José Luis Cuerda recibió el homenaje de San Sebastián con el estreno de 'Tiempo después'

José Luis Cuerda tuvo su homenaje, una suerte de despedida a su medida afable y dicharachera, en la edición del Festival de San Sebastián de 2018. Más que un ceremonioso premio Donostia o cosa así, a Cuerda le fue que ni pintada la presentación de la que, como se veía venir, ha acabado siendo su última película, 'Tiempo después', presentada como la secuela de 'Amanece que no es poco', pero tan desmadrada respecto a su referente como debía ser.

Como en la propia película, muchos actores se sumaron a esa celebración del talento de Cuerda, que seguía siendo muy ocurrente y sagaz en sus mensajes de Twitter, pero recibía con modestia los halagos, aplausos y apoyos del público y los actores que le secundaron en el teatro Victoria Eugenia: Arturo Valls, Joaquín Reyes, Blanca Suárez, Carlos Areces... súbditos del reino anárquico de Cuerda.

Fue un regreso inesperado que cerraba más adecuadamente su obra y, sobre todo, su espacio en el cine español, que su película previa, 'Todo es silencio' (2012), que parecía que iba a quedar como una despedida menos representativa.

Tres décadas antes Cuerda había tenido su consagración en el Festival de San Sebastián, cuando compitió en la Sección Oficial con 'El bosque animado' en 1987, una de sus mejores películas, en la que asentaba esa mezcla de costumbrismo y fantasía enraizada en la tierra que caracterizó parte de su cine. Una película cargada de talentos: guion de Rafael Azcona (sobre una novela de Wenceslao Fernández Flórez), fotografía exquisita de Javier Aguirresarobe, Alfredo Landa como protagonista... Solo ganó el premio no oficial de la católica Ocic, pero luego fue recompensada con cinco premios Goya.

Volvió a tener mayor protagonismo aún en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián con 'La lengua de las mariposas', que fue muy bien recibida en una edición singular, la de 1999, la primera que se celebraba en el Kursaal. Y en el photocall de la terraza se presentó junto a Fernando Fernán Gómez, que brindó uno de los mejores papeles de su carrera con aquel profesor honesto y perseguido, y con el niño que coprotagonizaba el filme, Manuel Lozano.

'La lengua de las mariposas' se presentó fuera de competición, porque Fernando Fernán Gómez era ese año el receptor del premio Donostia. En esa misma edición del Zinemaldia Cuerda participó en una iniciativa de apoyo al cortometraje con Canal+. Su apoyo a los nuevos talentos ya se había certificado antes con su padrinazgo al muy joven Amenábar. También formó parte de los directores que presentaron en San Sebastián 'Hay motivo' en 2004, un filme colectivo de contestación político-social. Su segmento se titulaba 'Por el mar corre la liebre...', muy genuino.