El reto de consolidar canteranos ante una exigencia máxima

En ese escenario de máxima exigencia a la Real le ha costado consolidar a jóvenes canteranos en el primer equipo. Aquella máxima de la década pasada en la que se hablaba de asentar a uno por temporada ha pasado a mejor vida desde Martin Zubimendi en la 20/21. El donostiarra es el último valor de Zubieta que forma de manera habitual en el once inicial y ya tiene 24 años.

La competición de máximo nivel no permite alegrías con los jóvenes y ello obliga a un club con la filosofía del txuri-urdin a reinventarse para poder conjugar su identidad con la demanda exterior. Para algunos de sus rivales en la pugna por Europa esa preocupación con los canteranos no existe porque se nutren exclusivamente del mercado y la presencia de valores formados en su academia es testimonial. Es el caso de los dos equipos sevillanos. En el Betis hay que caer hasta el undécimo en la tabla de minutos disputados para encontrar a Juan Miranda. Y eso porque traspasó a Álex Moreno en el mercado de invierno para aligerar su déficit... En sus vecinos del Sevilla solo aparece Jesús Navas, con 37 años, entre los 19 que más han participado en el curso.

En el caso de la Real es una cuestión vital porque es la cantera lo que le ha dado estabilidad y ha generado riqueza bajo la presidencia de Aperribay. Olabe siempre se ha referido a un 60% de casa en la confección de la plantilla, aunque en su última comparecencia matizó que esta cifra no es un fin sino la consecuencia de lo que se quiere hacer.

Esta temporada hay cuatro canteranos entre los once que más han jugado: Zubimendi, Le Normand, Zubeldia y Aritz. Completarían el once de gala Remiro, Rico, Merino, Brais, Silva, Kubo y Sorloth. La lesión de Oyarzabal ha restado a un efectivo de casa que suele ser fijo en las alineaciones.

La situación actual con una Real con aspiraciones tan elevadas hace que el salto al primer equipo sea más grande que hace una década. Con el regreso a Primera se asentaron en el equipo Iñigo, Illarramendi, Pardo y Agirretxe, pero no tenía el nivel del actual a pesar de la clasificación para la Champions en 2013. En los años posteriores aparecieron Zaldua, Aritz, Odriozola, Zubeldia y Oyarzabal, pero era una época de dientes de sierra en las que se alternaban temporadas con premio europeo como en 2013, 2014 y 2017 con otras en la zona media como en 2015, 2016 o 2018 en las que hubo demasiados relevos en el banquillo.

Desde la llegada de Olabe en 2018 Imanol ha encadenado cuatro años y medio seguidos y se ha traducido en otras tantas clasificaciones continentales. Paralelamente se ha intensificado el trabajo con los jóvenes en la última milla para que lleguen preparados al primer equipo, aunque en la temporada de su estreno no tengan mucha participación. Ello ya no es sinónimo de frenar su progresión, al trazarles a cada uno un camino individualizado para su formación de cara a la élite.

Al hablar de jóvenes vamos a referirnos a los de Zubieta, ya que hay casos como los de Kubo y Cho que han contado con la confianza de Imanol y apenas tienen 21 y 19 años, respectivamente.

La mejor noticia de la temporada entre los canteranos más noveles ha sido el crecimiento dentro del equipo de Jon Pacheco, que ha jugado 21 partidos, 18 como titular, para irse por encima de los 1.700 minutos. El baztandarra fue clave a principio de temporada para sujetar la defensa cuando se lesionó Le Normand con una actuación sublime en Old Trafford anulando a Cristiano Ronaldo y se ha revelado como un recambio de garantías cuando ha faltado alguno de los dos centrales titulares o se les ha querido dar descanso.

A sus 22 años ha mejorado mucho en el juego aéreo, cada vez se le ve más concentrado y su pie izquierdo es una maravilla en la salida del balón a la hora de iniciar la jugada. La próxima temporada debería incrementar su participación en el equipo acorde a su calidad y progresión.

Ander Barrenetxea ha terminado el curso muy fuerte. Una gravísima lesión muscular le llevó a perderse el 2022 entero pero ha regresado con más chispa que nunca para firmar tres goles y una asistencia en este tramo final de Liga. Vio puerta en Vallecas, al empujar en el segundo palo un córner peinado por Aritz, contra el Elche para certificar el tanto de la tranquilidad en el descuento, y frente al Real Madrid para cerrar una victoria clave en el camino hacia la Champions.

Pero por encima de los números lo mejor han sido sus sensaciones, volviendo a erigirse en ese extremo con desborde que no para de encarar y tiene salida por fuera y por dentro. Tanto él como Pacheco son de 2001 y no hay muchos clubes que puedan presumir de dos canteranos de semejantes condiciones a esa edad.

Robert Navarro ha estado cerca de los 1.000 minutos y ha participado en 26 partidos: 6 como titular y tres completos en Chipre, Coria y Logroño. Hasta que se recuperaron Mikel Oyarzabal y Barrenetxea en enero fue una pieza muy utilizada por Imanol y que respondió con números al marcar 6 goles y dar dos asistencias. Curiosamente ninguno fue en Liga, ya que cuatro llegaron en Copa ante el Cazalegas, Coria, Logroñés y Mallorca y los otros dos en Europa League frente al Sheriff en Anoeta y en la visita al Omonia Nicosia. A sus 21 años ha demostrado talento, precisión ante la portería contraria y llegada del área desde segunda línea, aunque en los cuatro últimos meses apenas ha jugado.

En lo que se refiere a la primera plantilla se esperaba una mayor participación por parte de Beñat Turrientes después de su fantástico año pasado en el Sanse pero Imanol ha visto a otros compañeros más preparados en esa posición. De ahí que solo haya sido titular en tres partidos –en Getafe, contra el Sheriff en Anoeta y ante el Cazalegas– y no haya pisado el césped desde que salió en los últimos minutos en Roma el 9 de marzo, hace tres meses.

Álex Sola no es ningún joven porque tiene 24 años pero sí que se estrenaba en la primera plantilla esta temporada y no ha podido tener continuidad por culpa de las lesiones. Sin embargo, ha sumado 594 minutos en 16 partidos, seis de titular, aunque su última participación se remonta a hace dos meses en Villarreal cuando salió en el descuento.

Más allá de la primera plantilla la irrupción más importante ha sido la de Pablo Marín, que sobre todo antes del Mundial y en enero, periodos en los que se concentraron las lesiones, se ganó la confianza de Imanol siendo titular contra el Manchester en Anoeta y en el Camp Nou en la Copa. Con solo 19 años dejó unos detalles importantes que le convierten en alternativa para el futuro.

Olasagasti y Ander Martín y son otros dos chavales del Sanse a los que les ha tocado echar una mano en momentos de necesidad y han cumplido de sobra su cometido. Al primero de ellos se le abre ahora una posibilidad con la salida de Illarramendi por su versatilidad para jugar en varias posiciones del centro del campo.

En la delantera tampoco hay que olvidar que Jon karrikaburu disputó 387 minutos hasta que fue cedido en enero al Leganés. Con la Real hizo dos goles en Coria y fue titular en Europa en los dos partidos contra el Omonia. En Butarque ha logrado recuperar el olfato goleador tras el cambio de entrenador al marcar tres goles en el último mes y medio de competio. Con 20 años parece que aún tendrá que vivir otra cesión por la enorme competencia que hay en los puestos de vanguardia.