimentos y «la información procede de la observación», actividad ahora entorpecida por los casi doce mil satélites que están en órbita y que muchos de ellos han sido lanzados los últimos años, sobre todo, por las empresas privadas.

Los satélites, que se ven gracias a la luz del sol que refleja sobre ellos, se cruzan en el campo de visión de los astrónomos dejando una traza luminosa que puede llegar a estropear el proceso de observación. Y no solo es un problema visual.

Otro método es la radioastronomía, con la que se puede observar «prácticamente todo el universo en distintas longitudes de onda». La mayoría de los satélites ubicados en la órbita terrestre baja –entre 160 y 2.000 kilómetros de altitud orbital– dan servicio de internet o telefonía «recibiendo y reemitiendo microondas», lo que se convierte en otra fuente de contaminación.

«A efectos prácticos el espacio es infinito, pero lo que podemos utilizar, la órbita terrestre baja, empieza a estar saturada»

Zubia explica que «los observatorios más sensibles se están teniendo que instalar en el polo sur –la Antártida– y hay varios radiotelescopios en el sur de África y Australia, zonas en las que «menos interferencia de ondas de radio y telefonía hay». Sin embargo, apunta entre bromeando y resignado que «si los satélites van a cubrir todo el planeta, a este paso vamos a tener que ir a la luna a hacer radioastronomía».

¿Hay sitio para todos?

Los satélites de baja órbita, donde también se encuentra la Estación Espacial Internacional (ISS), son los más numerosos y, como puede verse en el gráfico que acompaña a estas líneas, también los que más han crecido los últimos años con la entrada de las empresas privadas en la carrera espacial.

Como expresa Zubia, el espacio, «a efectos prácticos, es infinito, pero lo que podemos utilizar, la baja órbita, empieza a estar saturada. Llegará el momento en el que haya problemas muy serios», por lo que pide «trabajar coordinadamente para que haya sitio para todos».

Starlink quiere contar con 42.000 satélites en órbita en los próximos años, cinco veces más que los que hay en la actualidad

Según datos de la Fuerza Espacial de los EEUU recabados por 'Our World in Data', en 2022 había un total de 11.754 objetos en órbita, de los que 9.398 estaban en la órbita terrestre baja y unos 8.000 son satélites. Esa cantidad de cuerpos en 2016 era de 4.058 y en 1998 de 3.228, lo que, dicho de otra manera, ha pasado de crecer un 25% en 18 años a hacerlo un 131% en apenas seis años. Y no ha hecho más que empezar.

4.500 de esos objetos son satélites de Starlink y la previsión de Elon Musk es tener hasta 42.000 en órbita baja los próximos años, cinco veces más que todos los que hay en la actualidad.

Los satélites que están en la órbita media se utilizan mucho para la meteorología al ser capaces de 'barrer' todo el planeta y son «fundamentales tanto para los que quieren ir a la playa como para los que viajan en avión», mientras que en la órbita geoestacionaria están los satélites de TV. Transmite el astrofísico que «los que crean la contaminación son los de órbita baja, porque reflejan la luz y se ven a simple vista».

Millones de basura espacial

El incremento de lanzamientos de satélites aumentará la basura espacial, que cuenta con estimaciones impresionantes: se calcula que hay 36.500 objetos de «chatarra» con un tamaño superior a los diez centímetros; un millón de piezas entre uno y diez centímetros; y hasta 130 millones de entre un milímetro y un centímetro, como pueden ser «tornillos o fragmentos de pintura que a una velocidad de miles de kilómetros por segundo pueden causar daños incluso a la propia Estación Espacial Internacional», que monitoriza las coordenadas de toda la basura para esquivarla.

«Es una barbaridad», dice Zubia sobre los millones de objetos de chatarra que rodean nuestro planeta. «Al estar en baja órbita se van frenando por encontrarse en los límites de la atmósfera, pero si creas cada vez más basura no desaparece a la misma velocidad y la densidad irá creciendo».

Preguntado por cuándo llegaría el momento crítico de este problema, «dependerá de si cada vez necesitamos más internet, de si queremos tener ancho de banda en la punta del monte, en un desierto, en el mar… Eso solo se cubre con mucha densidad de satélites. No estamos todavía en ese momento, pero es un mercado que se está explotando».

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