El Atlético de Madrid y Jan Oblak, los dos muros a derribar

La Real Sociedad deberá solventar dos muros. Personificados en el Cholo Simeone y Jan Oblak. Desde que el conjunto txuri-urdin retornara a Primera en la temporada 2009/10 solo ha sido capaz de meterle cuatro goles al equipo colchonero en sus visitas, primero al Calderón, ahora al Wanda. El estilo del Atlético de Madrid –duro, pétreo y rocoso– ha sido el gran culpable, en parte, de la sequía de resultados que ha tenido la escuadra blanquiazul en sus visitas a la capital.

De hecho, de la actual plantilla solo Adnan Januzaj sabe lo que es marcarle un gol a Jan Oblak lejos de Anoeta. Además el portero esloveno, titular en los últimos seis enfrentamientos contra la Real, solo ha tenido que sacar dos balones blanquiazules de la red de su portería. El comentado del belga la pasada campaña –que valió el pase para la disputa de la Europa League– y el penalti que marcó Willian José en la temporada 2017/18, pero que fue estéril puesto que la Real cayó derrotada por 2-1.

De todas formas, el sabio Raynald Denoueix siempre comentaba que «cuanto más tiempo pasa sin suceder una cosa, más cerca está de que suceda». Precisamente el exentrenador realista empleó esta frase tras derrotar al Atlético 1-2 al final de la primera vuelta de aquella temporada 2002/03. Tayfun y Kovacevic fueron los goleadores en la fría noche del antiguo Vicente Calderón. Y con ese triunfo la Real completó una vuelta entera sin perder. Llevaba razón el genial técnico de Ruan. En el primer encuentro de la segunda vuelta, en San Mamés, con el Athletic coqueteando los puestos de descenso, llegó lo inesperado: una derrota. Y sin paliativos además: 3-0.

Así las cosas, la escasez de goles y puntos en cancha atlética bien puede acabar cualquier día y por qué no mañana. Atendiendo a las palabras de Imanol, el equipo llega con gasolina al partido y con el importante espaldarazo que supuso el triunfo ante el Elche, que le deja con la alfombra para poder ser quinto. Mañana lo puede lograr

La figura del enorme portero esloveno, Jan Oblak, parece agrandarse cuando es la Real el equipo que le visita. Quizá por ello el tanto de Januzaj la pasada temporada cobra tanta importancia. Una falta lateral, a la izquierda de la meta del balcánico y que pasa cerca de dos o tres jugadores e impide que la pueda sacar. Puede que muchos vean un borrón en la casi impoluta hoja de servicio del balcánico. Pero hay que recordar que minutos antes, el meta nacido en Skofja Loka despejó un tiro de Portu con una estirada que solo la pueden firmar los elegidos. Felizmente el de Molenbeek batió al meta del Atlético de Madrid, minutos después pero como se puede comprobar es un ejercicio de fe para los delanteros realistas.

De las seis veces que Oblak ha jugado como local ante la Real en cuatro ha dejado la puerta a cero y solo se le ha batido en jugada a balón parado. El cuatro veces vencedor del torneo Zamora se encuentra entre los mejores porteros del Mundo. «Aparte de todas las condiciones habidas y por haber de un portero, tanto cerca como lejos, como en la toma de decisiones, tiene ese don que las veces que elige regular, también saca balones». Palabras de su excompañero y en la actualidad guardameta realista, Miguel Ángel Moyá, alguien que conoce perfectamente las cualidades del esloveno. «No tengo duda de que come en la misma mesa que Courtois y Ter Stegen», dijo en una entrevista a este periódico.

Los cuatro héroes –porque la estadística así lo dice– que han logrado marcar un gol al Atlético con la camiseta blanquiazul son Adnan Januzaj, Willian José, Xabi Prieto y Carlos Vela en las once visitas que ha realizado la Real desde su retorno a Primera en 2009. Eso nos deja una moraleja muy clara: hay que ser muy bueno para meter un gol a Jan Oblak. Repasando sus nombres y trayectorias todos ellos han tenido, o tienen, un recorrido destacado como jugadores de la Real.

Alexander Isak, Portu, Oyarzabal o David Silva serán los que merodeen el área colchonera y tendrán la oportunidad de derribar el muro. La pared eslovena que contra la Real parece infranqueable.