Rufo Urtizberea: «Está siendo una semana especial; sé que puede ser la última Concha»

Entre todas las vivencias de la semana de los protagonistas de la Bandera de La Concha, la de Rufo Urtizberea adquiere connotaciones diferentes. «Está siendo muy especial porque soy consciente de que puede ser mi última vez», reconoce el entrenador de la trainera femenina de Donostiarra. Al final de este verano terminará un ciclo de siete temporadas en el club, las tres últimas como técnico de la Bancha. «Lo dejo el mismo año en el que me prejubilo, así que puede ser pasar del estrés a la calma total».

Matiza que está abierto a involucrarse en otros proyecto, aunque asume que «igual se trata de un equipo de formación o cualquier otro que no llega a participar en La Concha. Yo siempre he defendido el término de la Olimpiada del Remo porque ya es difícil el mero hecho de participar en esta competición. Hay remeros que después de toda una vida deportiva, no lo han conseguido».

Para Urtizberea, las regatas de Donostia tienen un encanto diferente. «Como remero pude disputar una vez La Concha, con San Juan, y fue tras ocho temporadas sin remar por lesión. Cuando cruzamos la meta agradecí a todos los compañeros la oportunidad que tuve. Pude cerrar un ciclo. Tenía la espalda machacada, la sigo teniendo, y lo dejé».

Después ha ejercido como técnico ayudante de Igor Makazaga y Joseba Fernández en San Juan, llegó a lograr el ascenso a la ARC-1 con Oiartzun en 2016 y pasó a formar al filial de Donostiarra, con quien reeditó el mismo logro en 2018. En los últimos tres años ha elevado el listón de la tripulación femenina y hasta el último día afirma tener «ganas de pelea, a ver si este domingo rematamos una buena actuación por mucho que la Bandera esté difícil».

Tiene claro cuál es su última enseñanza a las remeras. «Les digo que tenemos que ir primero a pelear y luego a disfrutar. Ya sé que Donostiarra tiene garantizado estar presente en la competición, pero nunca sabes si vas a poder volver a una prueba tan especial. He vivido momentos muy duros en el remo, con entrenamientos pasando penuria en invierno, pero con el tiempo esas cosas se olvidan y lo que perdura en el recuerdo son los buenos momentos y experiencias como las de estos dos domingos».

Dejará Donostiarra, un proyecto al que augura un buen futuro, aunque cree que «se tendría que dar la unificación entre traineras de la capital. Estamos en un deporte minoritario y vemos que dos botes de la ciudad están entre los cuatro de la Liga Euskotren por separado. Creo que debería haber una unificación y creo que sí es posible. Cuando las viejas glorias van desapareciendo, aparece savia nueva y esa gente puede hacer que todo fluya de otra manera».

También presagia buenos tiempos para la trainera masculina. «Se está haciendo un gran esfuerzo con la cantera y la B está a punto de ascender. Creo que con los que reman en el filial hay un buen futuro».