Borrar
Avenida con Urbieta. Una agentede movilidad trata de ordenar el tráfico mientras los peatones cruzan entre vehículos parados. REPORTAJE FOTOGRÁFICO SARA SANTOS
Tráfico

Agosto y hora punta, atasco asegurado en el centro de Donostia

Los cambios de circulación en varias calles de San Sebastián han agravado un fenómeno habitual cada verano. El Diario Vasco recorre en coche las zonas más conflictivas de la almendra central y tarda hasta 30 minutos para avanzar un kilómetro

ANDER BALANZATEGI

San Sebastián

Sábado, 13 de agosto 2022

Circular por el centro de Donostia se convierte en una misión imposible durante las horas puntas del día. La caravana de coches que se forma en paralelo al río en el a la ciudad desde el Paseo de Bizkaia, la fila de vehículos desde el Boulevard hasta la calle Hernani, el ritmo exasperante para recorrer cien metros de la calle Hondarribia, el embotellamiento entre la calle Zubieta, la plaza de Zaragoza y la calle Arrasate hasta llegar a Easo, el lío en la Avenida de la Libertad en el giro hacia Urbieta o a la altura del hotel Londres... Los problemas de tráfico en San Sebastián en el mes de agosto se vienen repitiendo desde hace años, pero en este verano con récord histórico de visitantes tras la pandemia y, sobre todo, con varios cambios en el sentido de la circulación de algunas arterias principales del Centro, en horas punta como las del mediodía el atasco está asegurado. «Caos» es la palabra que más se repite entre conductores y peatones que recorren las calles, mientras los agentes de movilidad se esfuerzan sin éxito para lograr cierta fluidez en el tráfico.

El Diario Vasco se sube a un coche para constatar estas dificultades: se pueden tardar hasta 30 minutos en recorrer la distancia que va desde La Perla hasta la calle Urbieta.

Una de las causas principales de este colapso circulatorio es que el centro de Donostia alberga seis parkings subterráneos al que acuden cientos de visitantes con su vehículo privado. Estos días previos a la Semana Grande, buena parte de estos aparcamientos han colgado el cartel rojo de 'completo' a partir de las 12.00 horas, lo que provoca que los coches privados se vean obligados a dar vueltas y más vueltas por la almendra central, colapsando la circulación. En las entradas de los parkings, además, se forman filas de hasta 10 coches a la espera de conseguir alguna plaza libre bajo tierra, lo que tensiona aún más la circulación en superficie.

Las retenciones en los dos carriles convencionales (más un carril bus) de a la ciudad por el Paseo de Bizkaia son un clásico de cada verano, pero si hay una entrada al Centro que está sufriendo especialmente desde julio es la que discurre desde Miraconcha hacia la calle Easo. Por ahí comenzamos el recorrido. Al llegar a la zona de La Perla, el tráfico ya empieza a ser denso.

Un poco más adelante aparece el primer punto conflictivo del recorrido, el cruce entre las calles San Martín y Zubieta, dos calles que a principios de julio cambiaron el sentido de circulación para adaptarse al plan 'Datorren Donostia', destinado a reducir el tráfico por el centro de la ciudad en otoño de 2023. Completamos el cruce con dificultades, pero las mayores retenciones llegan unos metros más adelante, ya en la calle Zubieta, cuando el carril bus que discurre por la derecha pasa de pronto a la izquierda y viceversa, los vehículos privados se ven obligados a pasar al carril derecho para entrar hacia la plaza Zaragoza. Los frenazos y bocinazos son una constate en ese tramo.

Centro de Donostia

30 minutos tardamos en recorrer el tramo que va desde La Perla hasta la calle Urbieta, de menos de un kilómetro

En la plaza Zaragoza y el inicio de la calle Arrasate solo hay un carril de circulación, por lo que los coches avanzan a marchas forzadas. Cada vez que los semáforos se ponen en verde, solo pasan un par de coches. Los que están habituados al día a día del Centro se lo toman con calma, algunos turistas salen del coche extrañados y los más nerviosos tocan la bocina con desesperación. Se avanza, pero muy despacio. Al llegar a Easo algunos intentan girar hacia el hotel Londres, pero un agente de movilidad solo permite el giro a los autobuses y taxis. El resto de los vehículos deben seguir hasta la calle Urbieta, junto a los que llegan por la propia calle Easo. Nuevo punto de tensión. Para cuando llegamos a Urbieta, hemos tardado 30 minutos de reloj en recorrer menos de un kilómetro desde La Perla.

Ya en Urbieta, si la intención es mantenerse en el Centro, el tema se complica, ya que el a la calle Larramendi desde Urbieta también se suele cerrar en horas punta para evitar el colapso de la calle Hondarribia. Así que los vehículos se ven obligados a bajar hasta el parque de Araba y, de ahí, girar hacia el río. Nuevo atasco y vuelta a empezar. Los conductores se miran resignados y de vez en cuando se escucha algún bocinazo.

Tras varios minutos de marcha lenta para recorrer 300 metros por el paseo Árbol de Gernika, giramos a la izquierda para acceder a la plaza de Bilbao. Y de ahí, por Urdaneta, llegamos a la calle Hondarribia, que sufre desde hace meses atascos constantes por el semáforo que se mantiene en el cruce con San Martín, a pesar de que ya no circulan coches por esa calle en dirección al río. Su mínima duración en verde apenas deja pasar a tres o cuatro coches en cada ciclo.

Aparcamientos 'completos'

Una vez superado ese obstáculo, circulamos por San Martín hasta el cruce con el paseo de los Fueros para llegar hasta el Boulevard.

Allí el colapso es importante, tanto en la superficie como en el parking del subsuelo, donde los vehículos necesitan de al menos diez minutos para salir del aparcamiento, como implora un vehículo que pide paso para incorporarse al cruce con la calle Hernani. Le cedemos el paso. Prisa no hay, porque los 200 metros de la calle Hernani van a ir sumando minutos a nuestro cronómetro. El parking de La Concha ya luce el cartel de completo y todo el tráfico –excepto los buses y taxis– es derivado hacia la Avenida, donde los agentes de movilidad no dan abasto.

10 minutos se puede tardar en salir del parking del Boulevard por el colapso en el exterior

Y llegamos a otro punto crítico para el tráfico donostiarra: el cruce de la Avenida de la Libertad con la calle Urbieta, donde convergen los dos sentidos de la Avenida más el tráfico que viene de la calle Miramar. A la una del mediodía el cruce está totalmente saturado. Algunos vehículos se colocan bloqueando los pasos de peatones, por lo que los viandantes tienen que esquivar los coches para salir de la playa. Una vez enfilada la calle Urbieta, el avance hacia Amara tampoco es sencillo. Pero llegados a este punto la conclusión es clara: conviene salir cuanto antes de la 'almendra central' de la ciudad, donde llevamos casi dos horas para hacer menos de diez kilómetros.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Agosto y hora punta, atasco asegurado en el centro de Donostia