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Merino, Isak, Odegaard, Silva y Kubo, los grandes fichajes de Olabe; Sagnan, Cho y Sadiq, las decepciones
Los fichajes de Roberto Olabe

Merino, Isak, Odegaard, Silva y Kubo, los grandes fichajes de Olabe; Sagnan, Cho y Sadiq, las decepciones

Olabe ha fortalecido la posición en el mercado de la Real con la creación de la Unidad de Reclutamiento aunque también ha incorporado futbolistas que no han respondido a las expectativas

Miguel González

San Sebastián

Miércoles, 13 de noviembre 2024

Roberto Olabe se ha significado en estas siete temporadas en la Real Sociedad por haber renovado las estructuras deportivas del club y dado un impulso a la última etapa formativa para reducir el salto del Sanse al primer equipo, algo que se concretó con el ascenso del filial a Segunda División. El día de su presentación, en abril de 2018, dejó dos ideas claras que calaron en los aficionados: que su función principal no era la de fichador y que tenía la ilusión de ser campeón con la Real.

Una de sus primeras decisiones fue construir una unidad de reclutamiento moderna con más medios que la anterior para optar a captar talento joven que complementase al futbolista de la cantera, cuyo objetivo era que llegase lo mejor preparado posible al primer equipo.

En su relación con el mercado las luces se han impuesto con claridad a las sombras. Nada más llegar a la Real se trajo con él a Merino, una pieza básica en la estabilización del equipo en puestos europeos. Pagó 12 millones al Newcastle y lo vendió el último verano por 35 millones. Sin embargo, su primer curso fue el más controvertido porque no acertó en la elección de Asier Garitano para el banquillo ni en las cesiones de Theo Hernández y Sandro, lo que derivó en que en navidades Imanol tuviera que tomar las riendas con el equipo cerca del descenso. Previamente había salido Rubén de la Barrera, el segundo de Garitano. Desde entonces el de Orio ha manejado la nave hasta hoy.

Su primera gran revolución llegó en 2019 con los fichajes de Remiro, Portu, Monreal e Isak, el ascenso de Le Normand desde el Sanse y la cesión de Odegaard. De repente, la Real dio un salto de calidad que le colocó entre los mejores de la Liga y en la final de la Copa con un fútbol atrevido y vertical. Con el tiempo Isak se convertiría en su fichaje de mayor impacto al traspasarlo en 2022 el Newcastle por 70 millones cuando había costado 10, la cantidad que pagó el club txuri-urdin al Borussia Dortmund. Esta operación dio brillo a la Unidad de Reclutamiento que había creado.

En 2020 demostró rapidez de movimientos para reaccionar con el fichaje de David Silva a la marcha de Odegaard, al que recuperó el Real Madrid un año antes de lo que tenía firmado. El canario lo tenía hecho con el Lazio, pero una llamada a su representante Amadeo Rangel cambió las cosas y la afición realista pudo disfrutar durante tres temporadas de un futbolista único que reafirmó aún más el proyecto.

El 3 de abril de 2021 Olabe vio cumplido su sueño de hacer campeón a la Real tras ganar la Copa del Rey al Athletic en Sevilla y confirmar la trayectoria ascendente que traía el equipo en los tres años anteriores. Pero como suele decirse, llegar no fue lo más difícil, sino mantenerse.

En 2022 tuvo que agitar el árbol para sujetar a la Real arriba en la cresta de la ola. No fue fácil porque la marcha de Isak suponía un duro golpe, pero volvió a salirse con la suya al armar un equipo que acabó en la Champions. La clave estuvo en cambiar a Portu y Januzaj, a los que veía amortizados, por Brais y Kubo, y extender un segundo año de cesión a Sorloth, que se erigió en el principal artillero realista. Esa segunda revolución es la que ha traído al equipo hasta aquí y le ha permitido disfrutar de una pasada temporada en la que rozó la final de Copa, repitió presencia en Europa y disfrutó de la Champions siendo primero de grupo por delante del Inter, Benfica y Salzburgo.

Sin embargo, y a pesar de que sus aciertos han primado sobre los errores, también ha realizado fichajes controvertidos como los de Modibo Sagnan y Momo Cho, que salieron por la puerta de atrás, y el de Sadiq Umar, que después de abonar 20 millones por él no ha aportado nada. Por Carlos Fernández también pagó 10 millones sin que las lesiones le dejaran rendir. Este verano se ha sacado la espina trayendo a Sucic, Sergio Gómez, Javi López y Óskarsson, que tienen muy buena pinta, y con la cesión de Aguerd. En un año ha tenido que reemplazar las marchas de Silva, Sorloth, Le Normand y Merino y la Real no ha salido mal parada de una restructuración tan fuerte al disponer de un conjunto joven y de calidad.

En su faceta de Director de Fútbol también ha sido importante su papel como vendedor para sacar buenos réditos de futbolistas que entendía amortizados o que podían ser sustituidos por gente de casa. Primero vendió a Juanmi al Betis por 10 millones para fichar con ese dinero a Portu. Después sacó 14 millones por la venta de Diego Llorente al Leeds United para despejar el camino a Le Normand y reubicar a Zubeldia de central, mientras que mandó a Rulli al Villarreal por 7 millones para poner la alfombra a un Remiro que está batiendo todos los registros en la portería de Anoeta. También colocó a Willian José en el Betis en una operación tasada en 10 millones –siete por el traspaso, 1,5 por la cesión durante el año anterior y otro 1,5 por el sueldo que se ahorró el club en su último año de campaña–, y recuperó 3,5 millones con la venta de Portu al Getafe.

Aunque en cifras inferiores a ésas, también ha obtenido un pellizco en el último año y medio con las salidas de Lobete al Celta, Gorosabel y Guevara al Alavés, Diego Rico y Alex Sola al Getafe y Robert Navarro al Mallorca. Cerca de 7 millones en total que han contribuido a sacar buenos réditos por futbolistas que no entraban en la dinámica del primer equipo.

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