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El día más grande ha llegado. La Real Sociedad tiene ante sí la oportunidad de hacer historia y levantar su tercera Copa del ... Rey. Gipuzkoa entera contiene la respiración. Hace 34 años que no la conquista y 18 que no tiene tan cerca un título, desde aquel de Liga en Balaídos. Las esperanzas están depositadas en un grupo de extraordinarios futbolistas que nos han traído hasta aquí y que sueñan con la gloria en Sevilla.
De entrada, parten con la confianza que supone llevar dos años jugando un fútbol de muy alto nivel que les ha permitido estar de forma recurrente en posiciones europeas y llamar a las puertas de un título. Pero agua pasada no mueve molino y hará faltar remar fuerte en la txanpa final para alzar la Copa en La Cartuja.
Las dos últimas semanas han servido para llenar los depósitos y vaciar la enfermería. Después del encuentro contra el Barcelona, la plantilla estaba en cuadro entre lesionados y el éxodo de los internacionales. Sin embargo, desde entonces se han ido uniendo a la causa Zubeldia, Le Normand, Silva, Zaldua, Aritz, Monreal y Merino, lo que es una gran noticia para una cita tan importante. La única ausencia destacada es la de Asier Illarramendi, que ayer se lesionó en el entrenamiento y no parece que pueda participar en la final.
plantilla
Además, salvo los problemas físicos que ya arrastraba Zubimendi y que se agravaron tras el golpe en las costillas que sufrió con la sub-21, el resto de internacionales ha vuelto con la moral reforzada. Isak jugó dos buenos partidos al lado de Ibrahimovic y marcó un gol. Januzaj regresó con Bélgica dos años después, dio una asistencia y ve factible su presencia en la Eurocopa. Barrenetxea dio una exhibición ante la República Checa. Zubimendi ha gozado de la confianza del seleccionador y Oyarzabal también se ha dejado ver con Luis Enrique. Los cinco no serán titulares, pero tres apuntan a ello.
En un partido tan especial, la parte sentimental tiene mucho peso, porque el juego es difícil que se desarrolle acorde al guion tradicional de un encuentro de Liga. Las finales las ganan quienes menos errores cometen y ello exige fiabilidad y concentración. La Real Sociedad tiene un buen ramillete de jugadores que saben lo que es ganar títulos, como Silva, Monreal, Illarramendi, Januzaj, Merino, Isak, Moyá... Incluso Oyarzabal y Zubeldia han conquistado el campeonato de Europa con la sub-21.
defensa
Además, en los últimos nueve meses han vivido tres experiencias del máximo nivel que, sin llegar a haber en juego lo que hay ahora, han dejado un buen poso de experiencia en la plantilla. La primera fue la clasificación para Europa en el Wanda Metropolitano en julio pasado con aquel gol de Januzaj en el tramo final. La segunda, el duelo en Nápoles para acceder a las eliminatorias de la Europa League y que se saldó con un empate en el descuento para seguir vivos en la competición ante uno de los mejores equipos de Italia.
La tercera fue la semifinal de la Supercopa en enero ante el Barcelona, el conjunto más en forma de España en este 2021. El equipo blanquiazul demostró empaque y carácter para nivelar el tanto inicial de De Jong en el tiempo reglamentario y para superar en juego a su rival en la prórroga. Solo Ter Stegen, la madera y los malditos penaltis impidieron el triunfo blanquiazul. Pero seguro que ninguna de esas vivencias ha caído en saco roto.
Aquel encuentro contra el Barcelona puede ser lo más parecido a esta final y lo que se vio es que el aspecto físico es un factor importante porque estos partidos se hacen largos. En este sentido, que Imanol haya podido recuperar hombres en estas dos semanas le da una mayor profundidad de banquillo y margen de maniobra -los suplentes en la Copa son nueve, no doce como en la Liga-. Si aquella noche puso contra las cuerdas al conjunto azulgrana fue porque fue dando entrada a piezas como Barrenetxea, Willian José, Zaldua, Januzaj y Zubimendi, que elevaron el nivel con el paso de los minutos.
En la Copa conquistada en Zaragoza en 1987, los dos jugadores de refresco, Musti Mujika y Martín Begiristain, resultaron decisivos porque marcaron en la tanda de penaltis. Ahora, la Real tiene dos efectivos por puesto del mismo nivel, que garantizan que el cansancio no afecte al rendimiento colectivo: Gorosabel-Zaldua, Zubeldia-Aritz, Merino-Guevara, Januzaj-Portu, Oyarzabal-Barrenetxea, Carlos Fernández-Isak... Y eso hay que aprovecharlo.
Para ganar una final es esencial defender bien, justo el aspecto en el que más ha mejorado la Real Sociedad esta temporada por mucho que venga de recibir seis goles ante el Barça. En los 39 partidos oficiales del curso ha mantenido la portería imbatida 16 veces y eso es un aval. Además, es el quinto equipo menos goleado de la Liga. El Athletic solo ha firmado seis puertas a cero en 35 partidos.
Si el cuadro blanquiazul logra una activación defensiva como lo viene haciendo y apuesta por su calidad de centro del campo hacia adelante, todo estará más cerca. ¿La presión? Solo hace falta que sean ellos mismos y hagan lo que saben.
Con Remiro en la portería, Gorosabel, Zubeldia, Le Normand y Monreal se perfilan para la línea defensiva. En el centro del campo Zubimendi aparece por delante de Guevara para formar con Merino y Silva, mientras que arriba Portu podría coger la delantera a Januzaj, que ha estado con su selección, para jugar con Isak y Oyarzabal.
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