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Envidiar y provocar envidia

Envidiar y provocar envidia

Enrique Pallarés Molíns

Doctor en Psicología. Profesor emérito de la Universidad de Deusto

Domingo, 18 de mayo 2025, 00:05

Decía Quevedo que «la envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come». Una emoción y un vicio que, a diferencia de otros, ... no reporta nada positivo al que lo practica («muerde y no come»), ya que provoca más daño y malestar al envidioso que al envidiado. 'Envidia' proviene del latín 'in-videre', lanzar una mirada malévola o no amistosa. Cicerón utiliza a veces el sustantivo 'invidia' como sinónimo de odio. Dante Alighieri, en la 'Divina comedia', coloca a los envidiosos en la segunda grada del purgatorio, vestidos con túnica gris de penitencia y con los párpados cosidos con alambre. Como dice el refrán, «En el pecado lleva la penitencia».

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