El Covid se cuela en el Hospital Donostia con al menos 135 casos entre los sanitarios

Hay profesionales infectados en unidades no Covid-19 como Hematología, Cuidados Paliativos y la 5ª planta del Aránzazu

Iker Marín

San Sebastián

Jueves, 12 de noviembre 2020

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Entre todas las decisiones que ha tomado y mensajes que ha lanzado el Servicio Vasco de Salud desde el pasado mes de febrero, cuando se ... veía que el SARS-coV-2 podía llegar hasta nosotros, solo hay dos que se han repetido en el tiempo. La primera era cumplir con las medidas de prevención recomendadas por las autoridades sanitarias para evitar contagios. Y la segunda, proteger por todos los medios los hospitales de la red pública vasca para evitar que el virus entrara en ellos, un blindaje que ha saltado por los aires en las dos últimas semanas en los grandes centros sanitarios de Euskadi, incluido el Hospital Universitario Donostia, donde trabajan 6.500 personas.

Tal y como adelantó ayer este periódico en su edición web, el centro de la capital guipuzcoana ha registrado en las dos últimas semanas al menos 135 contagios entre sanitarios, todos ellos en unidades no Covid-19, una transmisión que ha afectado sobre todo a enfermeras y auxiliares, según las fuentes consultadas.

La preocupación también se extiende al Hospital de Basurto y al de Gorliz, ambos en Bizkaia. Desde Salud, a través del coordinador del plan de pandemia en Euskadi, Ignacio Garitano, respondieron en la rueda de prensa para dar cuenta la evolución epidemiológica que «es una situación habitual estos días en las estructuras de salud grandes que haya una serie de profesionales afectados, pero no como un producto de un brote único». En el caso del Hospital Donostia, esos focos, que no significan que haya habido un único brote general en el hospital, se han registrado, al menos, en las unidades de Hematología, Cuidados Paliativos y la 5ª planta del edificio Aránzazu.

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Las claves

  • 5ª planta del aránzazu: Fuentes consultadas confirman que el Covid-19 entró a la planta a través de una visita

  • En marzo: Al inicio de la pandemia, los contagios también se colaron en el hospital y dejaron decenas de casos

  • 135 contagios en el HUD: Según Garitano, «esa cifra es un sumatorio de lo que ha sucedido en unas cuantas semanas»

  • Bizkaia: Osakidetza confirma brotes en los hospitales de Gorliz y Basurto, donde hay una docena de casos

La alarma saltó en el HUD hace 20 días en la 5ª planta del Aránzazu, cuando los responsables del Hospital Universitario Donostia trasladaron de la 4ª planta del edificio Amara (antiguo Tórax) a los pacientes crónicos, en su mayoría personas mayores, a la 5ª planta del Aránzazu. El objetivo del traslado era dejar la planta del edificio Amara libre para poder ingresar en sus camas a pacientes con Covid-19. Una vez los pacientes crónicos estaban instalados ya en su nueva ubicación, el virus se coló al edificio principal del hospital donostiarra. Las fuentes consultadas por este diario precisan que el Covid-19 «entró a través de una visita», si bien luego ha habido contagios entre personal posteriores en unidades diferentes.

Hay trabajadores de Hematología y Cuidados Paliativos también contagiados. No se descarta «que haya más casos en otros servicios y que el número de positivos siga en ascenso», señalan las fuentes consultadas.

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La OSI Donostialdea, organización sanitaria en la que se incluye el HUD, respondió a la información publicada en la edición digital de este periódico y dijo que la realización de cribados en su hospital es habitual y que en las últimas semanas sí se han realizado este tipo de pruebas en las unidades señaladas. De hecho, en Cuidados Paliativos el rastreo de casos comenzó ayer mismo tras detectarse un positivo en la unidad. El Hospital asegura que no ha habido un único brote con 135 casos, pero sí ite que hay positivos entre su personal.

Sobre esa cifra de infecciones, Garitano señaló que «el virus circula en la comunidad, circula en los hospitales. Y de vez en cuando, hay contagios en todo tipo de profesionales y los protocolos se van activando. Van aislando gente y esas cifras son un sumatorio de unas cuantas semanas de lo que ha ido sucediendo en la OSI Donostialdea». En su opinión, «no es una situación excepcional tener personal contagiado o aislado. No somos impermeables. Somos parte de la sociedad y nos afecta como al resto».

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Preocupación

Eso sí, reconoció la preocupación del Gobierno Vasco por estos casos que se dan entre los profesionales sanitarios. Dijo que deben preocuparse «por el cumplimiento de las medidas que están en vigor, relajarse poco y ser muy conscientes del trabajo que tenemos. Debemos poner el máximo esfuerzo en cuidar de los pacientes y cuidarnos a nosotros mismos». También itió el epidemiólogo, que hace las veces de portavoz del Departamento de Salud, que los contagios entre profesionales sanitarios «es algo proporcional a la transmisión comunitaria» que hay en el conjunto de la sociedad y asumió que tener un número alto de sanitarios aislados «puede hacer que el sistema se tensione un poco más al haber menos trabajadores en activo».

No es la primera ocasión que el coronavirus SARS-coV-2 ataca el que debería ser el lugar más seguro de Gipuzkoa para evitar tener o con el patógeno. Al inicio de la pandemia, concretamente el domingo 1 de marzo, el Servicio Vasco de Salud confirmó que un médico del hospital donostiarra estaba contagiado por el Covid-19, fue el segundo guipuzcoano infectado después de la joven de Aretxabaleta que viajó a Milán. Este periódico confirmó que fue un doctor de la unidad de Enfermedades Infecciosas el que dio positivo, un profesion al de la unidad más sensible de todo el hospital a este tipo de dolencias.

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«Casos en hospitales grandes son cotidianos. No es una situación excepcional»

Ignacio Garitano, Gobierno Vasco

Su infección supuso que cinco de los nueve médicos de la unidad, varias enfermeras y pacientes tuvieran que hacer cuarentena. Durante esta pandemia que comenzó el 28 de febrero en Gipuzkoa, Enfermedades Infecciosas ha sido la primera unidad del hospital en recibir pacientes Covid-19. Durante la primera ola fue el primer área que se llenó. Así estuvo hasta mayo. Entre mayo y mediados de junio apenas tuvieron ingresos por coronavirus pero a partir del 14 de junio la situación volvió a complicarse. Ahora, otra vez, la gran mayoría de sus camas están repletas de pacientes Covid-19.

Gorliz y Basurto

Respecto a los otros hospitales con brotes, Garitano precisó ayer que en el de Gorliz, donde también según sindicatos podría haber unos 40 trabajadores y 30 pacientes infectados, falleció ayer uno de los enfermos que había dado positivo, pero no como consecuencia directa del coronavirus, sino por las patologías previas que padecía.

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En el de Basurto, detectado en la unidad de diálisis, se ha diagnosticado una docena de positivos entre sus profesionales, aunque Garitano aseguró que se han tomado ya todas las medidas necesarias para proteger al personal y a los pacientes, y que se mantiene la actividad «habitual» en el servicio.

Cribado en marcha en Cuidados Paliativos

Ante la noticia adelantada ayer en la página web de este periódico, la OSI Donostialdea reconoció que ha habido casos positivos de coronavirus entre los profesionales sanitarios del Hospital Universitario Donostia en las últimas semanas y que estos casos se detectan a través de cribados que realizan en el propio hospital, a través de los servicios de Salud Laboral de cada centro. Son los profesionales de esta unidad los que hacen los test diagnósticos, pruebas PCR y de antígeno, entre los compañeros con síntomas de padecer la enfermedad.

La propia OSI Donostialdea reconoció ayer mismo, tras la publicación de la información, que se han hecho cribados en las unidades de Hematología y la 5ª planta del edificio Aránzazu y que ayer mismo comenzaron otro nuevo cribado en la unidad de Cuidados Paliativos a raíz de un positivo para detectar si hay nuevos profesionales infectados. Según ha podido saber este periódico por fuentes sanitarias, «la cifra de contagios va a aumentar». Es lo que vino a confirmar ayer Ignacio Garitano, coordinador del Programa de Vigilancia y Control del Gobierno Vasco, «casos en centros sanitarios de gran tamaño con miles de profesionales son cotidianos. No es una situación excepcional».

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