Salud

Osakidetza activa un plan de choque para reducir las listas de espera a niveles previos al Covid

El lehendakari es consciente de que el tensionamiento de Osakidetza se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la sociedad y que puede tener un coste electoral. De ahí que quiera revertir esta situación cuanto antes –las elecciones autonómicas se celebrarán presumiblemente en junio– y se haya puesto en marcha un plan específico para lograrlo.

Según la documentación a la que ha tenido este periódico, la dirección general del Servicio Vasco de Salud envió hace unas jornadas a varios hospitales una directriz en la que les pedía «estimar el número de pacientes susceptibles de derivar» a clínicas privadas de aquellas especialidades que acumulaban mayores demoras y pacientes en espera. En el caso de Gipuzkoa, los centros están remitiendo a los servicios centrales listados con 'paquetes' de s con demoras de más de tres meses para ser operados de cataratas o para que se les implante una prótesis de cadera o de rodilla.

El hospital del Bidasoa, por ejemplo, ha enviado una estimación de «150» pacientes oftalmológicos y otros «50» de traumatología susceptibles de ser intervenidos en la sanidad privada, tal y como se recoge en una notificación firmada por Eugenia Alkiza, directora médica de este centro de Osakidetza. Fuentes acreditadas afirman que otros hospitales como el Donostia o el de Mendaro también han trasladado sus listados.

Otros centros han optado en cambio por aplicar un plan interno de máxima actividad quirúrgica. Es lo que se va a hacer en Cruces. Para lograrlo, en sus quirófanos se van a programar un volumen bastante mayor de peonadas. En el caso de Traumatología, una de las especialidades con más demora acumulada, pasará de realizar una a cuatro intervenciones diarias cada tarde.

Este incremento de las cirugías de tarde –las de mañana ya están al máximo– va a suponer un aumento de los ingresos quirúrgicos en los próximos meses y una mayor ocupación de las camas. Y va a coincidir en el tiempo con la llegada de la gripe, recuerdan fuentes sanitarias. Cuando entre diciembre y febrero se registre el pico epidémico habrá muchos pacientes no quirúrgicos que necesiten una cama y posiblemente haya que realizar una nueva reprogramación de los quirófanos para bajar el ritmo de operaciones y liberarlas. Pero hasta entonces en Cruces operarán al máximo de su capacidad. De hecho, para aumentar más su número de intervenciones, el hospital aumentará el número de pacientes que envía a la clínica San Juan de Dios y que son operados allí por profesionales de Cruces.

En Basurto, por su parte, al servicio de Oftalmología se le comunicó antes del verano que un volumen importante de su lista de espera de cataratas iba a ser derivada a una clínica privada de la ciudad. Una decisión que generó un importante malestar entre los facultativos de este equipo, según pudo confirmar este diario a través de varias fuentes.

En los alaveses hospitales de Txagorritxu y Santiago se ha optado por un modelo mixto. A sus cirujanos se les ha pedido realizar más peonadas, y que se les paguen como horas extra. De forma paralela, y tras varios años sin hacerlo, Osakidetza volverá a recurrir a la sanidad privada en Vitoria. Les derivará hernias y varices, según han confirmado a este periódico que se les ha empezado a llamar para ofrecerles ser intervenidos en el hospital Quirón Vitoria. Todo ello para intentar que Osakidetza recupere en 6 meses las listas de espera previas a la pandemia.