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Los cinco partidos que faltan para la finalización de la temporada plantean a la Real el reto mayúsculo de la Champions, pero lograr el ... cuarto puesto no es la única meta que persigue el equipo en las próximas semanas. Uno de los alicientes le pone mirando puertas adentro. Atañe a ese objetivo estratégico marcado por la dirección deportiva. «Emocionar a la afición», Roberto Olabe dixit. Tomando como indicador los partidos de casa en Liga, los de Imanol se encuentran ante el desafío de firmar la mejor temporada del cuadro txuri-urdin como local desde el ascenso a Primera. Otro frente para entrar en la historia.
La empresa exige pleno de victorias en los tres compromisos que quedan en el Reale Arena, empezando por el de este sábado (14.00 horas) contra el Girona. Hasta el momento, la Real suma nueve triunfos ante su gente y cuatro empates agridulces. Desde el ascenso a Primera, nunca ha logrado doce victorias. Ese es el hito. Se quedó en once en la primera temporada en la máxima categoría tras el periplo por Segunda, en la temporada 10/11 con Martin Lasarte, y repitió con once partidos ganados en casa en la 13/14 con Jagoba Arrasate. El año de clasificación para la Champions (12/13), alcanzó diez victorias en Anoeta, cifra que parece factible igualar esta campaña con tres duelos por jugar contra Girona, Almería y Sevilla.
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El excelente rendimiento como visitante le permite auparse al cuarto puesto con cierta holgura, pero para terminar de contentar a su afición aspira a mejorar los números en casa. Con 31 puntos obtenidos en Anoeta, de momento es el sexto mejor local, por detrás de los tres de siempre –Barcelona (45), Real Madrid (37) y Atlético (36)–, Girona (33) y Villarreal (32). Los números son similares a los de las tres últimas temporadas selladas con clasificación europea. En la 19/20, consiguió las nueve victorias y cuatro empates que suma hoy por hoy. Subió ligeramente el listón en la 20/21 con otras nueve victorias pero seis empates para sumar 33 puntos. Y en el curso pasado cosechó un triunfo más –diez– y cinco empates para amarrar 35 puntos. Probablemente no le hagan falta para afianzarse en zona Champions, pero los nueve que le quedan por disputar ante su afición le llevarían a hacer historia con doce victorias y 40 puntos como local. Un récord más para devolver a todos los realzales su entrega durante toda la temporada.
Dentro del cometido de satisfacer a la parroquia txuri-urdin, cobran un valor añadido los goles, esos estallidos de alegría que justifican una asistencia a las gradas del Reale Arena. En este frente, los pupilos de Imanol tienen una asignatura pendiente. Su faceta anotadora no concuerda con su clasificación, ni con su estatus dentro de la competición. El público requiere más saltos de emoción y alegría y el equipo tiene tres partidos para compensar la estadística.
En una campaña que está a punto de rubricar con matrícula de honor, el número de goles no se corresponde con la euforia que ha generado en su entorno esta Real. 21 tantos en dieciséis encuentros arrojan una media de 1,3 goles por cada noventa y tantos minutos de juego. A favor del equipo pesa que la única vez que se ha estirado con más de dos goles en Liga ha sido contra el Athletic, donde la afición pudo experimentar con más alborozo que en otros días su glorioso bote del asiento en tres ocasiones. También contra el Sheriff en Europa League perforó la meta rival tres veces.
La cifra de goles en casa mejora, con todo, la lograda la pasada temporada, cuando el equipo marcó solo 16 goles ante su afición en Liga. Números mucho más alegres registró las otras dos veces que se clasificó para competir en Europa: 34 tantos en la 20/21 y 33 en la 19/20. Parece complicado acercarse a la treintena en los tres partidos que quedan, pero he ahí otro reto para redondear un curso histórico.
La media de goles ligueros en Anoeta en las últimas doce campañas asciende, precisamente, a 30,7. Lograr la clasificación para la Champions sin alcanzar esa cifra denota la enorme solvencia defensiva del equipo este curso. Mención destacada merecen los 47 tantos marcados en la 17/18. La Real fue séptima aquella temporada, pero los Willian José, Oyarzabal y Juanmi se pusieron las botas para deleite de la afición.
Valga como anécdota que Imanol se hizo cargo del equipo en las últimas nueve jornadas y consiguió un 5-0 contra el Girona, un 3-0 contra el Atlético, un 3-1 contra el Athletic y otro 3-2 frente al Leganés. 14 goles en cuatro partidos en Anoeta. Pura diversión. El aficionado ansía ahora una pequeña dosis de aquello.
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