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La minoría del Gobierno foral de Gipuzkoa que conforman PNV y PSE ha vuelto a evidenciarse este miércoles en las Juntas Generales. EH Bildu, PP ... y Elkarrekin Podemos han aprobado ampliar hasta Irun las líneas de Lurraldebus a Bilbao, Vitoria y Loiu gracias a la mayoría absoluta que alcanzan los tres grupos de la oposición. La Diputación no ha respaldado esta iniciativa, ya que, según ha explicado el portavoz socialista Alberto Albistegui durante la sesión plenaria, «los plazos que se plantean son inasumibles». Incluso el PNV ha criticado que EH Bildu «firme junto a los que consideraban extrema derecha».
PNV y PSE suman 24 escaños –a dos de la mayoría absoluta– por los 27 que suman EH Bildu, PP y Elkarrekin Podemos. Unos números que no permiten a los dos partidos de gobierno sacar adelante o frenar iniciativas solo con sus votos y que este miércoles se ha visto reflejada en esta cuestión de los autobuses, como adelantó ayer este periódico. De hecho, el acuerdo entre la oposición y la Diputación no ha sido posible durante el pleno, y finamente ha triunfado la iniciativa respaldada por EH Bildu, PP y Ellkarrekin Podemos. El Ejecutivo de la diputada general Eider Mendoza ha cosechado una derrota, por 24 votos a 26, aunque esta resolución aprobada no es vinculante para el Ejecutivo guipuzcoano.
El portavoz del PP en las Juntas, Mikel Lezama, se ha mostrado muy crítico porque la iniciativa no es vinculante y la Diputación no tiene la obligación de llevarla adelante. «Que no sea vinculante es una barbaridad. Tanto como vaciar de contenido a la cámara representativa de Gipuzkoa. Para empezar, es una obligación democrática», ha señalado. Para añadir que «despreciar al legislativo de la cámara más antigua de Gipuzkoa, la esencia de la foralidad, es tanto como ignorar la división de poderes. Es actuar al estilo Trump».
El PNV, por su parte, afirmó que la propuesta de EH Bildu es inviable de realizar en lo que resta de año, mientras el PSE ha reaccionado de forma más matizada y se ha comprometido a «estudiarlo», aunque también ha hablado de un problema de plazos.
Esta nueva unión de los tres grupos opositores, en especial el hecho de que firmen juntos EH Bildu y el PP, ha provocado que la portavoz peneuvista y presidenta del Gipuzko Buru Batzar, María Eugenia Arrizabalaga, haya arremetido contra la coalición soberanista por «firmar» junto a los populares y ha ironizado sobre si ahora ya no les consideran «extrema derecha». Esta alianza entre partidos que se sitúan ideológicamente en las antípodas ya se ha producido en otras ocasiones durante esta legislatura. El mes pasado ambas formaciones ya incluyeron una enmienda transaccional para la restauración medioambiental de la cala de Agiti situada en la falda del monte Igeldo. En aquella ocasión también contaron con el visto bueno de Elkarrekin Podemos.
La votación ha reflejado la falta de apoyos de los dos socios de Diputación y ha evidenciando que en las Juntas no hay bloques cerrados. Los partidos se han ido moviendo en base a las iniciativas presentadas. El PP fue quien otorgó los votos suficientes para que el Gobierno foral sacase adelante los primeros presupuestos de la legislatura, Elkarrekin Podemos fue quien propició la aprobación de la reciente reforma fiscal y EH Bildu también se ha sumado, por ejemplo al PNV, para dar luz verde a iniciativas relacionadas con el euskera.
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