Secciones
Servicios
Destacamos
Pedro Sánchez y Salvador Illa querían aprovechar la celebración de la XXIII Confeencia de Presidentes en Barcelona para ofrecer una doble imagen de normalidad. ... Normalidad en Cataluña, donde hace unos años habría sido imposible celebrar una cita de esta naturaleza sin fuertes dispositivos de seguridad y grandes protestas del independentismo. Y normalidad institucional, pese al deterioro extremo de las relaciones entre el PSOE y el PP. Pero la cita ha empezado con polémica. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha levantado de la mesa a los minutos de empezar, cuando el lehendakari Imanol Pradales, el primero en intervenir por protocolo, ha empezado a hablar en euskera.
Ayuso ya había amenazado ayer con este drástico gesto, no secundado por el resto de presidentes del PP. «En lugar de defender el español en todos los rincones, lo que hacen es utilizar el catalán, la lengua de los catalanes para hacer provincianismo con el secesionismo catalán, que es una corruptela que no pienso pagar», adujo. No había mucha duda de que cumpliría, como tampoco la había de que tanto Pradales como Illa la ignorarían. Pero, aun así, la presidenta madrileña ha sido más prudente de lo que inicialmente había planteado y, en lugar de abandonar por completo la conferencia, se ha limitado a esperar fuera de la sala hasta que ha llegado el turno del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, el tercero en hablar tras el lehendakari y el presidente de la Generalitat, ya que se sigue el orden de aprobación de los Estatutos de autonomía.
Otros barones populares como el murciano Fernando López Miras, el valenciano Carlos Mazón, el aragonés Jorge Azcón, el castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco, la extremeña María Guardiola y el melillense Juan José Imbroda también han querido evidenciar su rechazo al uso de las lenguas cooficiales pero en su caso, se han limitado a no ponerse el 'pinganillo' para poder atender a Pradales, algo que este ha reprochado y tildado de «falta de respeto».
Sánchez e Illa, que como convocante del encuentro y anfitrión, respectivamente, han ofrecido sendos discursos iniciales a micrófono abierto antes del comienzo de la discusión a puerta cerrada, en el Palacio de Pedralbes, ya se habían adelantado al choque previsto defendiendo la decisión del presidente de permitir, a petición de Cataluña y el País Vasco, que por primera vez desde que se constituyó este órgano de cooperación territorial se haga use en él de las lenguas cooficiales y se contrate un servicio de traducción simultánea.
Sánchez ha defendido que el uso del catalán, el euskera y el gallego -en el que Rueda ha saludado- es «la prueba de un proyecto de país que integra, que no excluye, que reconoce como activo lo que es la diversidad territorial de un gran país como es España». E Illa ha definido las lenguas oficiales como «una riqueza» y «patrimonio de todos». «Creo que es un símbolo, un gesto, una expresión de la pluralidad, de la realidad de nuestro país lo que podamos en esta conferencia de presidentes usar las lenguas oficiales. Entender esto -ha dicho- es entender España».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.