Raphael, ingresado tras sufrir un fallo cardiovascular

Raphael está ingresado tras sufrir un fallo cardiovascular en el Teatro Príncipe Gran Vía durante la grabación de 'La Revuelta' de David Broncano; en teoría, se trataría del especial de Navidad del programa, según ha adelantado 'El Español'. El cantante, nacido en Linares, tiene 81 años. El traslado al hospital se ha producido horas después de que este lunes visitara 'El Hormiguero' donde presentó un disco, 'Ayer... aún' homenaje a Gilbert Bécaud, Charles Aznavour, Jacques Brel y Édith Piaf.

Así justificaba esta obra. «Cuando empecé mi carrera con 18 años me llamaron de Valencia para ir a cantar a las fallas junto a otros artistas ses. Concretamente, me contrataron para abrir el espectáculo de Édith Piaf, pero no pudo venir a final. A los tres años viajé a París y quería cantar con ella, pero se había muerto. Desde entonces siempre he tenido la espinita y por eso este álbum de canciones sas, en su honor, cantando juntos», indicó a Pablo Motos, donde también recordó cómo se prepara antes de actuar.

«Lo primero que hago antes de un concierto es sentarme. Posteriormente, voy al escenario. Me gusta pisar las tablas y ver por dónde atacar. Muchas veces he ido varias veces al mismo teatro y cuando vuelvo pienso, 'ay, qué estropeado estás', porque los teatros envejecen o no los cuidan», subrayó uno de los cantantes más internacionales que ha tenido España, que destacó su voz engolada, por sus gestos... No dejaba indiferente a nadie.

No es el primer problema de salud que sufre. También le hicieron un transplante de hígado en abril de 2003. «No bebía por el hecho de beber». «Yo quería dormir», aclaró, y recordó que aquella pesadilla «empezó en los aviones y después en los hoteles cuando pusieron los minibar». «Y me bebía una, luego dos... y dormía como un lirón, toda la noche, y al otro día podía cantar como los ángeles, bien descansado, pero claro, me estaba pudriendo un órgano vital», reconoció el artista. «Yo he dormido muy mal casi siempre. Últimamente duermo de maravilla, desde que me trasplantaron», afirmó un hombre que dijo cuidarse mucho: «Yo estoy bien, me he cuidado. Solo una vez que no me cuidé y menudo viaje me pegó la vida. Antes de lo que me ocurrió y de tener que ser trasplantado, no me cuidaba. Hace 22 años me dieron una segunda oportunidad y desde entonces me cuido muchísimo. Ahora está todo fantástico».

Casado con Natalia Figueroa, tiene ocho nietos. «Nadie me llama abuelo. Mis nietos, los ocho, han oído a todo el mundo llamarme Raphael y me llaman todos así. No me gusta el término abuelo, hay algunos que están muy saludables».

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