El entrenador que es fotógrafo y el cineasta que mira alrededor del fútbol

No solo son amigos: Trueba invitó a Valverde a hacer la foto fija de dos de sus películas, una hace años y otra muy recientemente. «A los eléctricos les impresionaba ver que tenía de fotógrafo a un futbolista y entrenador tan conocido, así empezaron a respetarme más», bromeaba ayer Trueba, feliz de volver a una Donostia que frecuenta. «Yo soy seguidor del Atlético de Madrid, pero tengo gran simpatía por la Real... y también por el Athletic«, confesaba antes de entrar a la charla.

La casa de cultura Ernest Lluch, enclavada precisamente en un estadio, Anoeta, cómo símbolo de fusión entre esos dos mundos, es escenario de la muestra de 'Txingurri' Valverde, que permanecerá abierta hasta el 4 de septiembre, y fue ayer el terreno de juego para el diálogo entre los dos. Entre el público, exfutolistas como Esteban Granero («sigo viniendo a Donostia siempre que puedo»), Mikel Alonso, Gorka Larrea o Iñigo Díaz de Cerio, implicado en la organización del festival. Y amigos como Pablo Benegas, de La Oreja de Van Gogh.

No es habitual que un entrenador y exfutbolista de clubes como el Athletic de Bilbao, el Espanyol o el Barcelona cite a un poeta como el polaco Adam Zagajewski, fallecido el pasado marzo, pero Valverde lo hace. «Me gusta su idea de poder estar a la vez en un lado y en otro, y de ser un extraño en todas partes».

Por eso utilizará un texto del poeta en su próximo libro de fotografías, que se titulará 'Frontera' y tendrá también otro escrito de su amigo Bernardo Atxaga. 'El otro lado' es precisamente el título de la exposición de Valverde en Donostia, que recoge imágenes tomadas por el exfutbolista a lo largo de los últimos doce años. «Estamos acostumbrados a que los aficionados y las cámaras nos enfoquen a los protagonistas de ese espectáculo que es el fútbol, pero yo pretendo mirar desde dentro hacia fuera», explica. Fotos de aficionados, vistos por ejemplo desde el autobús del equipo, forman parte de la muestra, comisariada por el fotógrafo, y también amigo de Valverde, Ricky Dávila. Las imágenes son siempre en blanco y negro.

«Agradezco a las fundaciones de la Real y del Athletic que me hayan dado esta oportunidad de exponer», explica Ernesto Valverde. «Ahora que llevo un tiempo sin entrenar era la oportunidad de desarrollar este proyecto que llevaba tiempo en mi cabeza. Hago fotos desde que empecé a jugar, primero con una cámara pequeña que teníamos en casa y luego con una mejor que encargué a un amigo que fue de viaje a Canarias. Cuando llegué a Barcelona a jugar al Espanyol entré a estudiar en el Institut de Estudis d' Fotografics. Yo en realidad pensaba que cuando dejara de jugar me iba a dedicar profesionalmente a la foto. Sin embargo, luego el veneno sigue ahí y me dediqué a entrenar, pero siempre con la cámara a mano, como vía de escape. De entrenador se sufre más que de jugador«.

A Valverde no le gusta tener que elegir entre fútbol o fotografía. «Llevo haciendo fotos toda la vida, y lo bueno de la fotografía es que uno puede hacerlas con 5 años y con 85. Lo de entrenar no es para siempre. Empecé con 38 años, han pasado casi veinte y hay una generación nueva y pujante en los banquillos. Pero estoy expuesto a que me surja en cualquier momento la oportunidad de volver a entrenar». Su amigo Trueba invitó a que alguien del público preguntara si Valverde tenía ofertas («a mí me da corte») pero había más interés por el Txingurri fotógrafo que el 'mister'.

A Valverde le gusta reflexionar sobre el fútbol, «ese resumen condensado de la vida donde todo va más acelerado. Una semana en el fútbol es como un año en el mundo normal. En tres días se pasa de la máxima euforia a la traición, el jugador es encumbrado y crucificado. A la gente le vendría bien pasar una temporada en el mundo del fútbol como una escuela de vida«.

Eso se ve en la exposición, esa mirada desde dentro hacia fuera de un entrenador que tiene como referentes al propio Ricky Dávila, comisario de la muestra, y a Alberto García Alix. «Gracias a ser entrenador del Barça pude conocer en una galería de Japón a uno de mis fotógrafos más irados, Daidō Moriyama. Él se quedó a saludarme por mi cargo. Son cosas buenas del fútbol«.

Hasta septiembre pueden verse las fotografías de 'Beste aldea / El otro lado', realizadas en los últimos 12 años desde la perspectiva de Valverde de «actor del mundo del fútbol». Korner presenta hoy en el Principal una sesión de humor con «monologoles» con Andoni Agirregomezkorta, Miriam Cabeza y Getari Etxegarai, además del imitador y humorista Raúl Pérez, que caracterizado como Imanol Alguacil será el maestro de ceremonias.